Galicia se juega su pesca artesanal

Pescar menos ahora para pescar m¨¢s luego, dejar de tirar muertos al mar los peces capturados por error, permitir a los pescadores venderse entre ellos cuotas de pesca e implicar a las comunidades pesqueras locales en la toma de decisiones. Son las principales apuestas de la Comisi¨®n Europea para la gran reforma de la Pol¨ªtica Pesquera Com¨²n (PPC) que, tras sus ¨²ltimos debates el pr¨®ximo oto?o, estar¨¢ en vigor hasta 2020. De sus matices finales depender¨¢ que la pesca en Galicia siga existiendo como la conocemos.

Los nuevos objetivos, con los que en principio est¨¢n de acuerdo Estados, pescadores y ecologistas, tienen sus matices y requerir¨¢n sacrificios, que la UE quiere compensar con 6.500 millones de euros. Para que los cambios sean m¨¢s llevaderos para Galicia, Xunta y partidos pol¨ªticos est¨¢n embarcados en un tira y afloja de alegaciones, presiones y negociaciones entre ellos, en el Parlamento Europeo, con los Estados y con la Comisi¨®n.

Si en algo hay consenso en Galicia es en que ¡°hoy la pesca en las aguas europeas no es la misma que en los a?os 80¡±, destaca la Conseller¨ªa do Mar. Sin embargo, la capacidad legal de pesca de cada Estado de la UE con respecto al total sigue siendo la misma. Es lo que se denomina ¡°principio de estabilidad relativa¡±, que pese a la protesta de Espa?a y la amenaza, tal vez baza negociadora, de Feij¨®o de acudir a la Justicia, nadie cree que vaya a variar por las presiones de otros Estados. Perdida esa guerra, Xunta, PSdeG y BNG intentan ganar alguna batalla.

Las tres corrientes pol¨ªticas coinciden tambi¨¦n en la necesidad de apoyar la pesca artesanal o costera. Aunque difieren en su definici¨®n, lo que hay detr¨¢s son 4.500 de los cerca de 5.000 barcos gallegos, el grueso de un sector que, como reconoce la propia Comisi¨®n, emplea en Galicia al 3% del mercado laboral frente al 0,2% de la media de la UE.

Galicia critica que cada Estado pesque en igual proporci¨®n que en los a?os 80

La reforma que propone la Comisi¨®n abre la posibilidad de destinar recursos y medidas espec¨ªficas para ese subsector artesanal, ¡°pero se queda en eso, en establecer la posibilidad dejando el resultado final en manos de los Estados¡±, critica la eurodiputada del BNG Ana Miranda, que insiste en elevar de 12 a 15 metros la eslora m¨¢xima de los barcos y de 24 a 36 horas el tiempo de faena. De lo contrario buques gallegos como los del cerco, unos 160, quedar¨ªan fuera de la categor¨ªa. Y aun as¨ª no ser¨¢ posible mantener dentro a un centenar de arrastreros de litoral, cuyas artes son demasiado agresivas para ser artesanales.

Los tres partidos destacan que la pesca costera gallega es la m¨¢s sostenible y apenas tiene descartes porque todas las capturas son especies comercializables abundantes. ¡°En Galicia el problema no es que se capturen por error especies en peligro o que no se comen; peces hay de sobra, lo que no hay es la cuota correspondiente para luego poder comercializarlos¡±, explica la diputada auton¨®mica socialista Marisol Soneira.

La Xunta, por su parte, hace hincapi¨¦ en la necesidad de flexibilizar la posibilidad de que los pescadores de altura se vendan entre s¨ª cuotas de pesca. Quiere que flotas como la de Gran Sol, donde los gallegos ya son los principales pescadores, tengan m¨¢s f¨¢cil pescar lo que otros Estados no quieren. ¡°Como se venden ya en el mercado com¨²n todo tipo de productos¡±, ejemplifica Mar. Por el contrario, el Gobierno gallego se opone a la venta de cuotas a nivel artesanal, pero no llega al extremo del BNG de pedir a Bruselas que lo vete directamente ya que dice confiar en que el Gobierno central no lo aplicar¨¢.

Y a estas alturas, teniendo en cuenta el obligado equilibrio de la Comisi¨®n entre los conservacionistas y los pescadores, entre la sostenibilidad ecol¨®gica y la econ¨®mica y social, ?qu¨¦ se puede conseguir y qu¨¦ no?

Miranda conf¨ªa en que se puedan introducir mejoras expresas para la pesca artesanal e incrementos en las cuotas de alguna especie, pero en el lado negativo teme que Galicia ya ha perdido influencia pol¨ªtica y que las cuotas transferibles entre pescadores da?ar¨¢n a los peque?os en beneficio de los grandes.

La socialista Soneira coincide en la p¨¦rdida de influencia pol¨ªtica. ¡°Damos mensajes de que la pesca nos es irrelevante, con detalles como los nombres del ministerio o de la conseller¨ªa¡±. Al contrario que la nacionalista tiene ¡°serias dudas de que se pueda conseguir poco m¨¢s¡± en las negociaciones que restan, lo que atribuye a que ¡°el ministro de Agricultura ya dijo que fue todo estupendo y lo ¨²nico que logr¨® fue retrasar lo que por l¨®gica ya se iba a retrasar¡±.

La Xunta niega esas acusaciones y recuerda que el poder de negociaci¨®n directa de una comunidad en Europa es limitado. As¨ª que asegura que a¨²n se puede convencer a Bruselas de cuestiones como la flexibilizaci¨®n de la prohibici¨®n de los descartes. Pero sin olvidar, destacan desde la Conseller¨ªa do Mar, que ¡°la principal amenaza para la pesca artesanal gallega es el principio de estabilidad relativa, seguir pescando como en los 80¡±.