Los hosteleros rebajan precios pero no logran frenar la ca¨ªda del turismo

Miran la carta, la revisan, piden una raci¨®n, si se puede media, pues media. La gente tiene p¨¢nico. Los abuelos est¨¢n pagando todo a los hijos con su pensi¨®n¡±. Los pocos turistas que entran en alguno de los restaurantes m¨¢s c¨¦ntricos de Santiago, los que rodean la Catedral, se lo piensan mucho antes de pedir y, cuando eligen, no van a lo caro. ¡°El restaurante es una prolongaci¨®n del bar, del tapeo. Se utiliza para tapear porque ya no hay quien pida un primer plato, un segundo y un postre¡±, explica Curro, responsable del restaurante Casa Rosal¨ªa, en plena r¨²a do Franco. La calle, que est¨¢ plagada de bares y tiendas de recuerdos, casi nunca est¨¢ vac¨ªa, pero la mayor¨ªa de los restaurantes coinciden en que ¡°hay gente por la calle, pero es un espejismo. Ves mogoll¨®n, pero es ef¨ªmero¡±. Y es que el perfil del turista ha cambiado: m¨¢s peregrinos, menos familias, m¨¢s turista extranjero, menos espa?oles, m¨¢s bocadillos y visitas al supermercado, menos plato y mantel. En resumen, m¨¢s controlar el gasto y menos dinero en las cajas. ¡°Esto a¨²n no arranc¨® y estamos a mediados de agosto¡±, repite Germ¨¢n, de O Celme do Caracol.

El a?o tur¨ªstico llega al ecuador confirmando una l¨ªnea descendente de pernoctaciones en hoteles y viajeros, en estancia media y en gasto que comenz¨® en 2008 y que solo encuentra la excepci¨®n del Xacobeo de hace dos a?os. Entre enero y junio (¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica) Galicia ha perdido 41.000 viajeros respecto al mismo periodo del pasado a?o. La secretaria general de Turismo, Carmen Pardo, considera que la ca¨ªda de viajeros se compensa con la de los excursionistas, aquellos que pasan un d¨ªa en la ciudad pero sin hacer noche, y que cada vez engordan m¨¢s su cifra: de los 3,5 millones de turistas que visitaron Galicia hasta finales de junio, 2,2 lo hicieron de pasada. Los hoteles de la capital lo notan a raz¨®n de 10 puntos menos que en julio del pasado a?o, y las pensiones, con 15 puntos menos, seg¨²n los datos de la Asociaci¨®n de Hosteler¨ªa de la ciudad. Se quedaron en un 53% y en un 45% de ocupaci¨®n. En Pontevedra, con sus centros de veraneo repartidos por las R¨ªas Baixas, la ocupaci¨®n est¨¢ tambi¨¦n ¡°un poco por debajo¡± del a?o pasado. Sin embargo, las ocupaciones se mantienen ¡°a costa de bajar el precio medio¡± de la habitaci¨®n entre un 10% y un 20%, explica el presidente de la Asociaci¨®n de empresarios de Hospedaje de Pontevedra, C¨¦sar S¨¢nchez. ¡°No es hace el agosto, y este verano no va a permitir llenar la hucha para pasar el invierno. ?Y qu¨¦ va a pasar despu¨¦s del verano? Porque no se ha perdido dinero, pero tampoco se ha ahorrado¡±, se pregunta S¨¢nchez.

¡°Esto a¨²n no arranc¨® y estamos en agosto¡±, lamentan en un restaurante

Al turismo que echan de menos es sobre todo al espa?ol y al portugu¨¦s tanto en R¨ªas Baixas como en Santiago, los dos centros de turismo del pa¨ªs, porque el extranjero crece. En junio, las pernoctaciones de turistas internacionales en la capital gallega aumentaron un 28,1%, mientras que las nacionales descendieron en un 21,4%, con respecto al mismo mes de 2011. Y las previsiones para agosto no son mejores. ¡°Con este nivel de ocupaci¨®n tendremos un invierno francamente complicado y habr¨¢ mucha gente que se quede sin trabajo, porque no lo hay. Necesitamos hacer grano para el invierno. Nuestro sector no es ajeno a esta depresi¨®n colectiva¡±, acuerda Xos¨¦ Manuel Otero, de la Asociaci¨®n de Hosteler¨ªa de Santiago. Con una mirada al por menor, cada hotel cuenta la feria por c¨®mo le va. Hay de todo, desde hostales pegados a la Catedral con ca¨ªdas del 20% hasta otros que se alimentan de peregrinos o turismo familiar y mantienen las cifras del a?o pasado. El com¨²n denominador es la queja sobre los alojamientos ilegales, aquellas casas que alquilas habitaciones sin pagar impuestos. ¡°Hay gente que lo hace por sobrevivir¡±, afirman. A¨²n as¨ª, identifican casos de ¡°edificios enteros con ocho o diez pisos llenos de camas piratas¡±. ¡°Si est¨¢n haciendo inspecciones, no se nota el resultado¡±, comentan en un hotel c¨¦ntrico.