Caf¨¦ con euros para todos

?Tiene derecho un ciudadano a exigir, en un hospital p¨²blico, una habitaci¨®n individual y una enfermera exclusiva por el hecho de cotizar al m¨¢ximo a la Seguridad Social?

?Deber¨ªa conformarse un parado, que solo percibe el modesto subsidio de 400 euros, a que lo api?en en una sala junto a una docena de enfermos tan pobres como ¨¦l?

?Tienen m¨¢s derechos los que pagan m¨¢s impuestos? No. No, en ¡°un Estado social y democr¨¢tico de Derecho¡±, que tiene como valores superiores ¡°la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo pol¨ªtico¡±, como reza el art¨ªculo 1? de la Constituci¨®n Espa?ola (CE).

Hoy, esa igualdad est¨¢ en entredicho. Porque Catalu?a viene reclamando desde hace dos a?os un trato privilegiado. Tras el fracaso de Artur Mas de imponer a Rajoy el pacto fiscal, el presidente catal¨¢n ha anticipado las elecciones bajo la bandera de la autodeterminaci¨®n.

Pero como ese es un largo proceso y Catalu?a necesita con urgencia una potente inyecci¨®n de dinero, el presidente Mas intentar¨¢ obtener de Madrid condiciones de financiaci¨®n especiales para engrasar sus maltrechas finanzas p¨²blicas.

Las penurias econ¨®micas y el creciente independentismo catal¨¢n han puesto en primer plano la necesidad de abordar, de una vez, la reforma del modelo auton¨®mico. Que muy posiblemente obligar¨¢ a reformar la Constituci¨®n espa?ola (CE).

Un tema delicado que enfrenta a los dos grandes partidos sin cuyo acuerdo esa reforma es imposible. Para los socialistas, la reforma es necesaria. Lo escrib¨ªa en este peri¨®dico el presidente Jos¨¦ Gri?¨¢n: la CE ¡°no est¨¢ escrita en piedra¡± ni ¡°es inmutable¡±.

Por el contrario, el PP cree que la CE es un ¡°muro infranqueable¡±. Aunque no lo fue cuando, en agosto del pasado a?o, se modific¨® en menos de una semana, tras una conversaci¨®n telef¨®nica entre Zapatero y Rajoy, para aplacar a los mercados.

Cambiarla ?en qu¨¦ sentido? Los socialistas abogan por ¡°un Estado federal cooperativo que respete las diferencias y singularidades¡± del conjunto, en palabras de Gri?¨¢n. Los populares, por el contrario, creen que ser¨ªa un error, como ha se?alado su presidente andaluz, Juan Ignacio Zoido.

Pero se equivoca Zoido: lo peor no ser¨ªa eso, sino lo que defienden dirigentes de las nacionalidades hist¨®ricas, algunos de su propio partido, como N¨²?ez Feij¨®o. El presidente de Galicia est¨¢ en contra del caf¨¦ para todos y quiere replantarse ¡°una Espa?a divida en 17 autonom¨ªas¡±.

El catal¨¢n Duran Lleida (CiU) va m¨¢s lejos: sostiene que solo deben gozar de autonom¨ªa plena Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia y el resto que se conformen con cierto ¡°grado de descentralizaci¨®n¡±.

El 2 de octubre se celebra la primera cumbre de presidentes auton¨®micos convocada por Rajoy. Ese debe ser el escenario en el que se aborde este tema. Pero antes, los presidentes tendr¨¢n que solventar la urgente necesidad que tienen las CC AA de obtener liquidez para afrontar sus deudas. Deber¨¢n ponerse de acuerdo en c¨®mo distribuir los 18.000 millones del Fondo de Liquidez Auton¨®mico (FLA), al que Andaluc¨ªa, como casi todas las comunidades, se piensa sumar y c¨®mo se dise?a un nuevo modelo de financiaci¨®n, una vez demostrado que muchas comunidades, no solo Catalu?a, pierden con el actual.

Todo ello bajo el principio de igualdad. Las singularidades auton¨®micas no pueden convertirse en privilegios. Y mientras Catalu?a siga formando parte del Estado espa?ol, deber¨¢ tener los mismos derechos y deberes que el resto. Lo contrario ser¨ªa primar a quienes ya gozan del privilegio de ser m¨¢s ricos y obtener m¨¢s ingresos.

Ser¨ªa darles una habitaci¨®n de lujo, mientras el resto de pacientes se hacinan en abarrotadas salas colectivas del hospital. Relean el art¨ªculo 1? de la Constituci¨®n.

@JRomanOrozco