El top¨®grafo de la antig¨¹edad

Il Tuffatore (el zambullidor) di Paestum es una pintura encontrada en una necr¨®polis griega del siglo V antes de Cristo, en la antigua Posidonia, una ciudad griega en la costa adri¨¢tica de la pen¨ªnsula italiana. La pintura est¨¢ dentro de un sarc¨®fago, de manera que el difunto la tenga frente a sus ojos, y representa a un hombre que salta desde lo alto de un muro para zambullirse en un agua cristalina. ¡°Es un vuelo al otro mundo¡±, apunta el escritor Valerio Massimo Manfredi (M¨®dena, 1943), y enlaza esta potente imagen del mundo cl¨¢sico con el fascinante salto al vac¨ªo del austr¨ªaco Felix Baumgartner.

Manfredi, estuvo ayer en Barcelona y particip¨® en una de las Conversaciones de La Pedrera, entrevistado por Jacinto Ant¨®n, que lo defini¨® como un ¡°top¨®grafo de la antig¨¹edad¡± porque, dijo, reconstruye sucesos que pasaron hace miles de a?os en geograf¨ªas cambiantes. Arque¨®logo, autor de novelas hist¨®ricas como Alexandros, la abrumadora trilog¨ªa sobre Alejandro Magno, La ¨²ltima legi¨®n, sobre el origen del mito de Arturo, o El Imperio de los dragones, sobre una improbable visita de legionarios a China, entre otras, Manfredi combina una gran erudici¨®n con la seductora capacidad de contar historias y recrearse en los detalles, las an¨¦cdotas, que a menudo son las que contienen la clave del instante.

Para los griegos y los romanos, la circuncisi¨®n era una mutilaci¨®n

Julio C¨¦sar, por ejemplo, fue asesinado en lo que hoy considerar¨ªamos un centro comercial de la antigua Roma. La Curia del Senado estaba en obras, por lo que el Senado se reun¨ªa en la Curia de Pompeyo, ¡°un lugar donde la gente iba a pasear, hab¨ªa un jard¨ªn, tiendas, un mercado y un teatro¡±. Se sabe, por muchas fuentes directas, a?adi¨®, que cay¨® a los pies de la estatua del derrotado Pompeyo. Toda una paradoja.

?Era una muerte anunciada? ?Por qu¨¦ no se protegi¨®? ?Que fall¨®? Manfredi piensa que hay algo extra?o en la actitud de Julio Cesar, que se desembaraz¨® de su guardia personal tres d¨ªas antes de morir bajo las dagas. Una guardia compuesta por celtas, porque ¡°ning¨²n romano pod¨ªa ser guard¨ªan de otro romano¡±.

Sobre la versi¨®n de la antig¨¹edad, y m¨¢s concretamente de Roma, que dan las pel¨ªculas y las series de televisi¨®n, Manfredi es condescendiente. ¡°Lo que ofrecen son emociones y para ello se basan en episodios hist¨®ricos, pero no hay que tom¨¢rselas en serio, para esto est¨¢n los acad¨¦micos y los historiadores¡±, apunta. Pero no puede evitar algunos comentarios sarc¨¢sticos, como se?alar que en la serie Espartacus hay un primer plano de un gladiador desnudo y visiblemente circuncidado. ¡°Esto ser¨ªa totalmente imposible¡±, exclama, ¡°en la cultura grecolatina la circuncisi¨®n se consideraba una mutilaci¨®n¡±. Admite que hace poco tuvo una larga comida con Ridley Scott, el director de Gladiator, y a?ade que s¨®lo los personajes del filme son hist¨®ricos, pero nada de lo que cuenta la pel¨ªcula tiene que ver con la realidad. Y reconoce sentir una cierta admiraci¨®n por la serie Roma, porque ¡°muestra claramente el tipo de ciudad que era la capital del mundo, lo m¨¢s parecido a un suburbio de Calcuta, una sociedad que desconoc¨ªa el pecado¡±, aunque sentencia: ¡°¡±la sociedad romana, como todas las sociedades imperiales, era puritana¡±.