Palabra de ¡®ghicho¡¯ distinto
Reixa comparte en un libro recuerdos y rencores con Xestoso y Cid Cabido
A Ant¨®n Reixa le perdon¨® la vida (laboral) un vocero de Aznar. Fue hace 15 a?os, m¨¢s o menos. Acababa de aceptar una oferta venenosa de Tele 5 para trabajar junto a Belinda Washington. Ten¨ªa que hacer entrevistas a bocajarro a tipos en apuros. Sin pa?os calientes. Uno de los primeros en someterse al tercer grado, desoyendo las advertencias del gallego, fue un estrecho colaborador del presidente. Miguel ?ngel Rodr¨ªguez era entonces secretario de Estado de Comunicaci¨®n y portavoz de facto del Gobierno. El cara a cara se grab¨® un domingo sin mayor problema, pero el lunes ya se hab¨ªa armado el bel¨¦n. El cabreo en La Moncloa dur¨® una semana. Reixa acab¨® enter¨¢ndose por fax de la fumata blanca. ¡°No temas por tus contratos profesionales¡±, le escrib¨ªa el agraviado.
No es la ¨²nica confidencia espinosa en las p¨¢ginas de Ghicho distinto (Xerais, 2012). Reixa aprovecha esta serie de conversaciones con el escritor Xos¨¦ Cid Cabido y el periodista Manuel Xestoso para resolver algunas ecuaciones mal despejadas en su d¨ªa. ¡°Ten¨ªa ganas de contar ciertas cosas¡±, se sonr¨ªe el presidente de la SGAE. Aunque han pasado muchos a?os, no olvida que uno de los obst¨¢culos con los que tropez¨® Mareas vivas antes de batir marcas de audiencia en TVG fue un ling¨¹ista ¡ª ¡°voy a decir el nombre¡±, se recrea en el libro¡ª llamado Xos¨¦ Ant¨®n Dobao. ¡°Consideraba que el personaje de Curr¨¢s era un ¡®insulto al pueblo gallego¡¯, palabras literales¡±.
Y quien dice lo del percebeiro que interpretaba Miguel de Lira en la serie, dice otras cosas: qui¨¦n le puso el nombre al grupo Rompente, por qu¨¦ O lapis do carpinteiro se rod¨® y estren¨® en castellano o c¨®mo lleg¨® el l¨ªder de Os Resentidos a la conclusi¨®n de que Hotel T¨ªvoli deb¨ªa ser su ¨²ltima pel¨ªcula como director. Un repaso consentido a la memoria personal de Reixa, desde su infancia de pijo en el barrio vigu¨¦s de O Calvario, donde naci¨® en abril de 1957, hasta su regreso a la militancia en 2009, tras 30 a?os de ¡°soledad pol¨ªtica¡±, con carn¨¦ del BNG. Todo eso, por supuesto, atravesando el inevitable corredor de los ochenta y su feroz invierno social. ¡°Sin nostalgia¡±, advierte el protagonista en cuanto le dejan. ¡°Me siento muy coherente con todo aquello¡±.
No solo de rencores se alimentan las casi 300 p¨¢ginas, completadas con un ¨¢lbum de fotos en orden cronol¨®gico. Tambi¨¦n hay homenajes a los amigos y compa?eros de generaci¨®n, muchos, y a los personajes que de una u otra manera marcaron su biograf¨ªa, desde su abuelo Ram¨®n, el cabo suelto de la estirpe republicana en la familia, hasta Xos¨¦ Lu¨ªs M¨¦ndez Ferr¨ªn, primero profesor y luego compa?ero en el claustro del instituto Santa Irene de Vigo. Y curiosidades, como que Reixa es tataranieto de P¨ªo Rodr¨ªguez Terrazo, uno de los l¨ªderes de la revuelta de 1846, o que pudo haber sido uno de los modelos de David Bowie cuando el brit¨¢nico quiso pasarse al sombrero.
