Albiol destituye a un concejal y a un cargo por extorsionar a un comerciante
El due?o de un bar y un restaurante denuncia que el coordinador de Sant Roc le exigi¨® el pago de 6.000 euros
Antonio Cort¨¦s sol¨ªa pasear con aires de suficiencia por la calle de Chile, eje comercial del multi¨¦tnico barrio de Sant Roc, en Badalona. Pese a su nula formaci¨®n, el alcalde, Xavier Garc¨ªa Albiol (PP), lo nombr¨® coordinador del distrito en un gui?o hacia la comunidad gitana, hist¨®ricamente asentada en la periferia de la ciudad. En sus paseos por las calles de Sant Roc lo acompa?aba a menudo el concejal de distrito y responsable de Servicios Sociales y Salud en el Consistorio, David G¨®mez. Juntos velaban por que la nueva pol¨ªtica de Albiol ¡ª¡°tolerancia cero¡± con los incumplimientos de la normativa por los comercios¡ª se cumpliera a rajatabla. Ese asedio, que se ha reflejado en multitud de inspecciones y sanciones, ha soliviantado a los empresarios extranjeros, que se sienten v¨ªctimas de un ¡°trato discriminatorio¡±.
En este marco ha emergido un presunto caso de corrupci¨®n que Albiol trata de contener. El alcalde se vio obligado a prescindir ayer de los servicios de su concejal de Salud y de su hombre de confianza en un barrio dif¨ªcil. Un empresario marroqu¨ª les ha acusado ante un juez de extorsi¨®n. Seg¨²n el testimonio de H. Z., Cort¨¦s le exigi¨® 6.000 euros a cambio de solucionar sus problemas con dos locales que regentaba en la calle de Chile: un bar y un restaurante. El bar sufri¨® una inspecci¨®n, una multa de 5.000 euros y dos cierres, el ¨²ltimo en junio.
La oferta de Cort¨¦s era f¨¢cil de captar: si se somet¨ªa al chantaje y aceptaba pagar, ¨¦l interceder¨ªa en su favor para arreglar los expedientes. Si se negaba, no solo su bar seguir¨ªa cerrado, sino que har¨ªa lo posible por cerrarle tambi¨¦n el restaurante. Seg¨²n la denuncia, H. Z. se neg¨® a pagar.
La denuncia a¨²n no ha sido admitida a tr¨¢mite, pero incluye conversaciones entre Cort¨¦s y el empresario grabadas por este ¨²ltimo. En esas llamadas, el coordinador dice actuar siguiendo instrucciones del concejal: ¡°David dice que si en 20 minutos no tiene su dinero te env¨ªa a las furgonas¡±; ¡°acabo de hablar con David, que estamos aqu¨ª en la placita, ?cu¨¢nto tardar¨ªas en darnos los otros 3.000 euros?¡±, dice en dos de las charlas que ayer avanz¨® El Peri¨®dico de Catalunya.
La ¡°placita¡± es la plaza de Camar¨®n de la Isla, donde anta?o se hab¨ªan producido choques entre gitanos rumanos y aut¨®ctonos y en la que, desde el verano, Albiol ha instalado una peque?a comisar¨ªa en un m¨®dulo prefabricado.
Seg¨²n la denuncia, Cort¨¦s se present¨® en el local del empresario en varias ocasiones para ¡°concretar y ultimar detalles del pago¡± acompa?ado por G¨®mez, que ¡°quedaba prudentemente a la espera, en la puerta, sin llegar a entrar¡±. En una ocasi¨®n, incluso, la esposa de Cort¨¦s llam¨® a H. Z. para ¡°presionarle¡±: su marido estaba muy enfadado porque no hab¨ªa hecho efectivo el pago y estaba recibiendo, asimismo, presiones de su jefe, el concejal G¨®mez.
El esc¨¢ndalo llev¨® a Albiol a tomar dos decisiones r¨¢pidas: decretar el cese fulminante de Cort¨¦s y apartar, ¡°temporalmente¡±, a G¨®mez de sus tarejas ejecutivas. ¡°Naturalmente, si el juez ve indicios de delito, el Ayuntamiento se presentar¨¢ como acusaci¨®n popular contra esta persona, que hoy ya no forma parte de la estructura municipal¡±, anunci¨® en rueda de prensa en alusi¨®n a Cort¨¦s, del que dijo sentirse decepcionado. Sacrificado el coordinador, Albiol fue m¨¢s cauto con su concejal. Si los hechos se demuestran ciertos, dijo, habr¨¢ tenido ¡°una evidente falta de control¡± sobre Cort¨¦s, del que era responsable.
En un esfuerzo por evitar que el caso escape de su control, el edil se esforz¨® en subrayar que los expedientes sobre el cierre de ese y otros locales son ¡°impecables¡±. Y se comprometi¨® a facilitar la informaci¨®n a los grupos de la oposici¨®n, que se preguntaron, por su parte, si el caso de H. Z. es solo la punta del iceberg de una corrupci¨®n generalizada en la zona. Esa sensaci¨®n cund¨ªa ayer en el barrio, donde se denuncia en voz alta el trato ¡°discriminatorio¡± de Albiol con los comercios extranjeros. ¡°Si nadie m¨¢s denuncia es porque tienen miedo¡±, explic¨® el empleado de un local kebab.
La oposici¨®n sospecha que hay m¨¢s v¨ªctimas ocultas de la corrupci¨®n
Ese mismo miedo es el que siente H. Z., que la noche del lunes denunci¨® ante los Mossos que hab¨ªa recibido llamadas amenazantes de un miembro destacado del colectivo gitano en Sant Roc.
La polic¨ªa le ha proporcionado una vigilancia discreta, seg¨²n su abogado, Rafael Mendoza. El letrado coincide en que quiz¨¢ no se trate de un caso aislado ¡ª¡°mi cliente no es un elegido¡±¡ª y subray¨® la presunta implicaci¨®n del concejal en el caso. ¡°Los locales se cerraban por cuestiones de salud, y G¨®mez es el concejal de esa ¨¢rea. Adem¨¢s, los expedientes recib¨ªan el visto bueno del concejal de distrito, y ¨¦l tambi¨¦n ocupaba ese cargo¡±, se?ala el letrado.
La denuncia recoge, asimismo, que Cort¨¦s ofreci¨® a H. Z., la posibilidad de adjudicarle un ¡°piso social¡± a cambio de 6.000 euros. En una de las grabaciones, que en algunos casos no son muy claras, el excoordinador le llega a dar la direcci¨®n de uno de los pisos.
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