Oraciones con dinero p¨²blico
El Sergas mantiene desde 1995 un convenio con las di¨®cesis gallegas para financiar los servicios religiosos y los sueldos de los curas en los hospitales
Su presencia en los hospitales, m¨¢s all¨¢ de ¨ªntimas convicciones de fe, engorda los gastos del Sergas en tiempos de recortes que los gestores de las cuentas p¨²blicas califican de dolorosos a los cuatro vientos. La condici¨®n de los sacerdotes en los centros sanitarios no ha variado desde 1995, a?o en el que Jos¨¦ Manuel Romay Beccar¨ªa, entonces conselleiro de Sanidade, y Xos¨¦ G¨®mez Gonz¨¢lez, obispo de Lugo y representante de las di¨®cesis gallegas, firmaron el convenio marco para la asistencia religiosa cat¨®lica en los hospitales p¨²blicos. Este es el acuerdo que rige en la actualidad las relaciones entre el Sergas y la Iglesia y el que en 2010, el ¨²ltimo ejercicio del que la Xunta ha ofrecido datos, permiti¨® financiar con 750.000 euros los servicios religiosos de 55 curas a los pacientes de los hospitales p¨²blicos y de sus familias. A qu¨¦ cantidad llega la partida de 2012 es una inc¨®gnita: ni la Xunta lo especifica en sus presupuestos ni el Sergas ha facilitado la cifra tras la petici¨®n de este diario, como tampoco aclara si la plantilla de sacerdotes ha sufrido los recortes de los que se duelen los pol¨ªticos en cada nuevo hachazo a los servicios p¨²blicos.
Tampoco tiene esos datos el PSdeG, aunque los solicit¨® en repetidas ocasiones durante m¨¢s de un a?o; la ¨²nica informaci¨®n con la que cuenta el principal partido de la oposici¨®n es el convenio de 1995, que los diputados Jos¨¦ Manuel Lage Tu?as, Silvia Fraga, Modesto Pose y Dolores Rodr¨ªguez Amoroso solicitaron al Parlamento a principios de a?o. El documento, que tampoco anul¨® la Xunta del bipartito ¡ªde hecho, lo prorrog¨® cuando finaliz¨® su vigencia en 2005¡ª, establece en su primera cl¨¢usula que el Sergas debe ¡°hacer efectivo el derecho garantizado por el convenio firmado entre el estado espa?ol y la Santa Sede con fecha de enero de 1979 a la asistencia cat¨®lica de los enfermos cat¨®licos internados en los centros de la red p¨²blica hospitalaria de la comunidad aut¨®noma de Galicia¡±. Esta ayuda cat¨®lica consiste, seg¨²n el acuerdo, en la visita a los enfermos y el asesoramiento en cuestiones ¡°religiosas y morales¡±, la celebraci¨®n de los actos de culto y la administraci¨®n de los sacramentos y la colaboraci¨®n en la ¡°humanizaci¨®n¡± de la asistencia hospitalaria. Aunque la Xunta no aclara cu¨¢ntos curas mantiene en la actualidad en las cl¨ªnicas p¨²blicas, la figura del capell¨¢n est¨¢ presente en centros de toda Galicia, desde hospitales comarcales como el de Burela a otros de mayor tama?o, como el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago.
La Xunta pagaba en 2010 los salarios y las cotizaciones de 55 sacerdotes
El acuerdo que se han dado Sergas e Iglesia acota las obligaciones de cada parte y fija la condici¨®n de personal laboral fijo de los capellanes, que est¨¢n sujetos al r¨¦gimen jur¨ªdico y econ¨®mico del resto del personal laboral de la Xunta. A las respectivas di¨®cesis se les encomienda la tarea de hacer efectivos los pagos de los salarios y la Seguridad Social de los sacerdotes, pero el dinero viene del Sergas, que es el que abona las retribuciones y las cuotas a los obispados cada tres meses. Pero el Servicio de Asistencia Religiosa Cat¨®lica, que el convenio resume bajo las siglas SARC, no incluye solamente el coste laboral de los capellanes; cada a?o, las gerencias de los hospitales est¨¢n obligadas a elaborar un proyecto de presupuesto que tenga en cuenta las necesidades materiales del servicio, ¡°dentro de las disponibilidades presupuestarias¡±.
El mantenimiento de la asistencia religiosa encuentra la cr¨ªtica de los socialistas que, a la dificultad de conocer el gasto actual del servicio y el n¨²mero de sacerdotes repartidos por los hospitales p¨²blicos, suman los recortes ya consumados en servicios b¨¢sicos. ¡°Al mismo tiempo se recortan profesores o personal sanitario en los centros de salud y en los centros hospitalarios¡±, lamenta Lage Tu?as, que pedir¨¢ al gobierno que explique en el Parlamento los gastos del Sergas en esta partida.
Dos curas para 250 camas
El convenio firmado en 1995 reparte a los capellanes en funci¨®n de las camas disponibles en cada hospital. Si el centro no supera las 100, no podr¨¢ contratar m¨¢s de un sacerdote a tiempo parcial. A un hospital de entre 101 y 250 camas le corresponden dos curas, uno a tiempo parcial y otro a jornada completa; de 250 a 500 camas, dos capellanes a tiempo completo y uno a media jornada; de 501 a 800, tres sacerdotes a tiempo completo y, los que superen las 800 plazas, tendr¨¢n derecho a una plantilla de entre tres a cinco religiosos.
Las reglas de 1995 establecen, adem¨¢s, que ¡°los capellanes o personas id¨®neas, tanto a tiempo completo como parcial, dedicar¨¢n a su actividad pastoral un tiempo equiparable al del personal sanitario del hospital, distribuy¨¦ndolo de tal forma que el servicio est¨¦ atendido permanentemente¡±. Con respecto a la relaci¨®n entre religiosos y personal sanitario, el convenio recomienda a los profesionales facilitar ¡°informaciones oportunas sobre el enfermo¡± cuando el paciente solicite apoyo religioso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.