Her¨¢ldica local en lista de espera
Los escudos de Madrid, Brunete, Chinch¨®n, Somosierra y San Agust¨ªn de Guadalix carecen todav¨ªa de la validaci¨®n oficial del Gobierno regional
De los 179 municipios de la regi¨®n, la inmensa mayor¨ªa posee hoy escudo propio. Muchos cuentan tambi¨¦n con bandera. Los lugare?os ven representadas en ellos y en los estandartes que los estampan se?as de su identidad y su pasado. Unos y otros incluyen una serie de elementos significantes, te?idos generalmente en cinco colores, gules (rojo), azur (azul), sable (negro) sinople (verde) y p¨²rpura, as¨ª como representaciones de objetos, animales y lemas cuya combinaci¨®n produce un significado que distingue e identifica a quienes de ellos se reclaman. Hay adem¨¢s aditamentos ornamentales como cintas, lambrequines u orlas. Contrariamente a lo que suele creerse, cada espa?ol, y por extensi¨®n cada madrile?o, tiene el privilegio de elegir las armas de su propio escudo independientemente de su origen y de su posici¨®n social. ¡°De tal distinci¨®n carecen otros nacionales europeos¡±, se?ala Fernando del Arco, heraldista y durante d¨¦cadas presidente de la Secci¨®n de Her¨¢ldica y Genealog¨ªa del Ateneo de Madrid. Es autor del libro Labras her¨¢ldicas madrile?as.
Montes, zapatos y aviones
El escudo de Becerril de la Sierra muestra tres montes blancos sobre fondo azul de su cercana serran¨ªa; hasta 12 tortugas figuran en el de Galapagar y doce colmenas blasonan el de Colmenar Viejo, mientras un castillo incendiado signa el blas¨®n de Velilla de san Antonio; en el escudo de Caraba?a, famosa por sus aguas medicinales, hay una gran fuente; y en el blas¨®n de Chapiner¨ªa un bota lo singulariza, en recuerdo de los zapateros de chapines que all¨ª faenaban. Uno de los blasones m¨¢s pintorescos es el de Getafe que pese a su origen altomedieval luce, hoy innovado, una decena de aviones de plata.
Elaborar el repertorio her¨¢ldico de Madrid no fue tarea sencilla. Menos de la mitad de los municipios de la regi¨®n, concretamente 74, ya lo ten¨ªan desde tiempo inmemorial. Pero el resto, hasta 179, tuvo que dotarse de uno nuevo as¨ª como de una bandera propia a partir de 1985, ya que la antigua provincia de Madrid pas¨® a ser Comunidad Aut¨®noma uniprovincial. Pero, a¨²n hoy, los Ayuntamientos de Madrid, Brunete, Chinch¨®n, Somosierra y San Agust¨ªn de Guadalix ¡°no han tramitado o no han obtenido a¨²n la preceptiva autorizaci¨®n de sus escudos por parte del Gobierno regional¡±, seg¨²n fuentes de la Comunidad de Madrid. Por su parte, fuentes municipales madrile?as subrayan que el escudo de la ciudad tiene un pasado centenario y que como tal ha sido registrado en la oficina registral de Patentes y Marcas en el a?o 2009, hecho que consideran acreditaci¨®n suficiente.
Unificar criterios
Las normas estatales y auton¨®micas al respecto, emitidas entre 1984 y 1987, trataron de unificar criterios modificando una legislaci¨®n estatal anterior que databa de 1952. ¡°Las nuevas normas exig¨ªan a los Plenos municipales un expediente y un proyecto sobre escudos y banderas, encomendados a un heraldista, de tal manera que aunaran historicidad municipal, valores reconocidos, distinciones caracter¨ªsticas de cada villa y preferencias de los lugare?os¡±, explica el heraldista Fernando del Arco, que inform¨® entonces algunos emblemas. La aprobaci¨®n de tales insignias correspond¨ªa a la Comunidad Aut¨®noma, seg¨²n sendos Reales Decretos de marzo y julio de 1984 y 1987, respectivamente.
En muchos de los flamantes escudos abundan hoy las olas de plata y azul que caracterizaban a villas ribere?as de los r¨ªos que riegan la regi¨®n. En muchos otros escudos figura un acueducto, vestigio de la pertenencia medieval a Segovia de numerosos municipios madrile?os, casi todos los del centro-noroeste y algunos del centro-sur. Otro de los elementos her¨¢ldicos m¨¢s repetidos en la escuder¨ªa blasonada madrile?a es el lema de las familias latifundistas de los Mendoza, duques de Medinaceli y del Infantado, emparentados con los de Lerma y Osuna: Ave Mar¨ªa gratia plena. El caso de Rivas Vaciamadrid es hoy singular, ya que, si bien posee un s¨ªmbolo de identidad corporativa, con una estrella de plata, por desavenencias entre el Pleno municipal y la Academia de la Historia, que brinda su dictamen, ha carecido durante a?os de escudo y de bandera homologados por el Gobierno regional, seg¨²n explica Jacinto Mart¨ªn de Hijas, que fue funcionario municipal all¨ª desde 1979 hasta su reciente jubilaci¨®n.
