¡°Estoy aqu¨ª por mi capacidad, no por mi ceguera¡±

Ignasi Terraza, barcelon¨¦s de 50 a?os, hubo de perder la vista para encontrar su vocaci¨®n como m¨²sico de jazz. Su actuaci¨®n de ma?ana a piano solo en el auditorio de La Casa Encendida es uno de los momentos m¨¢s esperados del festival Artes Esc¨¦nicas y Discapacidad.¡°Los que carecemos de alg¨²n sentido hemos pasado de ser minusv¨¢lidos, que significa que vales menos, a ser discapacitados,que quiere decir que te falta una capacidad. Y es cierto. Sin embargo, si estoy actuando en este festival, es por mi capacidad, no por mi discapacidad¡±.

?A los 10 a?os se le diagnostic¨® una vasculitis retiniana, enfermedad degenerativa normalmente asociada a la edad: ¡°El m¨ªo es un caso muy raro, nadie supo de d¨®nde me vino¡±. Ignasi no ten¨ªa una particular inclinaci¨®n por la m¨²sica. ¡°Cantaba bien pero eso era todo. Nadie en la familia era especialmente musical, salvo mi abuela, que tocaba el piano. Cuando perd¨ª la vista, un amigo me ense?¨® una canci¨®n en un ¨®rgano de juguete, luego la quise probar en casa de mi abuela, y a partir de ah¨ª cada d¨ªa me pasaba mis buenos ratos jugando con el piano. Cuando me quise dar cuenta, estaba estudiando en el Conservatorio¡±.

Ante las dudas sobre la posibilidad de vivir de la m¨²sica, se licenci¨® y trabaj¨® cinco a?os como ingeniero inform¨¢tico. Luego conoci¨® a Tete Montoliu, quien se convertir¨ªa en su principal referente personal y musical. ¡°Me hablaron de un pianista ciego estupendo que toca algo que se llama jazz, y yo dec¨ªa ¡®ah, s¨ª, ?y eso que es?¡±. Luego empec¨¦ a frecuentarle, aunque debo reconocer que musicalmente me costaba entender lo que hac¨ªa¡±.

Ignasi termin¨® convirti¨¦ndose en lo m¨¢s parecido a un disc¨ªpulo que tuvo Montoliu: ¡°Aun as¨ª, nunca me dio una sola lecci¨®n, nunca se las daba a nadie. Recuerdo una vez que estaba en su casa y le habl¨¦ de un tema que me gustaba mucho. Le pregunt¨¦ si me lo pod¨ªa ense?ar. Se sent¨® al piano y me toc¨® la melod¨ªa de arriba abajo. Entonces empec¨¦ a tocar los primeros compases, pero olvid¨¦ c¨®mo segu¨ªa, as¨ª que le pregunt¨¦. ?l me contest¨® muy indignado: ¡®?No esperar¨¢s que te lo vuelva a tocar!¡±. Y no lo hizo. Era la antigua escuela de ¡°b¨²scate la vida¡±. Adem¨¢s de la m¨²sica, maestro y disc¨ªpulo compart¨ªan una pasi¨®n com¨²n por el FC Barcelona. Conmemorando el d¨¦cimo aniversario del fallecimiento del genio del jazz, Terraza fue llamado a interpretar el himno del club en pleno Camp Nou, antes de un partido. ¡°Fue una experiencia inolvidable, ten¨ªa a 100.000 personas aplaudi¨¦ndome y hab¨ªa cumplido el sue?o de Tete¡±.

En su concierto en Madrid, Terraza interpretar¨¢ los temas de su ¨²ltimo disco, Sol-IT, grabado en el Palau de la M¨²sica.