Descubrir ?frica en Barcelona
La propuesta de Roger Mas desestructura la cobla, por momentos la aleja de su propia esencia
La noche del s¨¢bado comenz¨® ruidosa. A las 22.30 en la plaza de Sant Jaume y aleda?os a¨²n campaban a sus anchas algunos diablos y bestias de fuego repartiendo sus ¨²ltimos estallidos al infernal ritmo de los tambores. Sus ecos llegaban hasta la plaza de la catedral y no hac¨ªan preveer un buen comienzo para la propuesta bastante m¨¢s tranquila de Roger Mas y la Cobla Sant Jordi.
Por suerte, a la hora convenida los estallidos se alejaron los suficiente como para que el solson¨¦s pudiera volver a mostrar su interesante trabajo ante una audiencia que ocupaba todas las sillas previstas. M¨¢s all¨¢ muchos paseantes, turistas en su mayor¨ªa, se agolpaban curiosos atra¨ªdos por las extra?as sonoridades de tibles y tenoras.
Mas desestructura la cobla, por momentos la aleja de su propia esencia y en otros aprovecha su enrome potencial para puntuar sus canciones.
Una propuesta interesante pero esa noche donde se coc¨ªa el bacalao era en la plaza de Catalunya. M¨¢s de cuatro mil personas se agrupaban ante el enrome escenario para descubrir que ?frica tambi¨¦n existe en Barcelona. Y descubrirlo de la mejor manera: a golpe de ritmo y de baile. Atractivo y seductor.
Con el nombre de Africants la asociaci¨®n Espai ?frica-Catalunya present¨® cinco grupos africanos que viven y trabajan (cuando pueden) en la ciudad de Barcelona conservando sus ra¨ªces m¨¢s tradicionales en nuestro entorno urbano. Comenz¨® la kora del guineano Nino Galissa, sigui¨® la voz de Burkina Faso de Masara Traor¨¦ y el ritmo caliente y tremendamente contempor¨¢neo del caboverdiano Bino Barros.
Hasta ah¨ª interesante, muy interesante, pero todo cambi¨® con la explosi¨®n volc¨¢nica de Nalle Club. Un numeroso grupo de percusionistas y bailarines de Costa de Marfil que dejaron a todo el mundo con la boca abierta. Un ritmo implacable y unos movimientos imposibles de imitar en una propuesta colorista que atrap¨® desde el primer golpe de jemb¨¦.
Y la guindilla la pusieron Kwame Afrovibes, otro numeroso grupo interracial liderado por el guineano Kawane Adzaku que practican un afro beat tremendamente contagioso que puso a bailar a toda la plaza.
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