Antidisturbios en campa?a
El consejero Puig mantiene un credo que da alas a las actitudes policiales m¨¢s duras
Los Mossos d¡¯Esquadra han irrumpido en campa?a. Lo han hecho a lo grande, pese a que los agredidos son menores: las im¨¢genes de Tarragona no dejan margen al error. Adem¨¢s del ¡°fortuito¡± rebote de la porra de un agente en la mochila del integrante de un piquete ¡ªporra que abri¨® una brecha en la cabeza de un chico de 13 a?os¡ª, el v¨ªdeo grabado muestra c¨®mo los polic¨ªas golpean en tres ocasiones a una joven de 16 a?os que se hab¨ªa limitado a censurar su actitud. La chica paseaba con unas amigas cuando fue golpeada; el adolescente iba a encontrarse con su madre. Es pues claro que la violencia desproporcionada no es un hecho que ¨²nicamente ata?a al Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, con sus cargas en la madrile?a estaci¨®n de Atocha. En este terreno, el hecho diferencial se diluye.
El desalojo de la plaza de Catalunya, el 27 de mayo de 2011, supuso un salto cualitativo. Las im¨¢genes fueron suficientemente elocuentes. Luego ha habido una sentencia condenatoria ¡ªy despu¨¦s indulto del Gobierno central¡ª a cuatro mossos por torturar ¡°por equivocaci¨®n¡± a un ciudadano rumano; unos meses despu¨¦s, los tribunales han impuesto un a?o de c¨¢rcel a un polic¨ªa auton¨®mico por destrozar los test¨ªculos con una granada aturdidora a un detenido... Van sumando.
El presidente Mas ha pedido disculpas por la actuaci¨®n de los mossos el 14-N. El consejero Felip Puig ha dicho que investigar¨¢ el caso de la joven golpeada en Tarragona, pero mantiene un credo ¡ª¡°tensar la ley hasta donde est¨¢ permitido y un poco m¨¢s¡±, seg¨²n sus propias palabras¡ª que da alas a las actitudes policiales m¨¢s duras. Se ha hecho a?icos el c¨®digo de ¨¦tica de los mossos que impuls¨® el tripartito; se incumple la propia normativa de Interior que obliga a los antidisturbios a llevar el n¨²mero de identificaci¨®n a la vista y se ha paralizado la implantaci¨®n de c¨¢maras en las comisar¨ªas. Desde que Puig es consejero de Interior, el trato dispensado a los detenidos debe haber mejorado mucho, porque no han vuelto a trascender im¨¢genes de torturas en comisar¨ªa. Mejor, piensan algunos en plena comuni¨®n de ideas en Barcelona y en Madrid, que no se grabe nada ni en las dependencias policiales ni en la calle.
Pero la ausencia de im¨¢genes no evita la presencia de una ret¨®rica inquietante. El comisario general de Coordinaci¨®n Territorial de los Mossos, David Piqu¨¦, con motivo del Dia de les Esquadres, el pasado 20 de abril, asegur¨® que ir¨ªa a buscar a los violentos all¨ª donde se encontrasen: ¡°Ya sea en una cueva o en una cloaca, que es donde se esconden las ratas, o en una asamblea, que no representa a nadie, o detr¨¢s de una silla de una universidad¡±. Es solo un ejemplo de exceso verbal. Lo peor es cuando esa actitud se traduce en hechos y la sombra de la sospecha se generaliza. Quiz¨¢s alg¨²n responsable deber¨ªa tomar nota de lo apuntado por el Colectivo Aut¨®nomo de Trabajadores de Mossos, cuyo portavoz se preguntaba ante los sucesos de Tarragona el 14-N: ?Por qu¨¦ se dio la orden de cargar si hab¨ªa ni?os?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.