El bledo de Basagoiti
Antonio Basagoiti es dado a la frase vocinglera. La pen¨²ltima, el pasado domingo: "Nos importa un bledo la situaci¨®n de los presos de ETA enfermos. Nos importa un bledo c¨®mo est¨¦n". Y a?adir¨¢: "El PP est¨¢ en lo fundamental: que el Pa¨ªs Vasco siga siendo Espa?a despu¨¦s de ETA y que Espa?a siga siendo Espa?a despu¨¦s de ETA". De lo dicho, podemos colegir que el pol¨ªtico y su partido se autodefinen como nacionalistas espa?oles. Lo cual no deja de sorprender en unos inveterados zaheridorores del nacionalismo vasco. "Todos los dem¨¢s son unos fan¨¢ticos, todos, salvo nosotros, son nacionalistas", escrib¨ªa Ignatieff.
Hoy martes, se celebran elecciones en el Quebec canadiense. Las encuestas otorgan un 34,1% de los votos al independentista Parti Qu¨¦b¨¦cois (PQ) -porcentaje que les dar¨ªa la mayor¨ªa absoluta- y un 25,8% a Coalition Avenir (Coalici¨®n Futuro), la escisi¨®n tambi¨¦n separatista del PQ; frente al 28% de los votos del Partido Liberal de Quebec -que ha gobernado durante la ¨²ltima d¨¦cada-, partidario de mantener el statu quo de Quebec como provincia de Canad¨¢. En el Pa¨ªs Vasco se columbra, como en Quebec para los liberales, un mal resultado para los dos grandes partidos nacionales en las elecciones del ya cercano 21 de octubre. De estar en lo cierto las previsiones, el voto tendr¨ªa un componente cada vez mayor en clave auton¨®mico o nacional vasco (seg¨²n sean las gafas de leer) y menor en clave nacional espa?ol. Quiz¨¢ nos encaminemos a un escenario de futuro similar al de Irlanda del Norte, donde los partidos pol¨ªticos brit¨¢nicos no se presentan a las elecciones en la provincia. Lo que tal vez d¨¦ cuenta de que la relaci¨®n entre el Pa¨ªs Vasco y Espa?a se est¨¢ adentrando en una nueva etapa. En ¨¦sta, el autonomismo ya no mantendr¨ªa unido al matrimonio mediante las respectivas quejas, sino que ¨¦stas se ir¨ªan mitigando y con ellas los motivos que les llevaban a compartir la misma cama.
Por ello son tan poco afortunadas las palabras de Baisagoiti, pues al desatenderse -error en el que caen tantos constitucionalistas- de la suerte de una parte -lo quiera o no- de la poblaci¨®n por la que se presenta, la arroja sine die en brazos del conglomerado de la izquierda abertzale. A decir de Isaiah Berlin, el nacionalismo es como la rama que se dobla de un arbusto que al soltarse golpea con mayor fuerza. A los constitucionalistas, ?nos golpear¨¢ la rama quebequesa, norirlandesa o vasca? ?En qu¨¦ nos hemos equivocado para que tras d¨¦cadas de terrorismo nacionalista en el ?lster y en Euskadi, as¨ª como de alguna bomba y secuestro con asesinato contra canadienses ingleses en la d¨¦cada de los sesenta en nombre del nacionalismo quebequ¨¦s, los partidos que menos lucharon contra la violencia o que, lo que es peor, formaron parte de su entramado, sean "recompensados" en las urnas de esos tres lugares? ?De qu¨¦ ha servido hablar y escribir tanto? Saberlo no deber¨ªa de importarnos un bledo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.