La obra urgente del Obradoiro depende de dinero de Fomento
La Iglesia presentar¨¢ en septiembre el plan de rehabilitaci¨®n y calcula que costar¨¢ entre 1,5 y dos millones
La Catedral de Santiago sabr¨¢ esta semana lo que le van a costar los andamios que, despu¨¦s de siglos sin apenas intervenciones, volver¨¢n a cubrir las torres de la fachada del Obradoiro si el cabildo logra reunir entre 1,5 y dos millones de euros, la mayor parte, espera, procedente del Ministerio de Fomento.
En 1999 se andami¨® el cuerpo central para una obra, pero no hay fotos hist¨®ricas, en todo el siglo XX, que recojan de tal guisa los campanarios que definen la cara m¨¢s retratada de la bas¨ªlica compostelana. Tampoco hab¨ªa planos y alzados, m¨¢s que el dibujo original del proyecto de Casas Novoa con el que se revisti¨® la vieja fachada medieval entre 1738 y 1750. Ahora, en cambio, hay toda una colecci¨®n de documentos, incluidos planos topogr¨¢ficos del terreno sobre el que se asienta el edificio m¨¢s famoso de Galicia. Estos gr¨¢ficos demuestran que el firme no es tan firme bajo la torre sur, y que por eso esta se inclina lentamente desde el medievo. A lo largo del tiempo se fue frenando esta tendencia con distintos refuerzos, hasta el propio claustro se construy¨® de nuevo, un piso m¨¢s arriba que el original, para que sirviese de contrafuerte.
En los ¨²ltimos meses, bajo la direcci¨®n del arquitecto del Plan Director de la Catedral, Javier Alonso de la Pe?a, varias empresas se han dedicado a estudiar la fachada y a diagnosticar sus males. Incluso se ha contratado a un equipo de escaladores especialistas en monumentos, que fotografiaron de cerca todos esos da?os que sin andamio no se pod¨ªan apreciar. Ahora se conoce el alma (cada torre es diferente y por dentro ni siquiera son sim¨¦tricas), las heridas y buena parte del futuro que les espera a los campanarios del Obradoiro si no se act¨²a; a la torre norte o de la carraca, bien asentada, y a la sur de las campanas, esa que poco a poco gana inclinaci¨®n, con un desplazamiento que ya ronda el medio metro y que en adelante se va a vigilar.
Lo de atacar las enfermedades del Obradoiro era algo que se planeaba hace tiempo, pero que tom¨® car¨¢cter de urgente cuando hace un a?o los t¨¦cnicos tra¨ªdos por la Fundaci¨®n Barri¨¦ dijeron que no pod¨ªan restaurar el P¨®rtico de la Gloria si antes, o al mismo tiempo, no se atajaban los motivos de su deterioro. En especial, estas causas son la entrada descarada de agua por decenas de v¨ªas diferentes, el empleo de hormig¨®n desde los a?os cuarenta y la condensaci¨®n fomentada por los vanos que despu¨¦s de la Desamortizaci¨®n, con una Iglesia que entonces supo de crisis y recortes, fueron cegados por ¡°los chapucillas de la ¨¦poca¡±, en definici¨®n de un portavoz del templo.
Ante tal urgencia, la Iglesia se comprometi¨® hace un a?o a hacer un plan de rehabilitaci¨®n a conciencia y no un simple parche: ¡°Nuestra parte est¨¢ cumplida¡±, asegura el can¨®nigo fabriquero, Daniel Lorenzo. ¡°Ahora toca mendigar¡±, sigue, ¡°porque lo que no tenemos es dinero para la obra¡±. Hacen falta entre mill¨®n y medio y dos millones de euros. Aunque, como advierte el religioso, cuando se retire esa secular capa de biodiversidad que colorea la piedra (y que ¡°impresion¨®¡± hace poco a un equipo de investigadores llegados desde Alemania) quiz¨¢s haya nuevos sustos.
El proyecto de rehabilitaci¨®n tardar¨¢ probablemente m¨¢s de un mes en concluirse, pero la catedral espera darlo a conocer en septiembre, junto con el plan de conservaci¨®n preventiva de toda la bas¨ªlica. Entonces, ya tendr¨¢n copia de la propuesta la Direcci¨®n Xeral de Patrimonio, el ministerio de Cultura y el de Fomento, porque es efectivamente al departamento de Ana Pastor al que dirige sus oraciones la catedral para restaurar el Obradoiro. El objetivo es lograr financiaci¨®n a trav¨¦s del conocido como 1% cultural de Fomento, aunque eso no bastar¨¢. La norma dice que el ministerio, si decide apoyar la obra, no podr¨ªa costear m¨¢s que el 75%. As¨ª que el resto habr¨ªa que buscarlo en otras Administraciones, o en patrocinios privados, crisis mediante.
Agua l¨ªquida en el sensor del P¨®rtico
El trabajo corre prisa. La Barri¨¦ dedic¨® dos a?os y casi dos millones de euros (m¨¢s del doble de lo previsto al principio) a los estudios previos del P¨®rtico, y no puede restaurar la obra del Maestro Mateo mientras los monitores que miden la humedad al nivel del suelo sigan marcando el 100%. Esta saturaci¨®n indica que sigue col¨¢ndose dentro agua l¨ªquida, no solo esa humedad de olor tan penetrante que invade de arriba a abajo las mohosas paredes internas del Obradoiro. No bast¨® con cambiar la cubierta de la tribuna, un trabajo del que tambi¨¦n se hizo cargo la Barri¨¦ para poder seguir trabajando. No bast¨®, porque el agua sigui¨® entrando a mares este a?o. Si llueve y sopla viento sur a 15 kil¨®metros por hora, siempre pasa.
El agua entra por las ventanas, que perdieron la carpinter¨ªa; por las grietas que han abierto las ra¨ªces de las plantas; por las juntas de los sillares, carentes ya de cualquier atisbo del mortero que los un¨ªa. El proyecto habla de inyectar incluso con jeringuilla nuevos morteros de cal en las terrazas y las c¨²pulas. La colonizaci¨®n vegetal produjo nitratos que descompusieron el granito, reventado adem¨¢s por las sales del hormig¨®n que en el siglo XX se us¨® con alegr¨ªa en las cubiertas.
Tras partirse en dos un dintel, la torre sur fue cegada, probablemente con escombro, y esto agrand¨® sus desgracias. Ahora, el hueco no respira, no se ventila; la escalera de piedra que tiene en su base se ha ido descomponiendo y ya es una rampa, mientras que la de madera que llevaba al campanario est¨¢ podrida por esa humedad que entra y no logra salir. Si no es escalando, hoy a las campanas no se llega. Entre las dos torres, las vigas de piedra est¨¢n tronzadas y desencajadas, no se sabe a¨²n si por la inclinaci¨®n de la torre o por el volteo de las campanas. Y tambi¨¦n habr¨¢ que cambiar los pararrayos. Hace un par de a?os, una descarga se llev¨® por delante todo el sistema inform¨¢tico de la catedral.
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