Primero comer, luego la fiesta

No es raro escuchar a alg¨²n donostiarra ¡ªlo realmente excepcional ser¨ªa lo contrario¡ª declararse ferviente seguidor entregado e incondicional del d¨ªa de San Sebasti¨¢n. El 20 de enero constituye para muchos la fiesta por antonomasia de la ciudad y la Semana Grande es otra cosa: siete d¨ªas con conciertos, puestos por la calle, fuegos artificiales... pero de esp¨ªritu emotivo m¨¢s bien escaso. Un divertimento m¨¢s para los turistas, puede pensar m¨¢s de uno, que estos d¨ªas abarrotan la oficina de informaci¨®n del Boulevard.

Colas como en el mercado previa recogida de un n¨²mero para obtener informaci¨®n y espera tambi¨¦n para hacerse con uno de los mapas de la ciudad de la m¨¢quina expendedora. Entre la informaci¨®n m¨¢s requerida: playas y gastronom¨ªa. De media 15 o 20 minutos de espera y los cinco puestos con su correspondiente asistente. El mismo tiempo que ayer a mediod¨ªa invert¨ªan muchos donostiarras en busca de un ejemplar del programa de fiestas. ¡°Ayer me pas¨¦ por el Victoria Eugenia, y no lo ten¨ªan. Me dijeron que ya llegar¨ªa, ?cu¨¢ndo, el viernes? Para eso, ya me dir¨¢s t¨² para que lo quiero¡±, aseguraba una vecina mientras sal¨ªa de la oficina a medio correr.

Indiferentes a las vicisitudes para conseguir un programa de fiestas, un par de turistas miraban ensimismados el gran plano de la ciudad que luce en la puerta de la oficina, mientras una pareja aparcaba sus bicicletas, con alforjas rebosantes de material para acampar. A ella le tocaba adentrarse en busca de informaci¨®n, mientras ¨¦l descansaba sentado bajo un ¨¢rbol.

Algunos vecinos se acercan en busca del programa de la Semana Grande

¡°Lo primero que vamos a hacer es ir a La Concha; luego, ya veremos¡±, explicaban Juan Luis, de 38 a?os, y Laura, de 24, una pareja de Alicante reci¨¦n llegada de Bilbao. Armados con todo lo imprescindible para tumbarse sobre la arena ¡ªgorro, ba?ador, toalla, crema¡ª parec¨ªa que la Semana Grande quedaba como opci¨®n relegada. Y otro tanto en el caso de unas amigas francesas, de Breta?a, Louise y Marylese, de 28 a?os, que sal¨ªan de la oficina con tan solo un mapa de la ciudad y el folleto sobre gastronom¨ªa. ?Por qu¨¦ San Sebasti¨¢n? ¡°Porque nos han hablado mucho, especialmente de los pinchos¡±, resum¨ªan ambas, tras asegurar que hab¨ªan decidido fiarse al azar y a lo que les llamara la atenci¨®n del programa del d¨ªa mientras recorr¨ªan las calles.

Con cierto aire m¨¢s festivo, incluso llevando el programa de las corridas de toros en la mano ¡ªpor segundo a?o consecutivo, el consistorio de Bildu ha decidido no incluir los espect¨¢culos taurinos dentro del programa oficial¡ª, Gabriela y Sebastian, de 28 y 31 a?os, respectivamente, y de Montreal (Canad¨¢), abandonaban la oficina. Al menos llevaban un ejemplar de cada folleto tur¨ªstico. Tienen dos semanas para recorrer Espa?a, con Barcelona, Segovia y Toledo, como paradas significativas de su ruta, sin mucho tiempo que perder. Tras un ba?o y comer, a los toros. Nunca antes hab¨ªan estado en una corrida, reconoc¨ªan, pero la ¡°curiosidad¡± les empujaba a acercarse a Illunbe, tras el pincho de rigor.