La pesca se reconvierte al turismo
Las visitas guiadas por miembros de cofrad¨ªas cobran auge en toda Galicia
Desde hace ocho a?os, las mariscadoras de Cambados compaginan su trabajo a pie de playa con la divulgaci¨®n de la vida dedicada al mar. Lo hacen porque cada a?o cientos de turistas y grupos de escolares est¨¢n dispuestos a pagar por conocer el origen de la ameixa bicuda, la babosa, el reloxio o la navalla, as¨ª como su posterior tratamiento y venta en la lonja. Y de mano de quienes agachan el lomo cada ma?ana para recogerlas. Las integrantes de la Asociaci¨®n Cultural de Mulleres do Mar Guimatur fueron en su d¨ªa pioneras en la promoci¨®n de lo que se dio en llamar ¡°turismo pesquero¡±, una modalidad que emplea la pesca, el marisqueo y todo lo que lo rodea como reclamo ex¨®tico para turistas o tan solo curiosos de la zona.
La crisis que atraviesa el sector ha animado a muchas cofrad¨ªas, y tambi¨¦n particulares, a explorar en los ¨²ltimos a?os nuevas v¨ªas de negocio que contribuyan a poner en valor su trabajo en el mar. As¨ª, si en 2004 eran tres los proyectos que en Galicia sacaban partido de esta modalidad ¡ªMardelira en Lira, Pescanatur en las R¨ªas Baixas y Guimatur en Cambados¡ª, hoy son ya 18 las iniciativas que apuestan por ofrecer rutas guiadas y compartir con los visitantes los secretos del mar. Con todo, y aunque Galicia lidera dentro en Espa?a el n¨²mero de proyectos relacionados con el turismo marinero, un informe publicado en 2011 por la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros (Funcas) revela que la recaudaci¨®n que las cofrad¨ªas obtienen por estas ¡°clases maestras¡± no acostumbra a superar el 5% del total de ingresos percibidos por las ventas ordinarias de sus productos.
¡°La ganancia tampoco es grande¡±, admite Mar¨ªa Jos¨¦ Cacabelos, presidenta de Guimatur. En Cambados, a los ingresos por visitante ¡ªtres euros por escolar y cinco para los turistas¡ª se les restan los gastos del seguro que contratan ¡°por si ocurriera alg¨²n percance en el puerto¡± y de las bolsas que las redeiras de la zona elaboran con conchas para obsequiar a los visitantes. Pero hay remuneraciones que no solo se pagan con dinero. ¡°Para nosotras tambi¨¦n es importante poner en valor nuestro trabajo, darlo a conocer y demostrar que el mar no es solo cosa de hombres, que las mujeres tenemos un papel muy importante¡±, explica Cacabelos. Adem¨¢s, para ella las visitas que llegan a Cambados por el reclamo del mundo pesquero ayudan a ¡°dinamizar¡± la vida econ¨®mica del municipio arousano. Y la afluencia cada vez va a m¨¢s. Si el primer a?o Guimatur recibi¨® 300 visitas, en 2011 fueron 3.000.
Algunas cofrad¨ªas logran un 5% de sus beneficios a trav¨¦s de estas iniciativas
Adem¨¢s de saciar la curiosidad, la iniciativa tambi¨¦n sirve para combatir la desconexi¨®n con el medio natural de j¨®venes escolares que maman la cultura urbana desde la infancia. ¡°Hubo alguno ni?o que encontraba las almejas en la arena y segu¨ªa escarbando para dar la salsa con la que su madre las preparaba¡±, comenta Mar¨ªa Jos¨¦ Cacabelos.
En Pindo Mari?o, el proyecto impulsado por la Cofrad¨ªa de Pescadores de O Pindo (Carnota), las mariscadoras socializan el patrimonio inmaterial que las generaciones fueron tejiendo con el paso del tiempo. Aqu¨ª se habla del marisqueo con ganchelo, con sacho, con aganzo, con fisga y se comparten las historias y leyendas que invaden una Costa da Morte te?ida de desgracias en el mar, que especialmente las mujeres conocen. ¡°Los ni?os se impresionan con nuestras leyendas e historias, que son tambi¨¦n nuestro patrimonio y forman parte de la cultura del mar. Les parecen pel¨ªculas¡±, explica una de las impulsoras de la idea, Mercedes D¨ªaz.
¡°Hay que mostrar el papel de la mujer en el mar¡±, afirma una mariscadora
Pero no todo es bajar a la playa o subirse al barco. Hay trabajos que se desarrollan en tierra y sin los que la pesca no ser¨ªa posible. Las redeiras de O Fieital, en Malpica de Berganti?os, tambi¨¦n optaron por constitu¨ªr su particular universidad vinculada a los saberes del mar. All¨ª, los visitantes no solo conocen c¨®mo es el d¨ªa a d¨ªa de quienes confenccionan las redes sino que tambi¨¦n aprenden a elaborarlas en los talleres que se organizan.
La asociaci¨®n, integrada por 30 redeiras, le ech¨® ingenio al asunto y, para afrontar la ¨¦poca de vacas flacas, opt¨® por esta v¨ªa. ¡°Ahora nos est¨¢n matando con las cuotas pesqueras. Si los barcos no pescan, a nosotras nos va mal. Y hay que buscar alternativas¡±, explica ?ngeles Mill¨¦, presidenta de la asociaci¨®n de pescadoras, que, con todo, deja claro que no quiere sustitu¨ªr las redes por el turismo. ¡°Esto es solo un acompa?amiento. Queremos transmitir nuestros conocimientos desde la experiencia¡±. Son, como algunas de ellas se denominan, ¡°catedr¨¢ticas del mar¡±, que ense?an las entra?as de un mundo que, pese a estar cerca, para muchos es un comleto desconocido. Y lo hacen sin haber sacado ninguna oposici¨®n. Les basta la lecci¨®n de toda una vida negociando con el Atl¨¢ntico el pan de cada d¨ªa.
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