Un oasis consolidado

En estos tiempos en que los empresarios profesionales se quejan de las dificultades que encuentran para cuadrar sus cuentas y anuncian cuantiosas p¨¦rdidas, el grupo de aficionados azpeitiarras encargados de organizar su feria taurina ha sido capaz de tener un balance positivo despu¨¦s de tres corridas en una plaza con un aforo de casi 4.000 espectadores.

El m¨¦rito no se reduce a poder cubrir los gastos con solvencia y tener un balance econ¨®mico positivo, ya que al final entregar¨¢n los beneficios a una entidad local, sino a lo que supone para Azpeitia una feria de este tipo. Todas las tardes han acudido numerosos aficionados de otros lugares en autobuses organizados desde Francia y desde Bilbao y una gran cantidad de coches llegados del otro lado de la frontera y desde cada rinc¨®n del Pa¨ªs Vasco.

El ciclo se ha cerrado con un balance econ¨®mico positivo

La feria se ha convertido en un oasis para los aficionados taurinos en medio de la temporada y un a?o m¨¢s ha satisfecho las expectativas de los que se trasladan a la localidad guipuzcoana.

La clave del grupo encabezado por Joxin Iriarte es tener una se?a de identidad muy clara: dar importancia al toro. A partir de ah¨ª, se confeccionan unos carteles en que los tendidos est¨¢n expectantes al comportamiento del ganado. Los dos encierros toristas que abrieron el ciclo, el de Jos¨¦ Escolar y el de Palha, cumplieron para los aficionados.

Los toros de Palha volvieron a triunfar en la feria guipuzcoana

Los portugueses son un a?o m¨¢s los triunfadores. Decir Palha en las calles de Azpeitia es hablar de toros con emoci¨®n; se les tiene un respeto especial por parte de los aficionados locales. Valoran al toro bondadoso y de calidad en la embestida tanto como al peligroso que hacer sudar al diestro. As¨ª lo hicieron el d¨ªa de San Inazio, cuando obligaron al mayoral a dar la vuelta al ruedo. Existe una especial relaci¨®n entre la ganader¨ªa de Santarem y la localidad del Urola.Los toros de Escolar abrieron el ciclo y fueron del gusto local, porque tuvieron emoci¨®n, si bien la nota no fue tan alta y falt¨® que alguno de los espadas descubriera la posible calidad que atesoraban. Con matadores m¨¢s experimentados y, sobre todo, m¨¢s decididos el resultado del festejo habr¨ªa sido otro.

La nota discordante la pusieron los valdefresnos, que defraudaron en el cierre y diluyeron el exitoso sabor del d¨ªa anterior. Era la corrida m¨¢s apetecida por los toreros y, sin embargo, fueron los que menos condiciones para el triunfo mostraron.

Respecto a los diestros, hubo notas positivas y negativas. Entre los que pudieron hacer algo m¨¢s se encuentran Esa¨² Fern¨¢ndez, demasiado inexperto, S¨¢nchez Vara y Antonio Ferrera, que no pisaron fuerte. Por contra, la alegr¨ªa fue comprobar que Paco Ure?a, quien no se hab¨ªa estrenado esta campa?a, aprovech¨® su oportunidad para triunfar con el toreo bueno. El otro triunfador del ciclo, Alberto Aguilar, tuvo mucho deseo y cuaj¨® una buena faena, aunque de menor talla que la del murciano. Los esperados Fandi?o, Mora y Luque nada pudieron mostrar ante las deslucidas reses de Valdefresno, mientras que el catal¨¢n Seraf¨ªn Mar¨ªn se justific¨® con oficio.

Al final, un notable resultado art¨ªstico con un buen balance econ¨®mico. Un ejemplo a seguir para algunos consistorios que se afanan en organizar festejos y se pelean por los nombres de los toreros en lugar de buscar la calidad de la oferta.