El maquis desenterrado

Maravillas Mart¨ªnez y Antonio Bonillo se debat¨ªan este jueves entre la satisfacci¨®n y la rabia. Ella quer¨ªa aliviar de alg¨²n modo la pena con la que muri¨® su madre, que no pudo recuperar los cuerpos de sus dos hermanos, Manuel y Jos¨¦ Molina, mientras que Antonio Bonillo podr¨¢ llevarse los restos de su padre 65 a?os despu¨¦s. "Siempre hemos sabido que estaban aqu¨ª y no pod¨ªamos hacer nada...". La exhumaci¨®n que ha llevado a cabo la Asociaci¨®n Granadina para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica ha permitido hallar restos de 12 represaliados del franquismo en el municipio de Pinos del Valle.

El proyecto ten¨ªa como objetivo inicial recuperar los restos de cuatro: los dos hermanos Molina y Juan D¨ªaz y su hijo Jos¨¦. Todos fueron ejecutados por motivos ideol¨®gicos en mayo de 1947. La intervenci¨®n junto a la iglesia de La Inmaculada, en el municipio, ha permitido localizar ocho cuerpos m¨¢s. Los de siete vecinos de Almu?¨¦car, ya recuperados, y otro vecino de Pinos que fue torturado y cuyos restos est¨¢n localizados.

La ejecuci¨®n de los hermanos Molina y Juan D¨ªaz y su hijo, se desencaden¨®, seg¨²n ha documentado el historiador Jos¨¦ Mar¨ªa Azuaga, despu¨¦s de que la Agrupaci¨®n Guerrillera de M¨¢laga secuestrara el 10 de mayo del 47 en este pueblo a un hombre, Juan D¨ªaz Salaverri, al que acusaban de represor del franquismo. Pidieron 200.000 pesetas de rescate y, aunque hay una doble versi¨®n, unos que la familia pag¨® y otros que no, lo cierto es que apareci¨® muerto el 19 de mayo.

A partir de ah¨ª, el r¨¦gimen envi¨® al municipio al capit¨¢n de la Guardia Civil Rafael Caballero Oca?a, que era "el m¨¢s duro de la provincia", seg¨²n Azuaga, y se produjeron varias detenciones. Entre otras, la de un pastor acusado de colaborar con la guerrilla, Francisco Lara Malag¨®n, que recibi¨® durante su interrogatorio en el cuartel una paliza, de cuyos gritos dejaron constancia algunos de sus vecinos.

El 22 de mayo apareci¨® ahorcado en su celda. Hay dos versiones, la del suicidio, que dio el r¨¦gimen, y la de que lo mat¨® la Guardia Civil, explica Azuaga, autor del libro Granada-M¨¢laga: represi¨®n, resistencia y guerrilla (1939-1952), de pr¨®xima publicaci¨®n.

Los dos hermanos Molina, de 27 y 23 a?os, trabajaban en el campo. Fueron fusilados y enterrados el 24 de mayo. "Pensaban que ellos sab¨ªan del secuestro y como no dijeron nada, los mataron", explica su sobrina, que es una de las promotoras de la b¨²squeda. Los cuerpos de Juan D¨ªaz D¨ªaz y Jos¨¦ D¨ªaz Paquez, de 50 y 18 a?os, han sido recuperados por deseo de su nieta, Julia D¨ªaz. Ellos fueron enterrados el 25 de mayo.

En una fosa contigua, en terreno de lo que un d¨ªa fue cementerio del pueblo, la asociaci¨®n detect¨® otra fosa con varios cuerpos. Son siete vecinos de Almu?¨¦car que fueron detenidos en una redada y acusados de colaborar con la guerrilla. En esas fechas en Almu?¨¦car, octubre de 1947, funcionaba con fuerza una organizaci¨®n clandestina, en conexi¨®n con la guerrilla y la Agrupaci¨®n de M¨¢laga, dirigida por Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez Mart¨ªn, El Sombrerero, que fue un antiguo militar republicano que logr¨® huir.

Para impedir el apoyo del pueblo a la acci¨®n clandestina y sembrar el terror, seg¨²n la documentaci¨®n de Azuaga, el general Juli¨¢n Lasierra dise?¨® una acci¨®n. La orden a un teniente fue: "Coge a diez y los fusilas". Aunque el teniente acat¨® aparentemente la orden, logr¨® zafarse despu¨¦s, pero el encargo fue enviado a un oficial. Las detenciones, a vecinos peligrosos, seg¨²n la clasificaci¨®n del r¨¦gimen, se produjeron el 9 o 10 de octubre y permanecieron en el cuartel sometidos a torturas durante el interrogatorio hasta el 19, cuando siete fueron fusilados en la sierra y posteriormente trasladados a Pinos del Valle. Dos lograron escapar y uno se salv¨® por amistad con un falangista. Varios pertenec¨ªan a la organizaci¨®n clandestina.

Los fusilados fueron Antonio Bonillo Barbero, Andr¨¦s Arnedo Carrascosa, Antonio Olivares Cervilla, Francisco D¨ªaz L¨®pez, Bolloco, Jos¨¦ Mar¨ªa M¨¢rquez Rivas, Antonio Arellano y Blas Pintor Guerrero.

El hijo de Antonio Bonillo contaba emocionado?este jueves que puede recuperar por fin los restos de su padre, del que apenas guarda algunos recuerdos como en sue?os. "La ¨²ltima vez que lo vi fue meciendo a mi hermana que ten¨ªa 18 meses, y tambi¨¦n me acuerdo de c¨®mo bailaba en el horno y yo detr¨¢s de ¨¦l". Su madre, viuda con tres hijos, uno de los cuales naci¨® despu¨¦s de la ejecuci¨®n del progenitor, no cobr¨® pensi¨®n. Lo daban por desaparecido. "Hemos pasado mucho y sab¨ªamos que estaba aqu¨ª".