El gran espacio del arte emergente
Barcelona abre finalmente, con una exposici¨®n de David G. Torres, las primeras salas del edificio de Fabra i Coats, que acoge las f¨¢bricas de creaci¨®n
Ha sido una gestaci¨®n larga, complicada y muy pol¨¦mica, pero finalmente Barcelona tiene su centro de arte contempor¨¢neo. El nuevo equipamiento, que se inaugur¨® ayer con una exposici¨®n de David G. Torres sobre las nuevas pr¨¢cticas art¨ªsticas y de comisariado, ocupa 600 metros cuadrados en la planta baja del complejo fabril de Fabra i Coats, en Sant Andreu, convertido ahora en el buque insignia de otro tipo de f¨¢bricas, las de creaci¨®n.
Acaba as¨ª un proceso iniciado en 2008 con la crisis del Centro de Arte Santa M¨°nica y su reconversi¨®n en una instituci¨®n multidisciplinar, bajo la direcci¨®n de Vicen? Altai¨®. Las presiones del mundo del arte forzaron al anterior Consistorio a buscar una salida y encontrarla en el can¨®dromo. Cuando los trabajos de reestructuraci¨®n ya estaban casi terminados e incluso se hab¨ªa nombrado a un director de prestigio; Moritz K¨¹ng, el Ayuntamiento de CiU dio marcha atr¨¢s y, pese a las protestas, decidi¨® emplazar el nuevo centro de arte en Fabra i Coats, un espacio que puede crecer hasta tres plantas m¨¢s y alcanzar un total de 2.450 metros cuadrados para exposici¨®n, sin contar las ventajas de la proximidad con las estructuras de producci¨®n de la f¨¢brica de creaci¨®n.
¡°El can¨®dromo abrir¨¢ a finales de este a?o como un nuevo equipamiento dedicado a las industrias culturales y muy vinculado a la difusi¨®n y gesti¨®n de la producci¨®n de contenidos, que se llevar¨¢ a cabo en el centro de arte¡±, anunci¨® el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, durante la inauguraci¨®n. Para Ciurana, se trata solo del embri¨®n de un equipamiento de gran envergadura, ¡°que constituye una pieza clave, en un sistema coherente de espacios, que incluye el Macba y los dem¨¢s centros de arte de Catalu?a¡±.
La inauguraci¨®n del centro reuni¨® a muchos pol¨ªticos, galeristas y profesionales del mundo del arte, adem¨¢s de los vecinos del barrio, desde siempre muy implicados en la recuperaci¨®n del antiguo complejo fabril. Los grandes ausentes fueron los artistas, escasamente representados, aunque es posible que acudan hoy a la gran fiesta happening que tendr¨¢ lugar desde las 18.00 horas hasta bien entrada la madrugada y llenar¨¢ la f¨¢brica de conciertos, performances, sesiones de DJ y VJ, proyecciones, experimentaciones sonoras, pinturas murales y otras propuestas creativas colectivas.
A la espera de que se convoque el concurso para nombrar una mesa que, a partir del pr¨®ximo septiembre, se encargar¨¢ anualmente de dise?ar la programaci¨®n del centro, se han encargado tres exposiciones a otros tantos comisarios. La primera, Esta no es una exposici¨®n de arte, a cargo de David G. Torres, plantea las bases de lo que podr¨ªa ser este espacio: un centro dedicado a la creaci¨®n de contenidos desde una condici¨®n de di¨¢logo transdisciplinar. De ah¨ª el titulo ir¨®nico que hace referencia, seg¨²n Torres, ¡°a todas las cosas que no quieren ser lo que son¡±.
¡°Esta no es una exhibici¨®n de tesis ni sobre la performance. Es una propuesta de car¨¢cter prospectivo sobre la necesidad de replantear los formatos creativos y expositivos¡±, explic¨® Torres. La exposici¨®n, abierta hasta el 27 de enero, re¨²ne a 11 artistas cuyo com¨²n denominador es la voluntad de esquivar etiquetas, con un trabajo que incluso reh¨²sa la definici¨®n de obra de arte. ¡°Si pensamos en producciones culturales, lo importante no es c¨®mo lo explican, sino qu¨¦ explican¡±, concluy¨® Torres, que eligi¨®, entre otros, a Joan Morey, Antonio Ortega, Benjamin Seror, Laia Estruch y Christian Jankowski, casi todos con proyectos concebidos ex profeso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.