La alegr¨ªa de la vida cotidiana
La sala Rekalde expone m¨¢s de un centenar de obras de Alfredo Alca
¡°La vida cotidiana¡±. Este es, en opini¨®n del escritor Bernardo Atxaga, ¡°el universo¡± en el que se enmarca la obra de Alfredo Alcain (Madrid, 1936), Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas en 2003. ¡°En su trabajo hay alegr¨ªa, que en estos tiempos que corren es bien recibida. Siento admiraci¨®n por ¨¦l; ojal¨¢ esa admiraci¨®n fuera contagiosa¡±, subray¨® Atxaga durante la presentaci¨®n ayer, en la sala Rekalde de Bilbao, de una exposici¨®n que recorre pr¨¢cticamente toda la trayectoria del artista, desde 1969 a la actualidad.
¡°Cubre lo que he hecho, con ejemplos de todas las ¨¦pocas¡±, apostill¨® el propio Alcain, quien se mostr¨® muy t¨ªmido ante el micr¨®fono: ¡°No s¨¦ qu¨¦ m¨¢s decir¡±. El libro-cat¨¢logo editado para la ocasi¨®n recoge en castellano, euskera e ingl¨¦s un poema de Atxaga titulado precisamente Alcain.
La muestra, que podr¨¢ visitarse hasta el 18 de noviembre, re¨²ne m¨¢s de un centenar de obras del autor procedentes de colecciones privadas y de museos vascos. Gran parte de las im¨¢genes se exhibieron a principios de a?o en el Museo Casa de la Moneda de Madrid. Ese conjunto, formado exclusivamente por dibujos y obra gr¨¢fica, se completa en Bilbao con otras pinturas y esculturas.
Alcain ha mantenido siempre un v¨ªnculo muy estrecho con el Pa¨ªs Vasco, donde ha expuesto regularmente sus trabajos, con exposiciones relevantes como la que el Museo de Bellas Artes de Bilbao organiz¨® en 1981 con la catalogaci¨®n completa de toda su obra gr¨¢fica entre 1957 y 1980.
La muestra recorre pr¨¢cticamente toda la trayectoria del artista madrile?o
La exposici¨®n refleja la evoluci¨®n del trabajo de Alcain, su paso de lo figurativo a lo abstracto, con claro predominio de las l¨ªneas. ¡°La pintura estuvo durante siglos atada a universos. Por ejemplo, a la religi¨®n. Alfredo lanza una cuerda a la vida cotidiana. Esto es m¨¢s evidente al principio. Despu¨¦s, el objeto es la llave para entrar en su pintura¡±, valor¨® Atxaga, quien celebr¨® la coincidencia de la exposici¨®n de Alcain en la sala Rekalde con la de David Hockney en el Guggenheim. ¡°Los dos son alegres. Hay vida en su trabajo¡±, consider¨®.
Alcain empieza a interesarse, a finales de 1966, por las fachadas de comercios que ¨¦l denomina ¡°de barrio¡± y que empezaban a extinguirse: mercer¨ªas, tabernas, peluquer¨ªas, poller¨ªas... ¡°Ten¨ªan un dise?o est¨¦tico sencillo y abstracto. Un dise?o sin dise?o¡±, describe el autor.
Son tambi¨¦n conocidas sus interpretaciones o copias literales, a partir de 1971, de bordados de petit-point, a los que le aficion¨® su inter¨¦s por las mercer¨ªas. Los bodegones, algunos en relieve, inundan su obra en los 80 y 90. Poco a poco, "van adelgazando", se vuelven m¨¢s esquem¨¢ticos, hasta que los fruteros desaparecen y quedan ¨²nicamente las l¨ªneas y el color. Esta est¨¦tica llega hasta la actualidad.
La muestra tambi¨¦n recoge varias piezas resultado de una costumbre del artista: pintar mientras habla por tel¨¦fono. ¡°Durante un tiempo coloqu¨¦ cartones m¨¢s grandes y los iba rellenando hasta cubrirlos, lo que duraba varios meses. Aqu¨ª era menos espont¨¢neo, ya que estaba provocado¡±, presisa Alcain.
El autor estudi¨® en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y complet¨® su formaci¨®n en la Escuela Nacional de Artes Gr¨¢ficas de la capital.
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