¡°Los tomates no salen del supermercado¡±

Barcelona, en el barrio del Poble Nou. A la altura del n¨²mero 5 de su rambla hom¨®nima, unas tomateras se asoman por lo alto de un muro vetusto, medio derrocado. Podr¨ªa pasar por una de las malas hierbas que hasta octubre de pasado a?o brotaban de un solar infestado por ratas y escombros. Pero no, las solan¨¢ceas brotan de un solar de m¨¢s de 500 metros cuadrados que una treintena de vecinos han ocupado para montar un huerto.

Mourad Kalaidji, un argelino de 45 a?os, riega las tomateras. Detr¨¢s de ¨¦l, su dos hijos de 13 y 2 a?os, le observan atentamente. ¡°Vienen para aprender lo que es la tierra, c¨®mo salen las plantas¡±, explica. Como Kalaidji, Jordi Planas, de 43 a?os, acude peri¨®dicamente con su hijo de cuatro a?os y medios a cuidar una de las m¨¢s de 30 parcelas de 15 metros cuadrados que hay en el solar. A diferencia de los huertos municipales, concedidos en su mayor¨ªa a jubilados, en este trabajan vecinos de todas las edades. Planas utiliza esta plantaci¨®n para ense?ar al peque?o: ¡°Quiero que sepa que los tomates no salen de los supermercados, sino aqu¨ª¡±.

La idea surgi¨® de una de las asambleas de los Indignados del barrio para mejorar un zona que desde 1992 ha sufrido su peculiar transformaci¨®n urban¨ªstica. Derrocadas las antiguas f¨¢bricas, en medio de esa vor¨¢gine, algunos solares quedaron en desuso esperando mejor vida, mientras algunos yonkis los invad¨ªan, recuerda uno de los promotores que prefiere mantener el anonimato. ¡°Decidimos ocupar este espacio y darle otro uso¡±, explica orgulloso. ¡°En el barrio hay muchos parados, aqu¨ª pueden entretenerse y cultivar algo para comer¡±, apostilla el promotor.

Kalaidji ha montado un sistema artesanal de riego por goteo, aunque sabe que tiene que mejorarlo. El agua proviene de un bid¨®n colocado al lado de las plantas. Los hortelanos est¨¢n haciendo pruebas para comprobar si el agua salada de un acu¨ªfero que se halla a cuatro metros de profundidad mata las plantas. Quieren explotar esta v¨ªa para evitar el trayecto que tienen que hacer hasta una fuente sita a 50 metros del huerto con carros y bidones.

En los ocho meses que han transcurrido desde la ocupaci¨®n, se han realizado diferentes actividades para el vecindario. Por su lado, estos se han mostrado conformes con la ocupaci¨®n. Los propietarios del solar, una inmobiliaria y un grupo de privados, no han denunciado a los nuevos gestores de la tierra.