Claves de la batalla gallega (2)
M¨¢s all¨¢ de los datos concretos, siempre sometidos a la incertidumbre propia de una encuesta, el CIS solo ha contribuido a confirmar que las elecciones en Galicia est¨¢n llenas de intriga.
Hay partido. M¨¢s all¨¢ de los datos concretos, siempre sometidos a la incertidumbre propia de una encuesta, el CIS solo ha contribuido a confirmar que las elecciones en Galicia est¨¢n llenas de intriga. De momento, Feij¨®o repite los resultados de hace cuatro a?os. Es decir, su mayor¨ªa absoluta est¨¢ cogida por los pelos. Un pu?ado de votos puede decidir si Feij¨®o se va por la puerta de atr¨¢s o se convierte en caso pr¨¢cticamente ¨²nico en Europa: un gobernante que resiste a la devastaci¨®n pol¨ªtica provocada por la crisis. Y eso que la encuesta del CIS no mide el posible efecto de resta en el electorado de derecha que hipot¨¦ticamente supondr¨¢ la candidatura de Mario Conde. En resumen: hay partido y no sobrar¨¢ ni un minuto, ni siquiera los del tiempo suplementario.
La resistencia del PSOE. Ni su peor enemigo hubiese ideado el gui¨®n de los ¨²ltimos a?os del PSdeG-PSOE. A todos los problemas de los socialistas en el conjunto de Espa?a, los gallegos a?adieron una larga batalla interna contra su l¨ªder y ahora candidato, Pachi V¨¢zquez. Por si fuera poco, en v¨ªsperas de la campa?a, destacados dirigentes socialistas se vieron envueltos en la Operaci¨®n Pokemon que ha revelado una supuesta trama de corrupci¨®n en contratas de ayuntamientos. La encuesta del CIS se realiz¨® antes, pero, hasta ahora, todos los sondeos conocidos apuntan a que el PSdeG no se desploma. A ver c¨®mo sale V¨¢zquez del debate del pr¨®ximo lunes con Feij¨®o.
La primera atrocidad. En su primer d¨ªa, la campa?a gallega se vio alimentada con un ruido procedente del exterior. Parec¨ªamos curados de espantos sobre las atrocidades que pueden decir a veces los personajes p¨²blicos. Pero el ya dimisionario presidente del Consejo General de la Ciudadan¨ªa Espa?ola en el Exterior, Jos¨¦ Manuel Castelao Braga?a, bati¨® todas las marcas al comentar: ¡°Las leyes, como las mujeres, est¨¢n para violarlas¡±. El repulsivo comentario salpicaba gravamente al PP de Galicia. Castelao es un gallego que pas¨® muchos a?os afincado en Argentina, donde ejerci¨®, entre otras cosas, de h¨¢bil mu?idor de votos para los populares en el submundo electoral de la emigraci¨®n, en la ¨¦poca en la que, a falta de garant¨ªas legales, los sufragios se recaudaban con toda clase de turbias artima?as. Manuel Fraga le mim¨® especialmente y le premi¨® incluso con un puesto en el Parlamento gallego, donde se convirti¨® en el primer gallego trasterrado que lograba un esca?o en la C¨¢mara. Sus incre¨ªbles palabras de ayer supon¨ªan un verdadero ca?onazo para Feij¨®o. Y Castelao lo pag¨® como se pagan este tipo de cosas cuando suceden en plena campa?a electoral: con la dimisi¨®n fulminante.
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