Acogida en el MoMA, al borde del desahucio en Lavapi¨¦s
La casa de Candela conquist¨® Manhattan como instalaci¨®n art¨ªstica arquitect¨®nica. Ahora se enfrenta al desalojo
El arte tiene razones que las leyes no entienden. Y, por eso, mientras el MoMA, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, se llev¨® a Candela Logros¨¢n y los 70 metros de su casa de protecci¨®n oficial como parte de una instalaci¨®n arquitect¨®nica que puede verse desde la semana pasada en el centro de la Gran Manzana, la Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS) est¨¢ a punto de desahuciarla por impago de alquiler. Y lo que es arte en Manhattan, es delito en Lavapi¨¦s. Y donde Andr¨¦s Jaque, el arquitecto-autor de la pieza, vio un elemento clave del confort social y explor¨® art¨ªsticamente la dimensi¨®n pol¨ªtica de la arquitectura con un proyecto-performance llamado IKEA Disobedients, el organismo p¨²blico madrile?o localiz¨® inform¨¢ticamente un ¡°incumplimiento de pago de alquiler¡± e interpuso un requerimiento de 18.995,25 euros de acuerdo ¡°con lo dispuesto en el art¨ªculo 22.4 de la Ley de Enjuiciamiento Civil¡±.
Candela, una de las grandes almas del barrio multicolor por excelencia de Madrid, no ten¨ªa ese dinero ayer, cuando cumpl¨ªa el plazo para pagar, ni lo va a tener ma?ana.
Esta se?ora, con 54 a?os intensamente vividos, que se dej¨® las rodillas limpiando escaleras y ahora aprende a andar con sus pr¨®tesis por nuevas estrecheces, ha convertido su casa en centro de peregrinaci¨®n. Aparte de tener acogidos a hijos, ahijados, nietos y postizos, si puede y encarta, da de comer a los senegaleses de la plaza, a los perroflautas que hacen malabares o al camello de la esquina. Y le lava la ropa a un vecino viudo, y enjuga las l¨¢grimas de las escaseces de sus vecinas.
¡°Que yo no como de filetes¡±, le dec¨ªa el mi¨¦rcoles a la secretaria de la sede de la EMVS en Embajadores, adonde lleg¨® acompa?ada de manifestantes que apoyaban su casa. ¡°Que yo voy a la iglesia a que me llenen el carro con los paquetes de arroz y macarrones porque con los 400 euros de mi incapacidad, el paro de mi hijo y el sueldo de mi hija, no nos da pa m¨¢s. Si quiere qu¨ªteme del banco dos recibos cada mes, pero d¨¦jeme lo justo para el abono transporte, para que pueda ir a trabajar¡±.
La casa de Candela, en la calle Mes¨®n de Paredes, en el coraz¨®n de Lavapi¨¦s, la obtuvo en r¨¦gimen de alquiler especial (113 euros al mes que hoy son 138) en 1990, seg¨²n consta en el informe de la empresa p¨²blica. Entonces viv¨ªa con el padre de sus hijos. Luego la vida se revolvi¨® y se qued¨® sola. Tir¨® para adelante con sus tres hijos, como pudo. Desde entonces, est¨¢ entrenada en la supervivencia, pero no tiene la menor idea de burocracia. Y le suena a chino eso de que la ignorancia no exime de la responsabilidad. As¨ª que muchas veces no pag¨®. ¡°Siempre hab¨ªa otras cosas m¨¢s urgentes¡±, dice. ¡°Se le ha pedido que aporte la documentaci¨®n para revisar su caso de nuevo, pero hay otras familias que s¨ª pagan y otras a la espera de una vivienda¡±, explican en la EMVS.
¡°La calidad de vida de Madrid depende de gente como Candela¡±, comenta Jaque al enterarse del asunto. ¡°Si desaparece la gente de toda la vida se perder¨¢ una parte del capital urbano y vital de la ciudad¡±, a?ade. ¡°Es esencial que los arquitectos expliquemos que sin una coordinaci¨®n eficaz entre asistencia social y urbanismo, el centro quedar¨¢ a expensas de la especulaci¨®n y condenar¨¢ a la periferia a la poblaci¨®n m¨¢s d¨¦bil. Esto nos perjudica a todos: acelera en cinco a?os de media el ingreso de mayores en centros geri¨¢tricos, multiplica el gasto p¨²blico y empobrece la calidad de vida de la poblaci¨®n general¡±, concluye quien bas¨® su proyecto art¨ªstico en la oposici¨®n de dos ideas: la aislante y as¨¦ptica ¡°rep¨²blica independiente de tu casa¡± de Ikea frente a la vida dom¨¦stica proyectada hacia el espacio p¨²blico generadora de tejido social. Al final, lo de siempre: individualismo frente a cooperativismo. Y la diferencia: Candela ahora se enfrenta a la ley, pero no est¨¢ sola.
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