La lluvia y el fango
¡°La corrupci¨®n no es una fatalidad¡±, dijo Herrera. A ver si acierta.
La lluvia desluci¨® ayer el decorado de un acto de Iniciativa dedicado a denunciar la corrupci¨®n y proponer soluciones. Joan Herrera hab¨ªa elegido el saqueado Palau de la M¨²sica. No pudo ser. Pero la lluvia no fue suficiente para acallar un discurso dedicado al fango que cubre Catalu?a: el fango de la corrupci¨®n, donde, dijo el l¨ªder de ICV, chapotea a sus anchas el partido de Artur Mas. El fango del Palau, pero tambi¨¦n el intento de ama?o de las ITV o los tejemanejes en sanidad. (Por cierto y sin que la autorreferencia sirva de precendente: Herrera elogi¨® la tarea de este diario en la denuncia de la corrupci¨®n en la sanidad y se solidariz¨® con sus trabajadores).
Joan Herrera hizo p¨²blico su patrimonio al principio de la legislatura y lo ha vuelto a hacer al final. No tiene seguidores. Quiere acabar con las subvenciones a oscuras y con los cr¨¦ditos impagados y con las donaciones opacas. Pretende que los negociantes se ajusten a la ley en lugar de buscar un amigo en el Gobierno como intermediario o comisionista. Lo tiene crudo.
Afirm¨® que hablar de mafia y pensar en Italia o de corrupci¨®n y asociarlo a lo que ocurre al oeste del Ebro es una falacia. Que Catalu?a es un barrizal de chanchullos que Artur Mas pretende tapar con la bandera catalana, igual que Rajoy esconde Gurtel bajo la defensa de la unidad de Espa?a.
A Joan Herrera no le gustan los lobbies y quiere transparencia en la agenda de los gobernantes. Quiere saber cu¨¢nto gastan, porque se trata de dinero de los ciudadanos. Dinero que no va a la sanidad o educaci¨®n p¨²blicas. Dinero que paga un viaje a a Mosc¨². ?Por qu¨¦ fue Mas a Rusia? Quiz¨¢s porque es disc¨ªpulo pol¨ªtico de Llu¨ªs Prenafeta (implicado en el caso Pretoria y uno de los primeros en tener negocios en Rusia). Mas empez¨® en sus empresas y de ah¨ª a Converg¨¨ncia. Tambi¨¦n Antoni Fern¨¢ndez-Teixid¨® fue representante de rusos un tanto extra?os, a?os despu¨¦s de haber sido trotskista y del CDS.
¡°La corrupci¨®n no es una fatalidad¡±, dijo Herrera. A ver si acierta.
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