La revuelta de las billardas
Cientos de deportistas recuperan este juego tradicional por toda Galicia
En una ¨¦poca en la que los chavales van pegados a la videoconsola las 24 horas del d¨ªa, puede parecer arriesgado apostar por los juegos tradicionales. ?Pueden unos palos voladores competir con la industria japonesa de la maquinita? Quiz¨¢s es algo en lo que nunca pens¨® Xerm¨¢n Viluba, el impulsivo presidente de la Liga Nacional de Billarda (LNB) y, como tal, el principal responsable de que ahora los j¨®venes vuelvan al campo con sus abuelos a pasar el d¨ªa jugando. Desde que a principios de este siglo un grupo de amigos constituy¨® la LNB en Ribadeo, la revuelta de las billardas fue extendi¨¦ndose r¨¢pidamente por el pa¨ªs y hoy hay inscritos 45 equipos en toda Galicia, con unos 300 jugadores.
Otros muchos son participantes espor¨¢dicos que aparecen para alg¨²n partido o aberto, en los que puede competir todo el mundo. Siempre se escucha a alguien preguntar ¡°?C¨®mo se juega a esto?¡±. Parte del ¨¦xito de la LNB radica en atraer muchos novatos que nunca hab¨ªan bebido de este deporte popular. R¨¢pido llega alg¨²n veterano para explicar las normas b¨¢sicas. El arma del palanador, no es dif¨ªcil adivinarlo, es el pal¨¢n, una vara de 60 cent¨ªmetros con la que se tiene que levantar del suelo la billarda ¡ªun palo puntiagudo de 20 cent¨ªmetros¡ª para darle de nuevo en el aire antes de que caiga. La finalidad es lanzar con fuerza la billarda para que llegue lo antes posible a la l¨ªnea de meta y punt¨²e. ¡°Es un juego muy simple y cualquiera puede practicarlo, pero si uno quiere hacer varados necesita algo de experiencia¡±. Un varado, explica Xerm¨¢n, consiste en meter la billarda entre los palos de un golpe. El home run gallego.
Aunque hist¨®ricamente fue uno de los pasatiempos principales de los ni?os gallegos y de los no tan ni?os, la billarda se fue perdiendo progresivamente hasta su resurgir actual. Muchos palanadores integrados en la LNB ya est¨¢n jubilados y recuerdan la billarda del patio del colegio.
Los jugadores de m¨¢s edad recuerdan la billarda del patio del colegio
¡°Las canicas, la peonza o la billarda eran de los pocos juegos que ten¨ªamos antes los j¨®venes. Dej¨¦ de jugar cuando acab¨¦ la escuela. Luego parec¨ªa que se hab¨ªa quedado obsoleta con los nuevos juguetes que tienen los ni?os y con la falta de espacios¡±. Daniel Rodr¨ªguez Saavedra, a sus 63 a?os, es uno de los palanadores rejuvenecidos por la billarda. Dirig¨ªa un campamento musical en Ribadeo cuando se enter¨® de la existencia de la LNB y se le ocurri¨® hacer una demostraci¨®n para los j¨®venes. Ten¨ªan entre 10 y 17 a?os y casi ninguno sab¨ªa nada de billardas. Apareci¨® Xerm¨¢n Viluba y r¨¢pidamente organizaron un aberto en el que participaron tambi¨¦n los mayores. Al d¨ªa siguiente, Daniel cogi¨® unas piezas de madera y se fabric¨® un pal¨¢n y unas billardas. Ahora viaja por Galicia para jugar con su mujer, su hijo y dem¨¢s familia en el equipo Billardeiros Musicais.
¡°Yo me enter¨¦ de que exist¨ªa la billarda mirando Internet con mi primo. Vimos el blog O Varal [de la LNB] y nos decidimos a jugar¡±. Cristian Puentes, de Portonovo, representa una nueva hornada de palanadores. Empez¨® con la billarda en 2010, a¨²n est¨¢ a punto de cumplir los 18 a?os y el equipo que montaron, Os Bateas, qued¨® campe¨®n de las dos ¨²ltimas ligas. ?l fue, adem¨¢s, el que m¨¢s puntos sum¨® en toda Galicia en la temporada de su debut. Conoci¨® el juego de los abuelos al calor de las casta?as, en un magosto de su escuela, y la experiencia fue desastrosa. ¡°Sab¨ªa que lo pod¨ªa hacer mejor y decid¨ª continuar. El buen ambiente que desprende la gente en las pistas anima a seguir¡±.
¡°La gente alegre y combativa pronto se implic¨® en el deporte nacional¡±
Aun as¨ª, Cristian no se explica c¨®mo la billarda pudo tener tant¨ªsimo ¨¦xito entre la gente joven en tan poco tiempo. Xerm¨¢n Viluba tiene sus hip¨®tesis. ¡°Sacamos la billarda de su ¨¢mbito natural y la metimos en festivales y eventos de todo tipo. La gente alegre y combativa se implic¨® en el deporte nacional gallego por excelencia¡±. As¨ª, la billarda fue sobrepasando el ¨¢mbito del deporte para convertirse en una contracultura que recuerda al brav¨². ¡°En las pistas se come, se fuma y se beben cervezas o cubatas, todo lo que no puedes hacer si quieres ser buen deportista. Tambi¨¦n montamos un grupo de m¨²sica, Extensi¨®n Agraria, y antes de cada concierto organizamos un aberto de billarda¡±.
Otra clave del ¨¦xito que no tienen otros juegos tradicionales es la creaci¨®n de un est¨¢ndar. La billarda no es m¨¢s que la variedad gallega de un deporte practicado en todo el mundo. El m¨¢s conocido es el b¨¦isbol en Estados Unidos, pero hay algo parecido en cada pa¨ªs. En Galicia son muchas las formas de jugar, pero la LNB opt¨® por la que consiste en tirar a meta. ¡°Cogemos pinceladas de formas tradicionales y las traemos al siglo XXI. Cuando decidimos extender el conflicto billardeiro pensamos en una forma din¨¢mica y que permitiese hacer abertos con hasta 100 jugadores¡±. Parece que la f¨®rmula que explica Xerm¨¢n funcion¨®. Despu¨¦s de un juego, los primerizos siempre preguntan lo mismo: ¡°?C¨²ando es el pr¨®ximo?¡±.
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