Un enclave de caravanas

La anexi¨®n a Madrid de los pueblos de Carabanchel, Alto y Bajo, consumada en 1948, integr¨® en la metr¨®polis dos de las poblaciones m¨¢s pr¨®ximas y con m¨¢s historicidad de cuantas rodeaban la ciudad. Prueba de ello son los abundantes vestigios paleontol¨®gicos, m¨¢s los de villas romanas hallados tras su excavaci¨®n junto a la iglesia de Nuestra Se?ora de la Antigua ¡ªla de mayor veteran¨ªa de la comarca, por su construcci¨®n en el siglo XIII¡ª as¨ª como la proliferaci¨®n de palacetes campestres de la nobleza y la alta burgues¨ªa madrile?as en el siglo XIX. El arquitecto e historiador de la Arquitectura Miguel Lasso de la Vega los describe en su libro Quintas de recreo, las Casas de Campo de la aristocracia alrededor de Madrid, publicado por el Ayuntamiento y la Fundaci¨®n Cajamadrid en 2006. Ahora, Jos¨¦ M. S¨¢nchez Molledo y Sonia Dorado proponen una mirada sobre Carabanchel basada en la comparaci¨®n de un centenar de fotograf¨ªas, hist¨®ricas y actuales, del distrito. El car¨¢cter meramente descriptivo del libro no obsta para apreciar la evoluci¨®n-involuci¨®n operada en su caser¨ªo, que tuvo la desgracia de hallarse en plena l¨ªnea del frente durante la Guerra Civil y, en la posguerra, la de convertirse en primera l¨ªnea de los desmanes urban¨ªsticos acometidos bajo el franquismo. La primitiva fisonom¨ªa del viejo enclave de caravanas resulta hoy irreconocible, si bien perduran fragmentos de algunos hitos arquitect¨®nicos como la Colonia de la Prensa; el hospital militar G¨®mez Ulla; el palacio del marqu¨¦s de Salamanca y, sobre todo, la Real Posesi¨®n de Vista Alegre, hasta ayer mismo sede de instituciones regionales, art¨ªsticas y filantr¨®picas, anhelada hoy por la Universidad de Nueva York para establecer campus propio. Se menciona tambi¨¦n al vecindario, que ha llevado la contestaci¨®n vecinal hasta su c¨¦nit, como la lucha desplegada contra la demolici¨®n de la prisi¨®n de hombres para transformarla en un ¡°lugar de la memoria y de la resistencia¡± en un barrio de extracci¨®n trabajadora, anatemizado por el franquismo como ¡°tierra ideol¨®gicamente irredenta¡±, separada de la ciudad por una frontera simb¨®lica de exclusi¨®n que el tiempo y la lucha vecinal han logrado borrar.

As¨ª era y as¨ª es Carabanchel. Por Jos¨¦ M. S¨¢nchez Molledo y Sonia Dorado. Colecci¨®n Temporae. Ediciones La Librer¨ªa. 143 p¨¢ginas. 14.90 euros.