Siete estrellas sobre fondo rojo
El despliegue de escudos municipales abarca hoy un pol¨ªcromo abanico. Al ser el carmes¨ª el color por excelencia de las dos Castillas, a caballo de las cuales Madrid cabalga, fue el pabell¨®n rojo sobre el que se estamparon las siete estrellas y las dos torres castellanas de plata que configuran hoy el escudo y la bandera regionales. Hubo parlamentarios del PP que acusaron entonces a los dise?adores del estandarte madrile?o de reproducir la bandera del vietcong comunista vietnamita, como se recordaba con sorna en el entorno del socialista Joaqu¨ªn Leguina, primer presidente del Gobierno regional. Sus adversarios parec¨ªan desconocer que las siete estrellas figuraban en el propio escudo de Madrid desde la Edad Media. Por cierto, cuentan las cr¨®nicas que en plena batalla de Las Navas de Tolosa (Ja¨¦n), en 1212, el estandarte de una mesnada de guerreros madrile?os, con su osa erguida sobre el madro?o, fue confundido con el pend¨®n del Se?or¨ªo de Vizcaya, que mostraba un gran lobo.
Madrid presenta la particularidad de rematar su tradicional escudo municipal con una corona real abierta ¨Cla mayor¨ªa de los regionales lo hacen con una corona cerrada-, que algunos heraldistas consideran signo imperial por haber sido la cortesana villa capital de un imperio.
Vestigios medievales
Aunque el auge capitalino no sobrevino hasta el siglo XVI bajo Felipe II, que asent¨® establemente la Corte, Madrid conserva algunas labras armeras de origen bajomedieval: las m¨¢s vetustas se encuentran en la plaza de la Villa, sobre el dintel de la que es hoy sede de la Real Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas. Se trata de la casa contigua a la Torre de los Lujanes, un linaje familiar de los m¨¢s veteranos de la ciudad -coinciden los genealogistas- junto con los de Luz¨®n, Zapata, Barrionuevo, Gato y Ram¨ªrez. Son dos escudetes bajomedievales, fechados en torno a 1470, muy semejantes a otros que tachonan la fachada de la iglesia de los Jer¨®nimos, construida en 1506, y a otros m¨¢s que ornamenta la tardo-g¨®tica capilla del Obispo, en la plaza de la Paja. No obstante, el escudo m¨¢s veterano de la ciudad por el motivo de su hechura, es el blas¨®n del Papa Inocencio VI, con las tres coronas de su tiara, que se encuentra a la espalda de la iglesia de san Gin¨¦s de la calle del Arenal. Fue all¨ª instalado tras una bula emitida en 1358 por aquel Pont¨ªfice para privilegiar con indulgencias a quienes ayudaran a la reconstrucci¨®n del templo madrile?o, saqueado poco antes por infieles.
En la Ciudad Universitaria de la Complutense se encuentra la p¨¦trea puerta del antiguo Hospital de La Latina, que contiene cuatro escudos medievales de 1499, y que se atribuye a un alarife morisco de nombre Hass¨¢n. Fue trasladada piedra a piedra desde la calle de Concepci¨®n Jer¨®nima, su primitivo enclave. Uno de los m¨¢s bellos escudos her¨¢ldicos de Madrid se atribuye a un dise?o del artista italiano Juan Lorenzo Bernini, el hombre que magnific¨® y universaliz¨® Roma. El gran blas¨®n, de fines del siglo XVII, destella en la iglesia de las Calatravas de la calle de Alcal¨¢.
La fachada her¨¢ldicamente m¨¢s ornamentada pertenece al Antiguo Hospicio de San Fernando, en la calle de Fuencarral, 78, que muestra junto a los dinteles de sus ventanas hasta 14 blasones de distintos reinos hispanos. Fueron labrados entre 170 y 1726 por orden del arquitecto Pedro de Ribera, autor de la fachada churrigueresca del hoy Museo de Historia y hasta hace poco Archivo Municipal.
Entre las labras armeras de mayores dimensiones de Madrid, aparte de las que coronan el Palacio Real, figura la que blasona el edificio que fuera C¨¢rcel de Corte, hoy Ministerio de Asuntos Exteriores, en la plaza de las Provincias, Junto a la Plaza Mayor. Otra de muy gran tama?o remata el palacio de Murga o de Linares, sede de la Casa de Am¨¦rica, en la plaza de Cibeles. Sin duda el blas¨®n p¨¦treo de m¨¢s tama?o en toda la regi¨®n es el que tachona el frontispicio del palacio arzobispal de Alcal¨¢ de Henares, de unos tres metros de di¨¢metro, que perteneci¨® al cardenal e infante de Espa?a Luis de Borb¨®n. Data del siglo XVIII.
Un museo blasonado
El Museo Nacional de Artes Decorativas, seg¨²n informa su jefa de Documentaci¨®n, Ana Cabrera, ¡°atesora un ajuar de hasta 700 emblemas her¨¢ldicos, inventariados por la estudiosa portuguesa Sof¨ªa Gomes da Costa, en unos 500 objetos ornamentales¡±. Decoran crista, metales, cer¨¢mica -los famosos botanes de Farmacia-, cuero, muebles y vajillas¡°, como muestra la primorosa sopera de Felipe V, esmaltada con el escudo de la Casa de Borb¨®n. Deslumbra el llamado pa?o de Estado, un tapiz funerario arzobispal del siglo XVII bordado en oro y pedrer¨ªa, de m¨¢s de tres metros de longitud¡±, se?ala la responsable documentalista.
San Lorenzo de El Escorial, Aranjuez, Torrelaguna y Navalcarnero son quiz¨¢ las localidades madrile?as con mayor n¨²mero de blasones ¨Cno cabe olvidar ni el Palacio Real de Madrid ni los Sitios Reales de las dos primeras localidades, verdaderos viveros her¨¢ldicos- pero muchos otros municipios timbran con her¨¢ldica propia sus mejores casas solariegas y sus edificios consistoriales donde, cada ma?ana, las banderas locales flamean al viento desde lo alto de sus balcones exhibiendo sus signos distintivos.
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