Euskadi toma distancia de Mas
Solo EH Bildu anima a Catalu?a a ser ¡°m¨¢s ambiciosa¡± ante la frialdad del resto El PP aprovecha para controlar los movimientos de un contenido PNV
Mariano Rajoy debe saber que el efecto mim¨¦tico de Catalu?a no llegar¨¢ a Euskadi, al menos de momento. As¨ª se desprende de las primeras reacciones vascas, posteriores al encuentro entre el presidente del Gobierno central y Artur Mas, donde la contenci¨®n, m¨¢s all¨¢ del impulso ambicioso de EH Bildu, fluye como t¨®nica general. En realidad, el PNV tiene otros ritmos y un pragmatismo alejado de la radicalidad que hace m¨¢s f¨¢cil el posicionamiento del PSE-EE aunque sea insuficiente para desterrar las dudas que alberga el PP.
I?igo Urkullu asume como irremediable la tentaci¨®n medi¨¢tica de trasladar a Euskadi el efecto independentista derivada de la explosi¨®n soberanista en la Diada. Precisamente por eso, el presidente del PNV y candidato a lehendakari ataja r¨¢pidamente la dial¨¦ctica suscitada para advertir de que Euskadi ¡°tiene su propia v¨ªa, sus herramientas de autogobierno¡±. Urkullu, de hecho, ha situado en el frontispicio del 2015 el debate sobre el estatus pol¨ªtico del Pa¨ªs Vasco con relaci¨®n a Espa?a y as¨ª resulta comprensible que ahora evite cualquier concomitancia con el modelo catal¨¢n del que busca mantener una prudente distancia, siquiera estrat¨¦gica.
A pesar de este ejercicio de prudencia desde el PNV, Antonio Basagoiti recela. El l¨ªder de los populares vascos sostiene que Urkullu va a hacer ¡°exactamente¡± lo que ha hecho Mas, al que sit¨²a en una l¨ªnea similar a la utilizada por Juan Jos¨¦ Ibarretxe y que, a su juicio, consiste en ¡°excitar al m¨¢ximo los sentimientos nacionalistas de agravio, victimismo y resentimiento hacia Espa?a¡±.
Mintegi considera ¡°agotado¡± el Concierto y Urkullu se lo reprocha
Entre ambos se abre un carril por el que el PSE-EE puede transitar con relativa comodidad desde la ¨®ptica vasca. As¨ª se explica que el lehendakari, Patxi L¨®pez, se instale en el discurso de corte institucional que le permite reclamar a Mariano Rajoy y a Artur Mas ¡°un esfuerzo sincero¡± para reconducir la situaci¨®n de Catalu?a ¡°por una senda de sensatez y responsabilidad¡±.
Los socialistas vascos no se sienten concernidos por este debate. En todo caso, les permite advertir de las tentaciones independentistas que pueden sobrevolar sobre la campa?a electoral del 21-0. Si as¨ª fuera, el PSE-EE tiene claro que dirigir¨ªa su artiller¨ªa hacia el PNV.
En el caso de EH Bildu, por contra, se asume f¨¢cilmente su causa independentista como raz¨®n de ser de su ADN pol¨ªtico. As¨ª se explica que su candidata a lehendakari, Laura Mintegi, exija a Catalu?a ¡°m¨¢s ambici¨®n¡± en su reivindicaci¨®n soberanista. Sin embargo, al recomendar al pueblo catal¨¢n que idee una medida ¡°m¨¢s adecuada¡± que el Concierto Econ¨®mico ha soliviantado al PNV porque le ha dado la oportunidad de creer que no tiene la confianza suficiente en una herramienta tan determinante para la estructura jur¨ªdica y econ¨®mica de Euskadi. En realidad, Mintegi estaba pensando en un orden soberanista que no necesita del Concierto ¡°del que sabemos sus l¨ªmites¡±, pero Urkullu entiende que al desde?ar esta figura hist¨®rica se pone del lado de ¡°partidos con vocaci¨®n espa?olista¡±.
L¨®pez descarta propuestas que ¡°fracturen y rompan el pa¨ªs¡±
As¨ª las cosas, ni en una cuesti¨®n nuclear como el Concierto existe un punto de acuerdo entre las dos grandes fuerzas nacionalistas. Desde la ¨®ptica abertzale, el Concierto se ¡°ha idealizado¡± en Catalu?a, pero les recuera que ¡°no es la mejor medida¡± y como raz¨®n principal la candidata soberanista espeta que surgi¨® en el marco de un Estatuto de Gernika que ve ¡°agotado¡±.
M¨¢s all¨¢ de los pronunciamientos inmediatos sobre la realidad catalana, Euskadi ha tomado una prudente distancia para proyectar dos realidades bien diferenciadas con su propia din¨¢mica de actuaci¨®n. Incluso, desde la ¨®ptica nacionalista se adopta una postura de ¡°respeto¡± hacia el ¡°protagonismo¡± del ¡°pueblo catal¨¢n¡±, a quien conf¨ªan desde el PNV ¡°la decisi¨®n sobre su futuro¡±. Y lo hacen con una atenci¨®n preferente al papel de las instituciones ¡°para que sepan canalizar y canalizar¡± de forma adecuada ¡°las demandas de la sociedad¡±, subray¨® Urkullu.
Conscientes de esta posici¨®n diletante, pero conocedores tambi¨¦n de la ambici¨®n intr¨ªnseca del alma nacionalista, el PSE-EE recuerda que la sociedad vasca ¡°no quiere volver a ese pasado cercano en el que toda la pol¨ªtica en Euskadi era confrontaci¨®n, divisi¨®n y enfrentamiento¡±. Seg¨²n Patxi L¨®pez, Euskadi ¡°no creo que quiera propuestas que fracturen a esta sociedad y que rompan el pa¨ªs¡±. Es por ello que el candidato socialista prefiere pensar en ¡°proyectos¡± que ¡°sumen y a¨²nen¡±.
De momento, ning¨²n partido con vocaci¨®n de gobierno, a excepci¨®n l¨®gicamente de EH Bildu, se ha apresurado a compartir el ansia independentista que engloba la reacci¨®n catalana. Hasta el propio Joseba Egibar ha elegido la prudencia para acariciar el ansia soberanista de Euskadi tras admitir que acoge ¡°con simpat¨ªa y mucho inter¨¦s los acontecimientos de Catalu?a¡±. ¡°La independencia llegar¨¢, pero hay que ir paso a paso para ajustar en el marco jur¨ªdico las necesidades sobre el derecho a decidir¡±, dijo ayer el presidente del GBB para no deslizarse de la l¨ªnea oficial del presidente de su partido.
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