¡°Este pa¨ªs es una putada, pero es el nuestro y a m¨ª
Cuenta Reixa que lo suyo con Galicia fue como lo de Adri¨¢n Solovio en Arredor de si, la novela de Otero Pedrayo: a la vuelta de un tour de juventud por Europa, de Londres a B¨¦lgica, se dio cuenta de que a¨²n no conoc¨ªa Lugo. Ah¨ª empez¨® su ¡°fascinaci¨®n¡± nacional. Lo que ¨¦l llama ¡°identificaci¨®n melanc¨®lica¡± con un territorio y su parroquia. Sin dramatismos. ¡°Este pa¨ªs es una putada, pero es el nuestro y a m¨ª me gusta as¨ª¡±, le suelta a sus contertulios. En otras palabras: por eso nunca se ha ido del todo a Madrid. Ni cuando se lanz¨® a la aventura de montar V¨ªdeo Esquimal en los ochenta ni ahora que ha levantado el pie del acelerador en Filmanova, su productora de A Coru?a, para presidir ¡°a tiempo intenso y completo¡± la SGAE tras el sonoro descalabro de Teddy Bautista.
Ghicho distinto es un juego de palabras: de un lado, el equivalente vigu¨¦s de fulano, la manera en que cualquiera en Bala¨ªdos se puede referir, sin acritud, al que calienta a su lado la grada. Del otro, aquel Sitio distinto que dirigi¨® en la joven TVG, un show irrepetible que se anticip¨® al brav¨². Para escribir el libro, los escribas se sentaron con Reixa varias veces entre la primavera y el verano de 2011. Por eso se quedaron fuera dos episodios relevantes: sus nuevas responsabilidades y su abandono del nacionalismo organizado. Aun as¨ª, la pol¨ªtica tiene su sitio, casi siempre amargo. ¡°Borrar¨ªa todo el tiempo gastado en reuniones absurdas y sectarias¡±, dice de su iniciaci¨®n en la organizaci¨®n estudiantil Erga en los setenta, aunque luego se lo piensa mejor. ¡°Somos los ¨²ltimos a los que la vida y la historia les permiti¨® hacer algo antes de que muriese Franco. Me da una cierta tranquilidad de conciencia¡±.
Del BNG ha roto hasta el carn¨¦, ¡°para no molestar¡±. Se ha ido con su ¡°frustraci¨®n a otra parte.¡± ¡°He optado por aplicar mi energ¨ªa en el colectivo de los autores, donde soy m¨¢s ¨²til¡±, argumenta. ¡°Para que yo volviese, la vida pol¨ªtica colectiva tendr¨ªa que liberarse primero de ese complejo emancipador y salvapatrias. Los discursos paternalistas desde una presunta vanguardia nunca son eficaces. El nacionalismo est¨¢ en descomposici¨®n, le da m¨¢s importancia a la organizaci¨®n que a las ideas y sigue muy distanciado de la ciudadan¨ªa. Hoy no basta con tener ideas claras y atractivas. Hacen falta l¨ªderes que las representen y defiendan con transparencia¡±.
La SGAE es otra cosa. ¡°Una mezcla entre la empresa y la pol¨ªtica¡± en la que se ha emboscado ¡°un poco por casualidad¡± y otro poco por culpa de un ¡°sentido del deber distorsionado¡±, dice, que arrastra desde chaval. ¡°Es de mala educaci¨®n decir que no¡±, bromea. Desde que los ladrones son legi¨®n, en el entorno de la entidad se habla menos de la famosa pirater¨ªa. Ahora mismo, a Reixa le preocupan bastante m¨¢s la inminente subida del IVA, ¡°una agresi¨®n incalculable¡±, y la crisis que azota la industria cultural. Es de suponer que en su reciente entrevista, adem¨¢s de compartir auditor¨ªas y normalizar las relaciones institucionales, el presidente de la SGAE le habr¨¢ dicho al ministro Jos¨¦ Ignacio Wert que el mecenazgo no ser¨¢ la soluci¨®n. Qui¨¦n sabe, la franqueza es siempre relativa. Mejor preguntar: ?hay sinton¨ªa con el ministerio? ¡°Es gente educada¡±, se zafa el ghicho.
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