Arquitecturas de la imaginaci¨®n

Como recordaba Mario Vargas Llosa en EL PA?S en mayo pasado, el italiano Giovanni Battista (o Giambattista, como firmaba) Piranesi so?¨® siempre con ser arquitecto, pero la ¨²nica obra que lleg¨® a ejecutar fue la restauraci¨®n de una peque?a iglesia en el Aventino, una de las siete colinas que dominan Roma, donde yace enterrado. Sus arquitecturas las despleg¨® en los centenares de aguafuertes que realiz¨®, que le convirtieron en el grabador m¨¢s celebre e influyente del siglo XVIII y uno de los mejores exponentes de toda la historia del g¨¦nero, al que dot¨® de una profunda fuerza visionaria.

M¨¢s de 250 de las obras de Piranesi (Mogliano Veneto, 1720-Roma, 1778) se exhiben ahora en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, como pr¨®logo del primer Festival Internacional de Grabado Contempor¨¢neo, que acoger¨¢ la capital vizca¨ªna entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre pr¨®ximos.

Las obras pertenecen a los fondos de la Escuela de Arquitectura de la italiana Universidad de Cagliari, que conserva una colecci¨®n de 1.100 estampas del autor, casi el cat¨¢logo completo de su obra sobre papel. La Escuela recibi¨® la colecci¨®n en 1916 y sus estudiantes utilizaban las piezas en sus trabajos. Hasta que quedaron olvidados en un caj¨®n y solo el a?o pasado el centro acad¨¦mico redescubri¨® el tesoro de que dispon¨ªa, con todas las piezas en un estado extraordinario de conservaci¨®n, como recordaba en la presentaci¨®n de la muestra su comisaria, Gabriella Locci. La del Bellas Artes es la primera muestra de gran magnitud ¡ªmontada con una sobria puesta en escena¡ª que se hace de dichos fondos.

Junto a las estampas, se expone una plancha original de cobre ¡ªuna portada de las Vedute de Roma, la serie que dedic¨® a vistas topogr¨¢ficas de la capital italiana¡ª, cedida por el Instituto Nacional para la Gr¨¢fica romano, y distinta informaci¨®n audiovisual de car¨¢cter did¨¢ctico.

La influencia de Piranesi procede, sobre todo, de la serie de aguafuertes de prisiones laber¨ªnticas e imaginarias conocida como Carceri d¡¯invenzione, que desarroll¨® en Roma en 1745 tras una estancia en Venecia, aunque su origen se remonta a varias d¨¦cadas atr¨¢s. Sus ecos expresionistas, sus arcanas estructuras, conmueven al espectador. Su otra colecci¨®n relevante es Le antichit¨¤ romane, recrraciones entre lo real y lo imaginario de la antigua Roma.

El director del Museo de Bellas Artes, Javier Viar, destaca que la exposici¨®n constituye un "hito" para la pinacoteca bilba¨ªna. Es la segunda muestra de grabados que programa este a?o, despu¨¦s de la de Goya.