Un museo del vino para el siglo XXI

Acostumbrados a noticias sobre recortes en el mundo cultural, resulta sorprendente comprobar que, pese a todo, hay equipamientos que consiguen abrirse camino y terminan viendo la luz. Es el caso de Vinseum, el museo de las Culturas del Vino de Catalu?a, que se inaugurar¨¢ el s¨¢bado en Vilafranca del Pened¨¨s, despu¨¦s de dos a?os y medio de obras.

No pod¨ªa ser de otra forma. La capital del Alt Pened¨¨s es una de las m¨¢s vitivin¨ªcolas de Espa?a y vende sus caldos y cavas en medio mundo. Adem¨¢s, en la comarca ¡ªen concreto en el yacimiento del Tur¨® de la Font de la Canya del municipio de Avinyonet del Pened¨¨s¡ª se han encontrado semillas de uva que demuestran que la primera vi?a catalana (y quiz¨¢ espa?ola) se cultiv¨® aqu¨ª hace m¨¢s de 2.800 a?os. Este peque?o tesoro formado por centenares de granos carbonizados es una de las joyas de Vinseum, el museo que volviendo la vista al pasado pretende explicar la cultura del vino y proyectarla al futuro para dar fuerza al sector.

Sin embargo, Vinseum no es un museo nuevo. Creado en 1934, pasa por ser el primero en Espa?a en su g¨¦nero, pero tras permanecer abierto en un edificio cercano, ahora reabre con un proyecto museogr¨¢fico nuevo trasladado a un edificio singular de la localidad: el Palacio Real de Vilafranca, una construcci¨®n g¨®tica civil con mucha historia: en 1285, tal como recuerda una placa de la fachada, se produjo la muerte de Pedro el Grande a los 45 a?os, cuando iba a Salou para embarcar hacia las islas Baleares para luchar contra su hermano, Jaime II. Adem¨¢s, el edificio est¨¢ situado en el rovell de l¡¯ou de Vilafranca: en la plaza de Jaume I, justo enfrente de la iglesia de Santa Maria, con la que el museo, tras la reforma del arquitecto Santiago Vives, dialoga a trav¨¦s de las ventanas que permiten ver el templo con una perspectiva in¨¦dita.

Dani Freixas, responsable del proyecto museogr¨¢fico asegura: ¡°Vinseum apela a los sentidos y a las emociones que provoca el vino y no solo a su historia¡±. Los responsables del centro, con su director, Xavier Forn¨®s, a la cabeza, pretenden que el nuevo museo explique el proceso de elaboraci¨®n del vino, pero que ¡°ense?e su relaci¨®n con la cultura, la gastronom¨ªa y el arte¡±. La inversi¨®n para poner a punto el edificio (500 metros cuadrados de exposici¨®n y 1.800 ¨²tiles) y la museograf¨ªa asciende a 3,7 millones y ha contado con la aportaci¨®n de los ministerios de Fomento y Cultura, Caixa Pened¨¨s y el Ayuntamiento local.

Ya se trabaja en la segunda fase, que consistir¨¢ en la construcci¨®n de un edificio de nueva planta entre el palacio g¨®tico y la capilla de Sant Pelegr¨ª y para el que Vives ya tiene el proyecto acabado. ¡°Solo falta encontrar la financiaci¨®n¡±, asegura el presidente de Vinseum, Josep Soler. La intenci¨®n es que ¡°sea un referente de la localidad y de la comarca y un reclamo para todo el mundo interesado por el enoturismo¡±, y explica Soler que trabajan con el horizonte del a?o 2015 o 2016.

Cuando todo el proyecto sea realidad los tres edificios sumar¨¢n 3.000 metros cuadrados. Por ahora, los visitantes terminar¨¢n la visita en una taberna haciendo una degustaci¨®n de vinos y cavas locales. Para el alcalde de la localidad, Pere Regull, est¨¢ clara la vocaci¨®n del nuevo centro: ¡°que se convierta en el aut¨¦ntico museo nacional de las culturas del vino¡±. Por ahora, la Generalitat, que tiene incluido a Vinseum en el registro de museos catalanes, no se ha pronunciado.

Para Soler, sin embargo, lo m¨¢s dif¨ªcil a partir del lunes ¡°ser¨¢ abrir con normalidad cada d¨ªa y mantener los puestos de trabajo de las 10 personas que aqu¨ª trabajan¡±. Una tarea complicada, si tenemos en cuenta que los recortes inundan el panorama cultural.