Puig, lo que la ley permita... y m¨¢s
El consejero de Interior ha acaparado cr¨ªticas por los excesos policiales Una de sus peticiones es endurecer el C¨®digo Penal para que d¨¦ ¡°m¨¢s miedo¡±
![Rebeca Carranco](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fad554526-c291-4dbf-a9ed-9a24fc389102.png?auth=ab3280373f3f4ee0712a92212037b29a8f46e8f1093fc1ca82d1eb580376332a&width=100&height=100&smart=true)
![Felip Puig, consejero de Interior de la Generalitat.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/URAW5W7NJEDBVNSYK52DOEHBSY.jpg?auth=4032d6c8e5713cfd7d12e29545c30884590a5f56054f50c1479a9886aab223c5&width=414)
Al consejero de Interior, Felip Puig (CiU), le perseguir¨¢n las palabras que pronunci¨® nada m¨¢s ponerse al frente de su departamento. En una entrevista radiof¨®nica prometi¨® ¡°tensar la ley hasta all¨ª donde est¨¦ permitido y un poco m¨¢s¡±. En estos casi dos a?os, ha demostrado sobradamente que no promete en vano. Bajo su mando se han vivido cargas, persecuciones policiales, se ha abierto una p¨¢gina web para delatar a v¨¢ndalos, se ha animado a los ciudadanos a denunciarse, se ha empezado a multar a las prostitutas en la carretera e incluso se ultimaba una ley del espacio p¨²blico, que quer¨ªa prohibir ir con el rostro tapado a una manifestaci¨®n.
?Con un temple a prueba de bombas y una personalidad m¨¢s dada a crecerse ante los problemas que a arredrase, Puig fue recibido en Interior con los brazos abiertos. Acostumbrados a su antecesor, Joan Saura (ICV), la polic¨ªa catalana agradeci¨® un hombre dispuesto a dar la cara por los Mossos d'Esquadra. Y Puig aprovech¨® para dejar claras las diferencias, borrando la huella de iniciativa en el departamento. Elimin¨® el l¨ªmite de circulaci¨®n de 80 kil¨®metros por hora en los accesos a Barcelona, fulmin¨® el c¨®digo de ¨¦tica de los mossos, descafein¨® el comit¨¦ con el mismo nombre y acab¨® con la pol¨ªtica de implantaci¨®n de c¨¢maras de vigilancia en las comisar¨ªas. Acababa de llegar.
Cuando no llevaba ni medio a?o, el 22 de mayo de 2010, la polic¨ªa catalana protagoniz¨® una de las cargas m¨¢s disparatadas y violentas que se recuerdan en la capital catalana. Los indignados, que acababan de aparecer en el panorama social, fueron desalojados a golpe de porra en lo que ten¨ªa que ser una operaci¨®n de limpieza de la plaza de Catalu?a. 121 personas acabaron heridas (37 de ellos mossos), pero Puig defendi¨® a sus hombres en rueda de prensa y en el Parlament, ignorando las cr¨ªticas un¨¢nimes a su dispositivo y a la actuaci¨®n policial.
Ya entonces empez¨® a sonar la expresi¨®n ¡°guerrilla urbana¡±: los manifestantes violentos que se ¡°infiltraban¡± en el 15-M, seg¨²n Puig, para montar algaradas como la del cerco al Parlament, el 15 de junio de ese a?o. Un endeble dispositivo policial no pudo garantizar que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, entrase a la c¨¢mara en coche, y tuviese que hacerlo en helic¨®ptero. Puig tambi¨¦n lleg¨® por el aire, y al bajar del aparato recibi¨® a la prensa con el pulgar en alto. ¡°Lo avis¨¦¡±, insinuaba.
Empez¨® entonces una caza sin cuartel contra quienes sitiaron el Parlament, y lleg¨® incluso a la Ciudad de la Justicia, donde irrumpieron varios antidisturbios para detener a indignados que hab¨ªan ido a presentarse ante el juez, conocedores de que la polic¨ªa les buscaba. El episodio sacudi¨® los cimientos de la relaci¨®n entre jueces y mossos, ya de por s¨ª complicadas. Sin criticarlo p¨²blicamente, Puig destituy¨® poco despu¨¦s al jefe de la polic¨ªa en el recinto.
La maquinaria contra la violencia callejera ya estaba en marcha, pero se desat¨® con los graves altercados del 29 de marzo de 2011, que arrasaron el centro de Barcelona. Tiene que haber ¡°m¨¢s miedo al sistema¡±, defendi¨® en una entrevista televisada Puig. Pidi¨® endurecer el C¨®digo Penal, restringir el derecho de reuni¨®n, aplicar el delito de grupo criminal a los v¨¢ndalos, potenciar la prisi¨®n provisional, las identificaciones selectivas, prohibir manifestantes con el rostro tapado, equiparar la resistencia pasiva al atentado a la autoridad... Incluso lanz¨® una web con las caras de 68 personas para que la ciudadan¨ªa les delatasen. La polic¨ªa acab¨® deteniendo a 113 sospechosos, entre ellos dos universitarios que cumplieron un mes de prisi¨®n.
Luego llegaron los incendios, que sirvieron para espolear las denuncias ciudadanas contra quienes tirasen colillas. Por el camino, bendijo los pol¨¦micos somatenes de Lleida, enerv¨® a sindicatos policiales y bomberos con los recortes, y compareci¨® m¨¢s que nadie para rendir cuentas a una oposici¨®n, a la que tore¨®, convencido de que la ley est¨¢ de su lado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Rebeca Carranco](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fad554526-c291-4dbf-a9ed-9a24fc389102.png?auth=ab3280373f3f4ee0712a92212037b29a8f46e8f1093fc1ca82d1eb580376332a&width=100&height=100&smart=true)