El voto en contra
Los resultados arrojan un alud creciente de votos a listas como Pirates, Escons en Blanc, Partido Animalista o Farts.com
Las encuestas detectan la presencia de un porcentaje de indecisos que para s¨ª quisiera cualquier lista. Son gente que no acude a los m¨ªtines, que se salta los v¨ªdeos electorales y rechaza la propaganda que le inunda el buz¨®n. Hay quien no se siente representado por ninguna de las opciones que se presentan a las elecciones (y ya son ganas) y tambi¨¦n quienes est¨¢n hasta m¨¢s all¨¢ del gorro de un sistema electoral que, opinan, secuestra la voluntad popular. Sin dejar de lado que alguien prefiera irse al campo en vez de ir a votar un programa sin poder controlar de modo alguno que se cumpla o se incumpla.
Los resultados arrojan un alud creciente de votos a listas como Pirates, Escons en Blanc, Partido Animalista o Farts.com. Nada que ver con formaciones raras como esa cuyo nombre parece una quiniela y que descubre extranjeros subvencionados en cualquier rellano. Votos que s¨®lo expresan lo que se dio en llamar el factor Cicciolina. Ilona Staler (Cicciolina) era una actriz porno que consigui¨® en 1987 un acta por el Partido Radical Italiano. Logr¨® el voto del rechazo a todo lo dem¨¢s. Algo similar se hab¨ªa dado en 1981 en Francia con el c¨®mico Coluche, quien sosten¨ªa: ¡°En una dictadura te mandan callarte; en una democracia puedes decir lo que quieras¡±. Queda impl¨ªcito que el desahogo es in¨²til.
Una parte del abstencionismo o del voto de rechazo piensa como Coluche: hablar no sirve de nada. Y otra piensa peor: nada sirve de nada. Todos los partidos son iguales: unos corruptos. No es verdad, pero lo parece. Con el agravante de que la derecha no castiga la corrupc¨ª¨®n mientras que no pocos votantes de la izquierda son intransigentes con este tipo de asuntos morales.
Quiz¨¢s convenga recordar un par de cl¨¢sicos: el sabio Sol¨®n decidi¨® que fuera condenado a la infamia quien no tomara partido en caso de conflicto social. Dante coloc¨® a los indiferentes a la entrada del Infierno. Claro que cabe pensar que ya estamos en el infierno . Y requemados.
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