21 a?os haciendo re¨ªr a Bilbao
El Gran Circo Mundial es un cl¨¢sico de la Aste Nagusia bilba¨ªna
Al t¨¦rmino de las dos horas de funci¨®n que ha pasado con la boca abierta desde una de las primeras filas, Jos¨¦ Mar¨ªa Ir¨ªzar, de 89 a?os, se trastabilla al bajar los escalones de los ba?os. Entorna sus ojos azules y escucha con seriedad cuando se le pregunta si le ha gustado. Responde que ya casi no se acuerda de las actuaciones, hasta que su hijo le cuenta lo bien que se lo ha pasado cuando el payaso Carletto, uno de los artistas m¨¢s veteranos del espect¨¢culo, ha sacado a la pista a seis espectadores para montar una orquesta de instrumentos trampa. Y su rostro arrugado se ilumina: ¡°No he visto nada mejor¡±. El anciano r¨ªe sin hacer ruido antes de salir de la carpa con sus nietos. Fuera les esperan las barracas del Parque Etxebarria, donde el Gran Circo Mundial se alza en una parcela que casi lleva su nombre. Con esta ya van 21 Aste Nagusias que han hecho de este circo todo un cl¨¢sico de las fiestas de Bilbao.
Su maestro de ceremonias y director art¨ªstico, Paco Goti, hace malabarismos en la pista y fuera de ella para cuadrar el programa de la segunda funci¨®n, la de las 20.30, y acabar a tiempo. ¡°Es que nos tiran los fuegos artificiales aqu¨ª al lado¡±, explica. ¡°Los animales tienen asumidas la m¨²sica y las luces, pero las explosiones... Adem¨¢s, hay que apagar todas las luces y no lo puedes hacer con 1.000 personas dentro¡±.
El maestro de ceremonias destaca las ¡°ra¨ªces circenses¡± de Bilbao
Lo cuenta Goti, desde un tr¨¢iler convertido en sal¨®n, perfectamente maquillado para conducir la ceremonia y entre viejos carteles de 1973, cuando naci¨® el circo con Torrebruno como estrella. Goti cree que hay un cambio de mentalidad: ¡°Antes en Bilbao no se escuchaba, pero ahora es autom¨¢tico: ¡®?Cu¨¢l es la entrada m¨¢s barata?¡¯ El perfil del p¨²blico no ha cambiado, pero s¨ª d¨®nde se sientan¡±.
Muchos, en efecto, ocupan las sillas azules de la ¨²ltima fila, hasta 20 euros m¨¢s baratas que las butacas que rodean la pista. A esta primera funci¨®n, entre semana, acuden cientos de personas, pero ni de lejos llegan a llenar la carpa, con capacidad para m¨¢s de 2.000 espectadores. ¡°Y eso que para feria de circo, la de Bilbao¡±, declara Goti rotundo. ¡°Esta ciudad tiene las ra¨ªces circenses muy dentro, porque en esta zona ha habido muchos artistas de circo¡±. Menciona a Arturo Castilla, el director del Circo Price que form¨® parte de los Hermanos Cape, y a los famosos payasos Tonetti, antes de enfatizar: ¡°Bilbao es una plaza muy gourmet donde se reconoce la calidad. Muchos repiten cada a?o y no les enga?as¡±.
162 personas de m¨¢s de 20 pa¨ªses forman la ¡®familia¡¯ del Gran Circo Mundial
Entre esas fieles est¨¢ ?gueda Lopategi, que asegura que no pasa una Aste Nagusia sin acercarse al circo. ¡°Poco pagado est¨¢ para todo lo que ocurre ah¨ª dentro¡±, exclama esta abuela, que conoce al dedillo qu¨¦ espect¨¢culos han desaparecido y las novedades de cada temporada. Este a?o destacan los Giang Brothers, dos hermanos originarios de Vietnam que realizan equilibrios de fuerza uno sobre otro. Cuando no exist¨ªa el Circo Mundial, ?gueda iba al que llegaba a la Campa de los Ingleses con su hija, Izaskun Menoio.
Acabada la funci¨®n, esta ¨²ltima reconoce que se le ha encogido el pecho en cada salto de los acr¨®batas Hermanos Navas, otra de las novedades de este a?o. En esta familia el gusto por el circo se intenta perpetuar hasta la tercera generaci¨®n con Anne, una ni?a de 7 a?os que comenta con su amiga Haizea los trucos de magia de Miss Christiie. Esta noruega, que parece sacar tigres y perros de la nada, debut¨® el a?o pasado en la Aste Nagusia.
Todo dentro del Circo Mundial ocurre entre sonrisas y las dos horas pasan volando. Fuera de la carpa, Goti tiene otra percepci¨®n: ¡°Bilbao est¨¢ triste, apagado. Lo hemos comentado entre los compa?eros, desde hace unos a?os se nota a la gente m¨¢s retra¨ªda y m¨¢s fr¨ªa. Y el espect¨¢culo ahora no da dinero¡±, lamenta. ¡°Pero somos una ciudad itinerante de 162 personas de m¨¢s de 20 pa¨ªses y seguiremos volviendo mientras podamos¡±.
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