Rien de rien
Hubo hace unos d¨ªas unas palabras de la candidata Laura Mintegi que me llamaron la atenci¨®n. En realidad son muchas las veces que me llaman la atenci¨®n las palabras de Mintegi, sobre todo por la absoluta vacuidad de lo que dice, pero vayamos por partes. A ra¨ªz de unos actos de violencia callejera perpetrados la pasada semana, los partidos pol¨ªticos le pidieron a la candidata Mintegi que los condenara, y ¨¦sta respondi¨® con la chuleta pr¨ºt ¨¤ porter que tiene su coalici¨®n para esas ocasiones. Hubo, sin embargo, en la articulaci¨®n del recetario una sabrosa novedad, que es un claro indicio no ya de desvar¨ªo te¨®rico, sino de que esa gente, si bien sabe muy bien lo que hace, muchas veces no sabe lo que dice. Dec¨ªa la candidata Mintegi que el t¨¦rmino condena, tambi¨¦n la de los atentados de ETA, "pertenece a la terminolog¨ªa de la moral", y a?ad¨ªa que ella "la ve¨ªa muy adecuada en los p¨²lpitos". Como los p¨²lpitos, salvo que denominemos tambi¨¦n as¨ª las tribunas universitarias, suelen estar asociados con las creencias religiosas, parece que la se?ora Mintegi, haciendo tabla rasa del pensamiento occidental por lo menos desde el siglo XVII, no concibe una moral que no est¨¦ fundamentada en una religi¨®n. ?Posee alguna convicci¨®n moral la candidata, y si la tiene, en que creencia la funda?
Refiri¨¦ndose a los mismos hechos, en otra entrevista posterior, la candidata echa mano otra vez del recetario y nos suelta la consabida perla. Si es que ocurrieron esos hechos, pues ella casi asegura que lo ignora, dice que "hay que tomar medidas en el camino de la normalizaci¨®n pol¨ªtica para quitarles todo argumento y para que no vuelva a ocurrir eso". Como es habitual en la izquierda abertzale, la responsabilidad siempre es ajena y se la hace depender adem¨¢s de una entelequia, "la normalizaci¨®n pol¨ªtica", de la que enseguida hablamos. Me pregunto, en primer lugar, si Laura Mintegi dar¨ªa una respuesta similar ante cualquiera de los muchos hechos delictivos que se cometen en nuestra sociedad, una respuesta del tipo "hay que crear las condiciones para quitarles todo argumento", lo que no es sino un argumento para asentar la impunidad.
Y est¨¢ luego lo de la "normalizaci¨®n pol¨ªtica", un concepto con tufo totalitario, o una de esas patra?as circulares que sirven para justificar lo injustificable. S¨®lo el delito atenta contra la normalizaci¨®n pol¨ªtica- mejor dicho, contra la normalidad pol¨ªtica -, que es siempre, y ha de ser, conflictiva. ?Se puede, por tanto, apelar a la normalizaci¨®n pol¨ªtica para acabar con el delito cuando en realidad es con ¨¦ste con el que hay que acabar para que aquella sea posible? ?O es la voz del silencio, impuesta a trav¨¦s de la intimidaci¨®n violenta, lo que se pretende que sea la "normalizaci¨®n pol¨ªtica"? Laura Mintegi nos ha ofrecido hasta ahora unas fotos, en una operaci¨®n de marketing, alguna de ellas de chiste, seg¨²n el lehendakari, o irritante - y con raz¨®n - seg¨²n el PNV. Por lo dem¨¢s, rien de rien.
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