¡°No soy empresario, soy un chapuzas que va improvisando¡±
¡°Hubo aberraciones al costear muchos conciertos con dinero p¨²blico¡±
A Miguel de la Cierva no le gusta la etiqueta de empresario pero lo cierto es que algunos podr¨ªan tomar nota de la forma de actuar de alguien a quien el amor por la m¨²sica y por la zona en la que vive le llev¨® a poner en marcha un proyecto que empez¨® medio en serio y medio en broma pero se ha convertido en uno de las propuestas m¨¢s atractivas del verano musical gallego. Las noches del N¨¢utico de San Vicente do Mar (O Grove) van camino de las dos d¨¦cadas de existencia. Nombres destacados del pop-rock espa?ol como Kiko Veneno, Leiva, Iv¨¢n Ferreiro o el fallecido Antonio Vega han dado fama a un lugar que permite a los m¨²sicos volver, aunque sea por unos d¨ªas, a recuperar el sabor por los conciertos en peque?os lugares donde el dinero no es lo m¨¢s importante.
Pregunta. ?C¨®mo empez¨® este aventura?
Respuesta. Mi familia ten¨ªa el local que hab¨ªa sido una antigua f¨¢brica de salaz¨®n y hace 25 o 30 a?os empez¨® a funcionar como bar. Yo era m¨²sico aficionado y tambi¨¦n hab¨ªa hecho estudios de t¨¦cnico de sonido. Trabajaba en el bar con mis hermanos y vi la posibilidad de organizar alg¨²n concierto. A partir del a?o 1994 empezaron a venir grupos como Los Potros, Los Limones, de los que yo form¨¦ parte, y a principios de la d¨¦cada del 2000 llegaron grupos m¨¢s conocidos como Los Deltonos y el propio Kiko Veneno. M¨¢s o menos desde 2003 tenemos una programaci¨®n estable.
P. Hay otros bares que intentan hacer cosas similares pero no les sale tan bien, ni atraen a gente tan importante. ?Cu¨¢l es vuestro secreto?
R. Indudablemente creo que es el sitio en el que estamos. Eso hace que los conciertos de grupos desconocidos tengan una clientela m¨ªnima que son los clientes del bar. Por otra parte, a los m¨²sicos les resulta apetecible venir a quedarse un par de d¨ªas y disfrutar del lugar. Ese atractivo ha sido la llave de acceso a grupos con proyecci¨®n, que son los que m¨¢s han ayudado a dar a conocer el local y, en buena parte, han permitido programar m¨¢s conciertos de otros grupos que no son tan conocidos.
P. Este modelo de gesti¨®n ?es exportable o solo sirve para un local como el N¨¢utico?
R. Creo que cada sala de conciertos exige una forma particular de gesti¨®n, que depende de muchas variables. Supongo que el secreto para que funcione es conocer bien el lugar y el p¨²blico potencial.
P. ?Con qu¨¦ concepto se identifica m¨¢s: empresario, emprendedor, promotor¡?
R. Creo que soy m¨¢s emprendedor. Lo de empresario es algo por lo que tengo que pasar pero sinceramente soy un chapuzas que improvisa seg¨²n me lo exige el plan de la temporada y estoy muy lejos de llevar la parte empresarial con profesionalidad. Lo que siempre me ha gustado y preocupado es hacer bien mi parte, que es organizar una serie de actividades cada a?o, acertar en la viabilidad y poner los medios de que dispongo para que todo el mundo quede satisfecho y el proyecto sea sostenible.
P. ?Se puede vivir hoy en d¨ªa de la promoci¨®n de conciertos?
R. No soy un especialista en el sector, y aunque he hecho algo de producci¨®n y promoci¨®n fuera de aqu¨ª, lo que puedo decir es por mi contacto con grupos y m¨¢nagers y creo que se puede conseguir vivir de esto. De todos modos, est¨¢n llegando tiempos dif¨ªciles para todos, y habr¨¢ que adaptarse al nuevo escenario. Hay que buscar la manera de seguir adelante con menos medios.
P. ?No ser¨ªa deseable una mayor uni¨®n entre las salas gallegas para conseguir m¨¢s y mejores conciertos?
R. Creo que ya hay cierta unidad. De hecho, est¨¢ institucionalizada en una asociaci¨®n que se llama Clubtura. Partiendo de la nada y en solo unos a?os se ha conseguido reconocimiento y ayuda de organismos oficiales para mejorar la programaci¨®n de las salas. Tambi¨¦n hay una coordinadora estatal de asociaciones que ha permitido mejorar la oferta de las salas.
P. ?C¨®mo ves a los m¨²sicos ante la situaci¨®n de crisis que vivimos? ?Son conscientes de que ya nada volver¨¢ a ser igual?
R. Con la agudeza de la crisis se van precarizando las condiciones de trabajo de los m¨²sicos. Lo que no sabemos todav¨ªa es hasta d¨®nde llegar¨¢, si ya estamos en lo peor o a¨²n vamos a caer m¨¢s. En cualquier caso, hay que ver lo bueno, y soy optimista en el sentido de que desaparezcan algunas aberraciones que se produjeron durante largos a?os de abundancia de dinero p¨²blico para costear conciertos. Esto puede hacer que se racionalicen los cach¨¦s de muchos grupos y se moderen las diferencias entre los que cobran mucho y los que perciben menos. Ser¨ªa lo m¨¢s justo. Tambi¨¦n me parece que cada vez hay m¨¢s y mejores propuestas de grupos. Esto es esperanzador. Lo que es seguro es que seguir¨¢ habiendo conciertos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.