Vuelve la ca?a a cien pesetas
En botell¨ªn, en cubo o de barril. Empujados por la agresiva oferta de franquicias como La Sure?a y su 5 (botellines) x 3 (euros), los bares recuperan precios de anta?o
Una decena de j¨®venes charla animadamente en una terraza de la zona del Bernab¨¦u. Sobre su mesa, 40 botellines perfectamente alineados forman un espont¨¢neo monumento a la nueva y forzada tendencia del mundo de la restauraci¨®n que ha acabado de florecer este verano: cerveza por menos de un euro.
?En la mesa de al lado, cuatro vecinas del barrio ¡ªMar¨ªa Rosa, Mar¨ªa Jos¨¦, Mar¨ªa Isabel y Mari ?ngeles¡ª comparten un cubo plateado con cinco botellines por el que han pagado tres euros. A sus pies reposan sus respectivos perros: Lua, Pipa, Luna y Zas. ?Zas? ¡°S¨ª, ?Zas!, que es lo que har¨ªa a muchos pol¨ªticos¡±, dice su due?a mientras el perrito cose a lametazos el tobillo del interlocutor. ¡°Nosotras, que ya tenemos nuestra edad, estamos encantadas¡±, prosigue su due?a. ¡°Mira, en el bar de all¨ª enfrente la cerveza te cuesta 2,75 euros. Y en aquel, 3,60. Es verdad que aqu¨ª tienes que hacer cola y no vienen a atenderte, pero bueno. El que algo quiere algo le cuesta, y estamos las cuatro fatal de dinero con esta crisis¡±.
Hace un a?o y medio ¡ªel 3 de marzo de 2010¡ª, la cadena andaluza La Sure?a abr¨ªa su primer local en Madrid, en el centro comercial La Vaguada. La marca, la segunda del grupo Restalia tras 100 Montaditos, ha abierto en este tiempo 15 establecimientos m¨¢s, los dos ¨²ltimos la semana pasada, uno cerca del Palacio de Deportes y otro del Bernab¨¦u, el local en el que empieza este reportaje. En total, la franquicia vende al a?o en la regi¨®n medio mill¨®n de botellines.
El tir¨®n de La Sure?a ¡ªcuyas terrazas es habitual ver llenas¡ª no tiene misterio: precios muy agresivos. Dif¨ªcil competir con la empresa del sevillano Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Capit¨¢n, que lanz¨® al mercado los ya famosos cubos que se han popularizado tremendamente desde entonces: cinco botellines ¡ªde 0,20 litros de Mahou¡ª por tres euros. A 0,60 euros el quinto, que se puede comprar suelto por ese precio. ¡°Fomentamos una peque?a batalla de precios para atraer clientes; es nuestra estrategia comercial; Aunque duela¡±, dice Carlos P¨¦rez Tenorio, director general de Restalia, un gaditano que responde al patr¨®n (sin rodeos, simp¨¢tico) con traje de chaqueta sport, sin corbata y la mu?eca llena de pulseras de cuero.
?Por qu¨¦ venden la cerveza en cubos y por qu¨¦ de cinco en cinco? ¡°Lo de los cubos ya exist¨ªa en los pubs ingleses, los buckets, y nos gust¨® por eso de que hay que compartirlos, por recuperar lo de beber a cuello...¡±, contin¨²a Tenorio. ¡°Y escogimos una cifra impar por el juego. T¨®mate dos quintos con un amigo y pel¨¦ate por el tercero¡±.
La Sure?a no invent¨® los cubos, pero s¨ª los ha popularizado.Cientos de locales han adoptado el concepto. Algunos de forma tan poco disimulada como La Risue?a, en la carrera de San Jer¨®nimo, que vende los cinco botellines de San Miguel por el mismo precio, tres euros.
No pasa nada. El copieteo se lleva con deportividad en el mundo de las franquicias. La Sure?a ¡ªconfiesa un coordinador de la franquicia¡ª tambi¨¦n le copi¨® a otro la receta de su tapa estrella, las ¡°l¨¢grimas de fais¨¢n¡±: trozos de pechuga de pollo rebozados con un toque de caj¨²n (una especia habitual en la cocina de Nueva Orleans) y acompa?ados de una salsa de mostaza.
