La subcontrataci¨®n en el sector p¨²blico perjudicar¨¢ al empleo femenino

?Qui¨¦nes ser¨¢n los m¨¢s afectados por la reestructuraci¨®n que sufrir¨¢ el sector p¨²blico en los pr¨®ximos a?os? En la Fundaci¨®n Maria Aur¨¨lia Capmany lo tienen claro. Las mujeres. La organizaci¨®n saca esa conclusi¨®n de que son ellas las que tienen un peso preponderante en las actividades de servicios que la Administraci¨®n tiene m¨¢s externalizadas. Desde la limpieza de edificios, hasta actividades asistenciales, sanitarias y educativas, pasando por la administraci¨®n de oficinas. Y justo ser¨¢n esas las que pasen por m¨¢s ajustes cuando Estado, Generalitat o municipios quieran reducir sus gastos.

La fundaci¨®n ha sacado ya sus conclusiones de la pr¨®xima aprobaci¨®n del decreto que regular¨¢ los expedientes de regulaci¨®n de empleo en el sector p¨²blico. Y seg¨²n estas ser¨¢n las actividades m¨¢s feminizadas las que se ver¨¢n m¨¢s afectadas. Perder¨¢n su contrato directo con la Administraci¨®n aunque probablemente seguir¨¢n trabajando a trav¨¦s de empresas subcontratadas. Como dice la directora de la asociaci¨®n, A?da Ruiz, ¡°saldr¨¢n por una puerta grande y volver¨¢n a entrar por una puerta mucho m¨¢s peque?a¡±, realizando la misma actividad, pero con peores condiciones salariales y laborales.

De esa forma, se cerrar¨¢ definitivamente la fuerza tractora que hab¨ªa ejercido hasta ahora la Administraci¨®n para impulsar el empleo entre mujeres, tradicionalmente muy alejado de la tasa de ocupaci¨®n masculina. Si en los ¨²ltimos a?os la Administraci¨®n hab¨ªa tenido un papel primordial hacia la convergencia laboral por sexos, ahora todo apunta a que esa t¨®nica se ha acabado. La reducci¨®n del gasto p¨²blico y la proliferaci¨®n de contrataciones de empresas privadas modificar¨¢ las actuales pautas.

Catalu?a cuenta en estos momentos con m¨¢s de 134.000 mujeres que trabajan en la Generalitat, frente a los poco m¨¢s de 71.000 hombres que ocupan cargos en esta Administraci¨®n p¨²blica.

La entidad teme que el ¡°cambio de modelo¡± a que apunta la Administraci¨®n acabe generando la r¨¦plica del modelo alem¨¢n, en el que el 70% de los servicios p¨²blicos recae en empresas privadas y solo el resto lo llevan a cabo funcionarios. Por el contrario, en Espa?a el sector privado solo controla el 40% del servicio p¨²blico.