Epicentro en Santa Ana

1. Plaza Santa Ana. Los Austrias, Lavapi¨¦s y Malasa?a conforman mi Madrid particular. El punto central, constituido como una peque?a ciudad, es la Plaza de Santa Ana, lugar paradigm¨¢tico y fant¨¢stico. En primavera y oto?o ofrece a eso de las ocho de la ma?ana, antes de que coloquen las sillas, una visi¨®n diferente, es como si fuera un pueblo. Hoy est¨¢ muy metamorfoseada, con un abuso de terrazas, pero no deja de ser maravillosa y en torno a ella se puede establecer toda una vida. El caf¨¦ La Suiza es mi despacho personal, y el Teatro Espa?ol, emblem¨¢tico no solo por trabajo.

2. Jard¨ªn bot¨¢nico. Es un lugar espl¨¦ndido que ofrece siempre espect¨¢culos naturales y donde se puede ver c¨®mo funciona el paso de las estaciones. Alberga lugares que parecen no estar en ninguna ciudad.

3. Retiro. Tengo fotos siendo peque?o con mis padres y mi hermano, que ya no est¨¢n, y siempre vuelvo, mucho menos de lo que deber¨ªa, a pasear por la zona del lago a o¨ªr a la banda municipal y hacer cosas diferentes.

4. Vistillas. Un lugar que siempre he frecuentado, frecuento y frecuentar¨¦. Perfecto para ver la espectacular puesta de sol y donde te sientas a escuchar m¨²sica, hablar con gente y, sobre todo, dejar pasar la tarde.

5. Visitas guiadas a teatros. Es fascinante conocer por dentro los teatros. Son aut¨¦nticos barrios, peque?os, llenos de dependencias. Me gusta mucho la geograf¨ªa de los teatros, todos: el Real, el Espa?ol, el Mari Guerri (como lo llama la profesi¨®n), hablan de sus historias, a veces desde el siglo XVI. Hay que visitar los que se puede.

6. Itinerario en torno al Museo del Prado. Son museos que vistos en conjunto lo ofrecen todo en lo que a arte pl¨¢stico se refiere. No hay nada m¨¢s reconfortante que un buen paseo entre el Museo del Prado, el Thyssen, Fundaci¨®n Mapfre (Paseo de Recoletos, 23), Caixaforum (Paseo del Prado, 36), la Casa Encendida y Reina Sof¨ªa.

7. Librer¨ªas de la calle Pr¨ªncipe. Me fascinan estos establecimientos peque?os en los que paso horas, donde miro y no solo compro. La Celestina (Pr¨ªncipe, 17), al frente de la cual est¨¢ un gran entendido, amable, que sabe mucho¡­; es la gran librer¨ªa de teatro que deber¨ªamos preservar. Sin tarima (Pr¨ªncipe, 9) que cierra tarde y est¨¢ muy bien surtida, con libros ins¨®litos y donde consiguen lo que les pides en muy poco tiempo.

8. Librer¨ªas emblem¨¢ticas. Hay dos referentes. Te ponen al d¨ªa de novedades, te dejan cotillear y puedes echar mano de un asesor. Son la Antonio Machado (Fernando VI, 17) y La buena vida (Vergara,10), donde es un placer tomarse un caf¨¦ y rebuscar entre las novedades.

9. Madrid r¨ªo y Matadero. Un sitio que se ha transformado dr¨¢sticamente y sobre el que ha crecido un Madrid nuevo y fant¨¢stico. Destaco el Matadero del Espa?ol, con su bar fant¨¢stico. Un nuevo barrio de Madrid para consumir espect¨¢culos, pasear y como espacio, en s¨ª mismo ¨²nico. Espero que siga teniendo la misma definici¨®n por la que se cre¨®.

10. Lugares de encuentro de teatreros. Los bares de los teatros eran lugar de tertulia y nocturnidad, lo que se perdi¨® a partir de los noventa. Hasta entonces era hist¨®rico el bar del Mar¨ªa Guerrero, hoy convertido en una peque?a sala. A¨²n quedan algunos de Mala?asa, El Barbieri en Lavapi¨¦s, el Sol de la calle Jardines, y El Negro, sin olvidar el bar del Matadero.