A?o negro para las entidades sociales
El sector sufre desde hace 18 meses los recortes e impagos de la Generalitat El Gobierno catal¨¢n no facilita a¨²n las cifras actualizadas de la renta m¨ªnima de inserci¨®n
"La crisis se est¨¢ cebando en los m¨¢s d¨¦biles¡±. Es una frase que suena con asiduidad y que el tercer sector social, que asiste a los colectivos m¨¢s desfavorecidos, pregona arropado por la larga lista de agravios que acumula. Las entidades han sufrido este ¨²ltimo a?o recortes en las subvenciones e impagos. El ¨²ltimo, este mes de julio, cuando la Generalitat ha dejado de transferir 70 millones de euros al tercer sector en concepto de conciertos con residencias y centros asistenciales. Pero los usuarios tambi¨¦n est¨¢n sufriendo los recortes en sus propias carnes, a trav¨¦s del hachazo que han sufrido la renta m¨ªnima de inserci¨®n y las ayudas a la dependencia.
La necesidad imperiosa de reducir el gasto tambi¨¦n ha marcado las pol¨ªticas del Departamento de Bienestar Social de la Generalitat, que dirige el convergente Josep Llu¨ªs Cleries. Desde la entrada de CiU en la Generalitat hace un a?o y medio, el presupuesto de esta ¨¢rea se ha reducido 212,5 millones de euros (el 11%) y ha quedado en 1.728 millones. Pero, de hecho, son cifras de los presupuestos elaborados a principio de a?o, que se han ido modificando y moldeando a partir de los sucesivos planes de ajuste emprendidos durante este a?o tanto por la Administraci¨®n auton¨®mica como por la central.
Los compromisos de la Generalitat con los bancos (a los que el pasado mes tuvo que devolver 424 millones de euros y que tienen prioridad en el cobro, por delante incluso de las n¨®minas de los funcionarios) han llevado a la Administraci¨®n catalana a tener que aplazar el pago de los conciertos que tiene acordados con entidades sociales, residencias, hospitales y escuelas.
Especialmente maltratado se siente el sector de los discapacitados. A principios de a?o, la Generalitat impuls¨® la reducci¨®n del 8% en las ratios de personal paciente-usuario en residencias y centros de d¨ªa que atienden al colectivo. Por su parte, el Gobierno central ha recortado este a?o el 56% de su aportaci¨®n a Catalu?a (de 400 a 180 millones) para pol¨ªticas activas de ocupaci¨®n.
El sector sufre desde hace 18 meses los recortes e impagos de la Generalitat
Las ayudas a los discapacitados intelectuales m¨¢s graves, que acostumbran a encontrar una ocupaci¨®n en los centros especiales de trabajo (CET), tambi¨¦n se han recortado. Hasta ahora, el 75% del salario m¨ªnimo interprofesional (SMI) que perciben estaba subvencionado por las Administraciones (el 50% por el Estado y el 25% por la Generalitat). Este a?o las aportaciones p¨²blicas solo dan para el 53%, mientras que el resto se debe cubrir con los exiguos beneficios que generan los CET (dedicados a servicios de limpieza, jardiner¨ªa¡), que tambi¨¦n est¨¢n en retroceso por la reducci¨®n de encargos. Los recortes tambi¨¦n han llegado a la reinserci¨®n de presos: las subvenciones se han esfumado. El Departamento de Justicia anunci¨® a las entidades que suprim¨ªa las ayudas destinadas a reinserci¨®n a partir del mes de junio. Las entidades sociales (unas 35 se dedican a este ¨¢mbito que en los dos ¨²ltimos a?os han asistido a unos 6.400 reclusos) ya han alertado de las consecuencias de estos recortes y calculan que la reincidencia entre los presos puede aumentar hasta un 12%.
Adicionalmente, las Administraciones han dado un importante hachazo a las prestaciones sociales. La Generalitat abri¨® esta peligrosa senda hace justo un a?o, cuando decidi¨® revisar la renta m¨ªnima de inserci¨®n ¡ªla RMI, una ayuda de 426 euros que reciben las personas sin otros recursos econ¨®micos¡ª, lo que provoc¨® un aut¨¦ntico caos social en pleno agosto. El endurecimiento de las condiciones de acceso hizo dar carpetazo a 4.521 expedientes (el 14%) para cerrar el a?o con 24.765 expedientes activos. Y ello en un momento en que cada vez hay m¨¢s hogares sin ning¨²n ingreso, unos 103.700 actualmente.
El Departamento de Empresa, que se encarga de la gesti¨®n de esta ayuda, se muestra herm¨¦tico y no facilita las cifras actualizadas, aunque el sector social sospecha la existencia de miles de solicitudes que esperan aprobaci¨®n desde hace meses. Las personas de edad avanzada tampoco reciben mejor trato de las Administraciones. Las tijeras del Gobierno central han alcanzado a la dependencia, lo que se ha traducido en una reducci¨®n de 76 millones (un 30%) en la aportaci¨®n a Catalu?a para financiar las ayudas previstas por la Ley de la Dependencia. Adem¨¢s, se ha decidido aplazar la incorporaci¨®n de 57.000 dependientes moderados al programa hasta 2015.
Al tercer sector solo le queda esperar cobrar a tiempo las amputadas ayudas, aunque teme que su situaci¨®n se agrave antes de que acabe el a?o con sucesivos retrasos en el pago. Las entidades consideran que se han traspasado todas las l¨ªneas rojas posibles y algunos auguran que ello puede desembocar en un desastre social. ¡°No sabemos si se repetir¨¢n los impagos o si nos volver¨¢n a recortar en 2013. Vivimos en la oscuridad y esta incertidumbre crea mucha angustia¡±, dice Jordi Gusi, gerente de la federaci¨®n de Entidades Catalanas de Acci¨®n Social (ECAS).
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