El consumo de cerveza en cifras
? En los ¨²ltimos cinco a?os, el consumo de cerveza en hosteler¨ªa ha ca¨ªdo un 20%
? El 35% de los espa?oles bebe ahora la cerveza en casa y el 65% fuera (Asociaci¨®n de Cerveceros, 2011). En 2001, el consumo en los hogares supon¨ªa el 24%.
??Hace tres a?os el 51% de los espa?oles sal¨ªa a tomar el aperitivo al menos una vez por semana, ahora solo el 36% lo mantiene (Asociaci¨®n de Cerveceros).
??La asociaci¨®n madrile?a de hosteler¨ªa La Vi?a estima que en 2012 el volumen de venta de cerveza se contraiga entre un 5% y un 7% en la regi¨®n.
??En lo que va de a?o, la hosteler¨ªa madrile?a ha perdido 14.072 empleos (fijos y aut¨®nomos) respecto al mismo periodo del a?o pasado.
??El 80% de la cerveza que se consume en bares se toma acompa?ada de comida.
??Espa?a es el tercer pa¨ªs productor de cerveza de la UE a la par con Polonia y tras Alemania y Reino Unido.
??Los espa?oles consumieron en 2011 48,2 litros de cerveza per c¨¢pita; el 13% del total es cerveza sin alcohol.
??El 95% de la cerveza que se consume en Espa?a se ha producido en el pa¨ªs.
? Los turistas consumen el 30% de la cerveza que se toma en Espa?a.
??En julio, mientras la subida de precios general en la Comunidad de Madrid era el 2,2%, en bares y restaurantes solo subieron un 0,4% (la subida m¨¢s baja en 10 a?os).
??El coste laboral de las empresas hosteleras descendi¨® un 2,1% en el segundo trimestre de 2012 respecto al mismo periodo del a?o anterior, hasta 1.523 euros por trabajador al mes de media.
Estas franquicias han jugado un papel importante en la actual guerra de precios de la cerveza, ya sea en botella o de barril, y que se ha extendido a m¨¢s locales. La tarifa de la t¨ªpica ca?a madrile?a, que hace un a?o era dif¨ªcil encontrar por menos de 1,20 euros en la capital, ha pegado un baj¨®n fruto de un sector ¡°tremendamente competitivo¡±, seg¨²n Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de Espa?a (la asociaci¨®n del sector).
La crisis, que ha mermado el consumo de cerveza en hosteler¨ªa en un 20%, ha intensificado la lucha entre marcas por lo que queda del pastel. Adem¨¢s, los hosteleros tienen que lidiar con otro problema: en los ¨²ltimos 10 a?os el porcentaje de consumo de cerveza que se realiza en casa ha escalado de un 24% a un 35%.
¡°El sector, que es muy din¨¢mico, est¨¢ haciendo unos esfuerzos tremendos para mantener las pautas del consumo¡±, a?ade Olalla, que indica que en los ¨²ltimos cinco a?os han cerrado 11.300 establecimientos y se han perdido 90.000 empleos en el sector. Solo en la Comunidad de Madrid se han perdido 14.000 empleos en el ¨²ltimo a?o.
Descifrar en cu¨¢nto consiste la bajada de precios no es sencillo, las marcas de cerveza no se pronuncian sobre el tema. ¡°No tenemos nada que apuntar, se trata de acuerdos comerciales privados¡±, dicen desde Mahou-San Miguel. El due?o de un bar que se ha sumado a la moda de los cubos da un precio: dice que cada botell¨ªn le cuesta 26 c¨¦ntimos. En el caso de las franquicias ¡ªque compran en grandes cantidades¡ª, alguien aventura la cifra de 22 c¨¦ntimos. Tenorio, de La Sure?a, la escucha y se sonr¨ªe: ¡°No te lo puedo decir, pero por ah¨ª va¡±.
Otras franquicias, como El Museo del Jam¨®n (un euro la ca?a) o Lizarran (0,70 euros), tambi¨¦n han bajado sus precios, aunque a Manuel Robledo, presidente de Comess Group, al que pertenece Lizarran, no le gusta hablar de ¡°guerra de precios¡±.
¡°La sensibilidad que hay en estos momentos hacia el precio es mucho m¨¢s alta¡±, empieza. ¡°Y nosotros, de un tiempo a esta parte y debido a las circunstancias econ¨®micas, hemos revisado en profundidad nuestro modelo y hemos ajustado costes con el objetivo de ofrecer precios competitivos. Desde la cerveza al caf¨¦, el agua o el jam¨®n, que antes vend¨ªamos en algunos locales por 15 euros la raci¨®n y ahora est¨¢ a 4,90 euros¡±. ¡°Y otra de las cosas que hemos hecho es homogeneizar los precios en todos nuestros locales, que antes variaban¡±, a?ade Robledo. ?Balance? ¡°El consumidor ha sido muy receptivo¡±.
