Los cient¨ªficos abordan el enigma de los cipreses ign¨ªfugos de J¨¦rica

Se trataba de despejar la inc¨®gnita: c¨®mo una columna de 946 cipreses desafi¨® a un incendio que, en apenas cinco d¨ªas de bochornoso julio, arras¨® 20.000 hect¨¢reas. Cuarenta investigadores internacionales y nacionales recalaron este mi¨¦rcoles en el Barranco de Herbasana, J¨¦rica, para abordar el enigma, del que solo se conocen precedentes en la Toscana (Italia) y Turqu¨ªa. La isla verde de 9.000 metros cuadrados plantada hace dos d¨¦cadas entre Valencia y Castell¨®n permanec¨ªa indemne. A su alrededor, asomaban los primeros brotes verdes de un territorio yermo, donde tres meses antes crec¨ªan sabinas, carrascas, pinos y enebros. La resistencia del cipr¨¦s mediterr¨¢neo, con 170 millones de a?os de antig¨¹edad, desconcert¨® a los cient¨ªficos.

¡°Se trata de una especie que impide el sotobosque [plantas que crecen bajo los ¨¢rboles] y la propagaci¨®n del fuego de copa¡±, explicaba Paolo Raddi, del Istituto per la Protezione delle Piante (Florencia). El especialista pon¨ªa como ejemplo un caso ¡°similar¡± de 24.000 hect¨¢reas en Turqu¨ªa, donde los cipreses se deshidrataron en un 80% sin arder. Su compa?ero, el investigador Gianni Della Rocca, encargado del trabajo de laboratorio, apuntaba que sus resultados son ¡°iguales¡± a los de J¨¦rica, donde s¨®lo 12 ejemplares se consumieron.

La contundencia de las explicaciones se desmoron¨® al abordar la evoluci¨®n del fuego. Un pino de la parcela calcinado contuvo las llamas pese a estar rodeado de cipreses. Los cient¨ªficos tambi¨¦n se sorprendieron por la capacidad de la especie de apaciguar las llamas en la parte m¨¢s baja. Solo el 4% de la necromasa (ramas muertas) result¨® afectada. Y admit¨ªan que el uso del cipr¨¦s como escudo verde es experimental. ¡°No hay ninguna especie ign¨ªfuga¡±, se?alaba la directora del Jard¨ªn Bot¨¢nico de la Universitat de Val¨¨ncia Isabel Mateu.

La Diputaci¨®n de Valencia mantendr¨¢ el experimento de J¨¦rica, cuya parcela forma parte de un terreno de 4.500 hect¨¢reas que comparten 14 propietarios desde 1890. Y tambi¨¦n planea la utilizaci¨®n de los cipreses como cortafuegos naturales. ¡°Se trata de un proyecto ¨²nico en Europa¡±, defiende el director del departamento de ?rboles Monumentales de esta instituci¨®n, Bernab¨¦ Moya, que esquiva dar fechas y presupuesto. La iniciativa piloto comenzar¨¢ con el estudio de las especies m¨¢s aptas entre 60 variedades y proseguir¨¢ con su plantaci¨®n. Los cipreses se someter¨¢n a un tratamiento para acelerar su crecimiento. El objetivo, que alcancen una altura de tres metros en diez a?os.