Chavaler¨ªa abonada al 2 x 4
Los pinchadiscos Yall superan en acogida al grupo El Columpio Asesino en el segundo festival MTV Madrid Beach, que anoche arranc¨® en el Manzanares ante un p¨²blico muy joven
Confirmad¨ªsimo: nos guste o no, el verano se fue al garete. Y como a partir de ahora los acontecimientos evolucionar¨¢n a peor, unos 5.000 chavales, casi todos jovenc¨ªsimos, se acercaron anoche por el festival MTV Madrid Beach para quemar los ¨²ltimos cartuchos. Las novietas marbell¨ªes y novietes ibicencos son ya un recuerdo borroso, las bermudas desaparecer¨¢n en breve del armario, en la agenda del tel¨¦fono listose anotan m¨¢s evaluaciones que fiestas de la espuma y tanto mam¨¢ como pap¨¢ han redoblado el consumo de benzodiacepinas. Esto es lo que hay.
?Por segundo a?o consecutivo, Madrid Beach se ha propuesto ejercer de placebo: hay m¨²sica en vivo, la explanada del Manzanares ofrece un fresquete agradable y, por encima de cualquier otra consideraci¨®n, la entrada es gratuita. Previo cacheo, aunque hubo quien logr¨® colar alg¨²n brik de Don Sim¨®n.
La cita ha debido adaptarse a las nuevas condiciones del Ayuntamiento, siempre tan liberal sobre el papel como pertinaz a la hora de restringir. El escenario se ha ladeado y mira ahora hacia el Palacio Real para no molestar a los vecinos de Pr¨ªncipe P¨ªo, en las barras no se sirve ni un miligramo de alcohol y las laderas del parque fluvial amanecieron valladas para evitar da?os. As¨ª las cosas, una aut¨¦ntica muchedumbre se concentraba en la entrada para satisfacer la oportuna ingesta de calimocho.
A las 21.45, con la noche ya adue?¨¢ndose del horizonte, los te¨®ricos cabezas de cartel se vieron las caras con un p¨²blico que apenas los conoc¨ªa. El Columpio Asesino es un grupo con chica guitarrista y bater¨ªa que canta, lo que siempre tiene atractivo, pero su rock con briznas electr¨®nicas, ¨¢spero y algo indolente, todav¨ªa no goza de mucho predicamento a las puertas de los instis. Su antecesor en el escenario, Carlos Sadness, s¨ª disfrut¨® de cierta receptividad entre las chavalas: algunas incluso ya se hab¨ªan aprendido las letras del ¨²ltimo disco, Ciencias celestes. El muchacho del sombrero y larga melena practica un pop tierno, desafinado y lo bastante socarr¨®n como para animar a que se tuiteara que hab¨ªa gente desnud¨¢ndose en su concierto.
A las 11 estall¨® la tormenta (o tormento) maquinera de Yall, el Puente del Rey se convirti¨® en una sucursal de Privilege y afloraron las camisetas de tirantes, las viseras volteadas y las sudaderas de ch¨¢ndal caro. La explanada se convirti¨® en una inmensa rave, que en ingl¨¦s viene a significar ¡°despendole¡±. Si al inventor del dos por cuatro le reconocieran derechos de autor, ayer se habr¨ªa puesto las botas. Como los fabricantes de paracetamol, en el caso de las exposiciones prolongadas al chunda chunda.
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