Seg¨²n Tenorio, el negocio de estas franquicias no reside en la cerveza, por mucho volumen que vendan, sino en la comida. Los botellines baratos son lo que ¨¦l llama ¡°el gancho¡±. Los beneficios residen en las raciones con las que el 80% de los consumidores de cerveza suelen acompa?ar el trago.
En el caso de La Sure?a, el 45% de sus ingresos proceden de la bebida, y un 55% de la comida. Cada persona que pone un pie en uno de sus locales se gasta de media ocho euros por cabeza (seis euros en el caso de 100 Montaditos, dirigido a un p¨²blico m¨¢s joven). En La Sure?a, todas las raciones, que son pocas, tienen el mismo precio: seis euros. ¡°Nunca fuimos de complicarnos la vida¡±, dice Tenorio, fiel a su estilo.
Doce a?os tras su apertura, 100 Montaditos ha abierto 220 locales en Espa?a y prev¨¦n abrir 100 m¨¢s en Estados Unidos. La Sure?a va por 40 locales en dos a?os. Cada uno de ellos debe ingresar a la matriz el 7% de sus ingresos los primeros cinco a?os (8,5% los cinco siguientes). Cada mes reciben 300 solicitudes de informaci¨®n y la tasa de fracaso ronda el 8%. Los camareros, seg¨²n una oferta publicada en un portal de Internet, se prefieren de entre 18 y 29 a?os y cobran ¡°entre 12.000 y 18.000 euros brutos¡± la jornada completa.
La mayor¨ªa de los locales est¨¢n en centros comerciales. La semana pasada, Tenorio asisti¨® en Madrid al XIII Congreso Nacional de Centros Comerciales, donde particip¨® en una mesa redonda de nombre significativo: ¡°?Se puede crecer en ¨¦poca de crisis?¡±.
Apremiados por la competencia, muchos bares de toda la vida tambi¨¦n se han lanzado de cabeza a los cubos. Muy cerca de la mesa donde las cuatro vecinas con sus respectivos perritos descubren la moda del a?o, un bar llamado La Abad¨ªa vende los suyos, aunque a un precio notablemente superior: 7,50 euros cinco botellines. Eso s¨ª, Asma Soufi, su due?a, te atiende en la mesa, no hay que hacer cola y se est¨¢ m¨¢s tranquilo.
¡°Competir con estas franquicias est¨¢ siendo muy dif¨ªcil para los peque?os y medianos hosteleros, pero se est¨¢ haciendo a trav¨¦s de la calidad y el servicio¡±, dice Juan Jos¨¦ Blardony, director de la Asociaci¨®n de Hoteleros Madrile?os La Vi?a. ¡°Aun as¨ª tambi¨¦n estamos viendo ofertas bastante agresivas por parte de las marcas de cerveza dirigidas a los peque?os empresarios. Eso les est¨¢ permitiendo renegociar sus propios precios y acceder a tarifas antes impensables¡±, a?ade Blardony, que estima que este a?o el consumo de cerveza en la capital caer¨¢ entre un 5% y un 7%.
En el 103 de la calle de Toledo, el bar Asador Castellano anuncia en su puerta: ¡°??Oferta!! Cubo de cinco botellines y superraci¨®n, seis euros¡±. Tom¨¢s Gago, su due?o desde hace 10 a?os, apoya la cara en el mostrador, como quien comparte una confidencia: ¡°Hab¨ªa bajado tanto el tema que o met¨ªa el cubo o cerraba¡±, empieza. ¡°Al camarero me daba palo echarlo. Y a mis hijos, que curran conmigo, no pod¨ªa. As¨ª que me anim¨¦ y a los ocho d¨ªas no me cab¨ªa la gente¡±, dice sacando pecho. ¡°Si es que pongo unas raciones de puta madre, con jamon ib¨¦rico¡±, se anima Gago entre el inconfundible aroma a fritanga que impregna el local. ¡°Y lo del cubo... son modas. Ahora a la gente le ha pegado por ah¨ª. Ya se les pasar¨¢¡±.
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