600 kil¨®metros a pie por un empleo
Un parado de Ronda llega a Madrid tras 22 d¨ªas de marcha para pedir un puesto de trabajo
¡°Mi trabajo ya est¨¢ hecho, ahora no depende de m¨ª¡±. Estas han sido las primeras palabras de Jes¨²s Manuel Gracia, un desempleado de Ronda (M¨¢laga) que el pasado 16 de julio emprendi¨® una marcha hasta Madrid para pedir un trabajo, tras entregar esta ma?ana en el Congreso de los Diputados una carta en la que cuenta su situaci¨®n. ¡°Llevo tres a?os parado, cuatro meses sin cobrar ning¨²n tipo de ayuda y as¨ª no se puede vivir¡±, afirma Gracia, tras asegurar que se encuentra f¨ªsicamente agotado, pero ¡°superfuerte¡± de mente.
Tras registrar el escrito, dirigido al presidente de la C¨¢mara Alta y a los portavoces de los grupos pol¨ªticos, este desempleado ha sido atendido por varios diputados del PSOE y de IU, entre ellos, el socialista Antonio Hernando, de cuya reuni¨®n no quiso precisar detalles. ¡°Me han asegurado que van a mirar la carta, un escrito sencillo en el que les pido que recapaciten y les cuento cu¨¢l es la situaci¨®n en la que vivimos tantos espa?oles que estamos en paro¡±, se?ala este vecino, quien esta tarde ha regresado a casa en tren hasta Antequera donde le esperaba su familia. ¡°Ha sido un camino dif¨ªcil, no lo he pasado bien, pero si no hubiera tenido fe en Dios ni siquiera hubiera salido de Ronda. Es muy dif¨ªcil caminar solo y sin apoyo¡±, a?ade.
Gracia, de 38 a?os y con dos hijos, reconoce que nunca ha tenido una profesi¨®n fija y que siempre ha trabajado ¡°en lo que ha ido saliendo¡±: pintor, auxiliar de vigilante, alba?il¡ Su ¨²ltimo empleo, jardinero durante seis meses a trav¨¦s del Plan Memta ¡ªprograma de empleo de la Junta¡ª. ¡°Desde entonces, he mandado curr¨ªculos a todas las empresas, pero nada, solo me dec¨ªan que la situaci¨®n est¨¢ muy complicada. Y ya, desesperado, decid¨ª emprender esta marcha¡±, puntualiza Gracia.
Gracia y su familia viven con 500 euros al mes y la ayuda de unas vecinas
Su mujer, Pilar, trabaja en el servicio de limpieza de una guarder¨ªa y su sueldo es el ¨²nico que entra en casa. ¡°Mi esposa gana unos 300 euros y tambi¨¦n echa unas horas limpiando escaleras por unos 200¡±, se?ala. Con ese dinero, la familia puede pagar la hipoteca de su VPO, que ronda los 300 euros. ¡°Gracias a la Iglesia evang¨¦lica no nos falta un plato de comida y dos vecinas nos est¨¢n vistiendo¡±, asegura Gracia, quien apunta que, cuando est¨¢n muy apurados, otra conocida les ayuda econ¨®micamente. ¡°Les estaremos eternamente agradecidos, son parte de nuestra familia¡±, se?ala emocionado.
Durante la caminata, este desempleado, natural del municipio gaditano de Villamart¨ªn, reconoce que, en algunas ocasiones, cre¨ªa que no iba a tener fuerzas para continuar la marcha, sobre todo tras la gastroenteritis aguda que ha sufrido durante el recorrido. ¡°Pero el apoyo que me daban los vecinos de los pueblos a los que llegaba me levantaba la moral¡±, aclara. Asimismo, afirma que en todo momento ¡°le ped¨ªa a Dios¡± que al llegar a Madrid le diera la carta a la persona adecuada.
En sus 25 kil¨®metros diarios, Gracia asegura que no dej¨® de pensar ni un solo minuto en sus hijos: una ni?a de 14 a?os y un joven de 17. ¡°?Aunque es mejor no pensar en el futuro!¡±, exclama, tras afirmar que est¨¢ preocupado por su hijo mayor. ¡°El zagal termina el a?o que viene bachillerato y no s¨¦ c¨®mo va a ir a la universidad. Espero que para entonces todo haya mejorado¡±, puntualiza.
Gracia matiza que en su carta solo ped¨ªa que se le dedicase un minuto de atenci¨®n y que estaba dispuesto a no regresar a casa hasta que la entregase. ¡°Si hubiera tenido problemas para entregarla lo hubiera intentado los d¨ªas siguientes: el martes, el mi¨¦rcoles... cuando fuera. Este era mi pen¨²ltimo cartucho y ten¨ªa que aprovecharlo. S¨¦ que hay muchas personas en mi misma situaci¨®n, que lo est¨¢n pasando tal mal como mi familia pero yo tengo puestas mi suerte y mi esperanza en Dios¡±, reconoce el desempleado, quien se?ala que durante estos 22 d¨ªas de marcha nadie le ha ofrecido trabajo, aunque no pierde la esperanza de encontrarlo e hizo un llamamiento a las empresas privadas. ¡°Solo quiero trabajar. No me importa donde sea, aunque me tenga que ir a Alemania¡±, agrega Gracia.
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