¡°?Me han matao, me han matao!¡±

Pocos minutos despu¨¦s de las doce del mediod¨ªa, un estruendo reson¨® en el primer piso del n¨²mero 16 de la calle H¨¦rcules, en la esquina con la calle Hydra, en el PAU 4 de M¨®stoles. Fue un disparo al que de forma inmediata le sigui¨® un segundo. Un hombre hab¨ªa disparado dos tiros a otro en su casa. Este ¨²ltimo, que llevaba apenas dos semanas viviendo en esta vivienda, trat¨® de huir, y a trancas y barrancas lleg¨® hasta la calle. Pero el autor de los dos primeros disparos quer¨ªa rematarle, y corri¨® tras de su v¨ªctima, que dej¨® un reguero de sangre por todo el portal. Al filo de la calzada, ya en la calle Hydra, el pistolero volvi¨® a disparar contra el otro, que se aprestaba a cruzar malherido. Otros dos tiros a bocajarro. Pero no consigui¨® su objetivo, ya que uno de los disparos rebot¨® en la pared del edificio y fue directo a uno de los coches que estaba aparcado cerca. La polic¨ªa marc¨® el impacto, y a las nueve de la noche la gr¨²a municipal traslad¨® el veh¨ªculo, que es considerado una prueba m¨¢s.

El pistolero le asest¨® los dos tiros que efectu¨® en la vivienda en el abdomen a su v¨ªctima. Las heridas provocadas por estos impactos le ten¨ªan ayer por la noche entre la vida y la muerte, con el h¨ªgado totalmente destrozado. "Grave" y posteriormente "muy grave", fue el pron¨®stico de los facultativos del 112 de la Comunidad de Madrid, que fueron alertados por un testigo presencial de los hechos, con el que ha hablado este peri¨®dico, y que asegura que las tres personas implicadas en el tiroteo eran de origen latino: ¡°Estaba muy cerca y o¨ª dos disparos. Vi como sal¨ªan del edificio y como un hombre sin camiseta le volv¨ªa a pegar dos tiros a otro. Fuimos a socorrerle, pero un tercer hombre, tambi¨¦n latino con los otros dos, nos dijo que no pod¨ªamos hacer nada. Que no nos acerc¨¢ramos, que si ¨ªbamos a hacer una RCP [Reanimaci¨®n Cardio Pulmonar] ¨¦l tambi¨¦n sab¨ªa hacerla¡±, explica el testigo, cuya identidad guarda este peri¨®dico por seguridad. El propio socorrista de un edificio aleda?o tambi¨¦n trat¨® de ayudar. Fue en vano. El amigo del herido no le dej¨®: ¡°Me dec¨ªa que no hab¨ªa nada que hacer, que estaba muy mal. Pero yo vi claramente como el hombre malherido levantaba la cabeza. Estaba grave, pero no tanto como pens¨¢bamos en un primer momento¡±, explica el testigo, que sostiene que no pudo ver la cara del pistolero, por la distancia.

La sangre delataba el recorrido que hizo la v¨ªctima. Que durante unos segundos se apoy¨® en una pared, para posteriormente caer al suelo, apenas a un metro de distancia. En unos minutos llegaron los facultativos del 112 que, a simple vista, vieron la gravedad del herido, que con un tenue hilo de voz gritaba: ¡°Me han matao, me han matao¡±, seg¨²n el testigo. El amigo del herido esper¨® a que llegaran tanto los m¨¦dicos del 112 como la propia polic¨ªa. Hasta pasadas las nueve de la noche los agentes de la polic¨ªa permanecieron en la vivienda en la que viv¨ªa el herido, tomando huellas, con la intenci¨®n de conocer la identidad del agresor, que tras disparar sali¨® corriendo hacia un veh¨ªculo, en el que se alej¨® de la zona a gran velocidad. El herido, que fue trasladado al Hospital Universitario de M¨®stoles, se debate al cierre de esta edici¨®n entre la vida y la muerte, aunque fuentes del caso no son muy optimistas. En cualquier momento su situaci¨®n se podr¨ªa agravar, y eso acabar¨ªa con su vida.

Al filo de las ocho de la tarde los servicios de la perrera municipal entraron en la vivienda del herido para trasladar a dos cachorros que se encontraban en la misma. Seg¨²n explic¨® un agente, si nadie los reclama tendr¨¢n un nuevo due?o: ser¨¢ el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP), que se encargar¨¢ de su adiestramiento, pues se trata de dos cachorros de caza. Numerosos vecinos tambi¨¦n solicitaron quedarse con los animales, que esta noche permanecer¨¢n en la perrera en espera de conocer si tienen due?os o no.