Santa Mar¨ªa la Blanca, tres en una
La rehabilitaci¨®n desvela su pasado de sinagoga, mezquita e iglesia mud¨¦jar
Mezquita en el siglo X, en plena ¨¦poca califal; sinagoga cuando Alfonso X El Sabio dividi¨® la ciudad para que las tres religiones tuvieran sus lugares de culto, a mediados del XIII; iglesia mud¨¦jar a principios del XV y templo barroco desde el XVII. Todo esto ha sido Santa Mar¨ªa la Blanca de Sevilla que, desde abril de 2010 que se cerr¨® al p¨²blico tras la aparici¨®n de grietas, est¨¢ viviendo ahora otra profunda renovaci¨®n. Sin embargo, en esta ocasi¨®n, no dar¨¢ otro salto en la Historia del Arte. Se quedar¨¢ como ¡°la joya barroca¡± que es desde hace cuatro siglos, apunta ?scar Gil Delgado, el arquitecto que est¨¢ trabajando para devolverle su esplendor al templo. La reparaci¨®n de las cubiertas, sustituci¨®n de la soler¨ªa y consolidaci¨®n de los z¨®calos de azulejos han hecho posible desnudar parte de la iglesia e investigar su pasado.
¡°El levantamiento de la soler¨ªa nos ha permitido ver los cuatro muros de la mezquita, que formaban un cuadrado de 12 x 12 metros con el mihrab en el centro del lado Sur. ?sta fue una de las tres mezquitas que Alfonso X cedi¨® a los jud¨ªos en el siglo XIII para que las convirtieran en sinagogas y la ¨²nica que queda en pie. Las otras dos eran las iglesias de Santa Cruz ¡ªdemolida por los franceses en el XIX para construir la actual plaza del mismo nombre¡ª y la de San Bartolom¨¦ que, tras ser da?ada por el terremoto de Lisboa de 1755, se derrib¨® completamente y se levant¨® en estilo barroco¡±, explica Diego Oliva, encargado de los trabajos de arqueolog¨ªa junto a Alfonso Jim¨¦nez.
El templo sevillano conserva trazas de una mezquita del siglo X
Seg¨²n el arque¨®logo, Santa Mar¨ªa la Blanca fue la sinagoga m¨¢s importante de la juder¨ªa porque estaba anexa al palacio de Altamira, residencia de Yusuf Pich¨®n, tesorero mayor del Reino de Castilla con Juan II. La iglesia es uno de los escasos ejemplos en los que conviven elementos de las tres religiones.
¡°De la mezquita, adem¨¢s del arranque de los muros y del mihrab, tambi¨¦n se conserva el arco de la portada, construido con sillares de piedras calcarenita, que puede verse desde el patio de la casa del p¨¢rroco, lo que podr¨ªa ser el patio de abluciones de la mezquita¡±, comenta Gil Delgado, quien hab¨ªa intervenido de urgencia ante la aparici¨®n de grietas en 1999 y que, actualmente, tras la rehabilitaci¨®n de las cubiertas y la espada?a, est¨¢ trabajando en el interior desde principios de 2011. La primera parte de la obra, con un presupuesto de 890.000 euros, la han financiado la Consejer¨ªa de Cultura (80%) y la Archidi¨®cesis de Sevilla (20%); mientras que la segunda fase, la rehabilitaci¨®n interior presupuestada en 300.000 euros, la est¨¢n pagando los feligreses de la parroquia. ¡°La historia se repite porque en el siglo XVII fueron tambi¨¦n los parroquianos quienes sufragaron las yeser¨ªas que realiz¨® Pedro Rold¨¢n. Son gente muy activa que ha pedido un pr¨¦stamo, a trav¨¦s de la Archidi¨®cesis, y est¨¢n haciendo un sinf¨ªn de actividades para recaudar dinero¡±, explica el arquitecto.
La azulejer¨ªa es, en su mayor¨ªa, obra del taller de Diego de Sep¨²lveda del siglo XVII y, como el resto de la construcci¨®n est¨¢ afectada por la humedad. ¡°Hay muchos azulejos que est¨¢n sueltos y se han ca¨ªdo o los han robado, y otros est¨¢n demasiado pegados por la carbonataci¨®n del mortero¡±, comenta el restaurador Carlos N¨²?ez, al frente del equipo que tiene que consolidar 300 metros cuadrados de azulejos.
El arquitecto ?scar Gil Delgado dirige la obra que costean los feligreses
Durante la obra, que realiza la empresa Joaqu¨ªn P¨¦rez D¨ªaz y estar¨¢ terminada antes de finales de este a?o, tambi¨¦n se ha identificado los muros de la sinagoga y unas ventanas altas mud¨¦jares, que recorren toda la nave central y est¨¢n ocultas por las yeser¨ªas. ¡°Cuando se desmontaron las dos lunetas, copias de los cuadros de Murillo que rob¨® el mariscal Soult, pudimos picar en el enfoscado y sacar los arcos mud¨¦jares, algo que desmonta totalmente la teor¨ªa de que Santa Mar¨ªa la Blanca se hab¨ªa reconstruido totalmente en el siglo XVII¡±, aclara Gil Delgado.
Una vez terminada la remodelaci¨®n, el templo recuperar¨¢ su aspecto y volver¨¢ a lucir como lo proyectaron los arquitectos Pedro S¨¢nchez Falconete y Juan Gonz¨¢lez: 450 metros cuadrados de Barroco en estado puro.
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