David Palomar espera a la chamana
La Bienal de Sevilla roba el estreno de ¡®Dama de Poncho Rojo¡¯ a C¨¢diz
David Palomar aguarda a Chavela. La ve sentada en una butaca. Con su gesto recio, con su poncho, con su voz de aguardiente. No estar¨¢. Pero ¨¦l la espera porque el espect¨¢culo que ha preparado es un tributo a su persona y su alma. El estreno de Dama de poncho rojo, el primer homenaje p¨®stumo que se ofrece a Chavela Vargas en Espa?a, adelanta su estreno. Antes de presentarse oficialmente en el Teatro Falla de C¨¢diz el 21 de septiembre, como se hab¨ªa previsto, se exhibir¨¢ dos d¨ªas, el 12 y el 13, en el Teatro Quintero dentro del ciclo nocturno que este escenario ha creado para la Bienal de Flamenco de Sevilla.
El barrio de la Vi?a de C¨¢diz vio nacer a Palomar en 1977. No deja de tener el halo de joven revelaci¨®n, de nuevo flamenco, etiqueta que mantiene a pesar de su extensa trayectoria, consagrada desde el purismo. Le avalan dos premios nacionales en el concurso de C¨®rdoba. ¡°Cuando me plante¨¦ el primer disco, mir¨¦ mucho a Iberoam¨¦rica. Pens¨¦ en Cuba, en Argentina y al final ca¨ª en M¨¦xico, en Chavela. Me atrap¨®¡±. As¨ª resume su historia de amor con la que ¨¦l llama ¡°la chamana¡±. Quiso cantar entonces sus canciones pero el peso de haber ganado el certamen cordob¨¦s le hizo decantarse por un disco m¨¢s arraigado al duende cl¨¢sico y a su tierra. As¨ª naci¨® Trimilenaria. Despu¨¦s lleg¨® La Vi?a, cant¨®n independiente, homenaje a su barrio pero con la mirada puesta en otros ritmos. Y ahora est¨¢ volcado en ese tributo pendiente a la cantante mexicana.
Su concierto del 21 de septiembre en el Falla fue anunciado hace meses para conmemorar el Bicentenario de la Constituci¨®n de 1812, de ah¨ª que lo patrocine el consorcio de esta conmemoraci¨®n y el Instituto Andaluz de Flamenco. Finalmente, se ver¨¢ antes en Sevilla bajo el prestigioso paraguas de la Bienal. El estreno, eso s¨ª, llega cuando Chavela ya se ha ido. ¡°Me hubiese gustado que hubiese sido en vida. No ha podido ser. No quiero que nadie piense que ha sido oportunista. Ha tocado as¨ª¡±, explica el artista casi excus¨¢ndose.
Dama de poncho rojo ser¨¢n 13 canciones. ¡°Arrancar¨¦ con Macorina porque ella lo hac¨ªa as¨ª siempre¡±. Ser¨¢ distinta, sonar¨¢ a alegr¨ªa de C¨¢diz. Estar¨¢n los cl¨¢sicos. La pasi¨®n arrebatada de Luz de luna, el amargo lamento de La llorona y un emblem¨¢tico Piensa en m¨ª. ¡°Fue la canci¨®n con la que triunf¨® en Espa?a despu¨¦s de muchos a?os lejos de los escenarios. A m¨ª me remueve mucho. Yo la har¨¦ a modo de buler¨ªa lenta¡±, avanza. Su espect¨¢culo ser¨¢n canciones pero tambi¨¦n habr¨¢ una historia. Un guion hilvanado por Ana L¨®pez Segovia al que el cantaor a?adir¨¢ un tono cr¨ªtico y reivindicativo con la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica actual. La escenograf¨ªa corre a cuenta de la empresa gaditana RAS Artesanos. Y m¨²sicos amigos como Ricardo Rivera, Miguel ?ngel L¨®pez, Alejandro Ben¨ªtez o Javier Mera. Y se rodear¨¢ de otros artistas de cante y baile. ¡°Es, sobre la vida de Chavela, su personalidad, el amor¡±.
Y todo bajo el manto amplio del flamenco, el que lo cubre todo. ¡°Yo no intento aflamencar nada. Sonar¨¢ a flamenco porque mi voz es flamenca. Pero no lo forzar¨¦¡±, aclara Palomar. Aunque tambi¨¦n cree que Chavela Vargas era flamenca. ¡°De esas voces profundas. Cuando canto sus canciones me acuerdo de ella inevitablemente, su forma de soltar las palabras de forma tan densa. Eso es emocionante¡±. De la mexicana, le gustaba su esencia. ¡°Era femenina en su manera de expresar sentimientos y despu¨¦s era masculina en su manera de amar y vivir porque ella siempre hab¨ªa vivido con hombres¡±.
Dice el cantaor que el espect¨¢culo ser¨¢ tan intenso que necesitar¨¢ descansar entre canci¨®n y canci¨®n. Que ser¨¢ profundo y vibrante. Porque, desde hace semanas, siente que el alma de Chavela le gu¨ªa. ¡°La mala suerte es que haya trascendido como dicen los chamanes. Me da rabia que esto que estoy haciendo llegue a t¨ªtulo p¨®stumo¡±. Pero la aguarda en el patio de butacas. Y espera que se haga notar. ¡°Si no pasa nada, si todo sale bien, pensar¨¦ que le ha gustado. Si se cae un foco o algo as¨ª, es que anda mosqueada¡±.
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