Una Generalitat menguante
El Ejecutivo catal¨¢n est¨¢ inmerso en privatizar y reducir el sector p¨²blico
La que ahora finaliza pasar¨¢ a la historia como la legislatura de los recortes en los servicios p¨²blicos. Tambi¨¦n por que la Generalitat puso en marcha un proceso privatizador que se prolongar¨¢ en los pr¨®ximos a?os. El Gobierno de Artur Mas se ha escudado en la necesidad de conseguir liquidez para sostener los presupuestos auton¨®micos y poner freno al d¨¦ficit. Pero tambi¨¦n ha tirado de los principios de CiU, materializados en la declaraci¨®n que el presidente de la Generalitat lanz¨® ya en su discurso de investidura, cuando afirm¨® que su ejecutivo nac¨ªa con vocaci¨®n business friendly.
Desde entonces no ha habido tregua. Adem¨¢s de la cesi¨®n impl¨ªcita de negocio a la empresa privada que puede conllevar la degradaci¨®n de la sanidad y la educaci¨®n p¨²blicas a golpe de tijeretazos, el Departamento de Econom¨ªa ha iniciado un ambicioso proceso de liquidaci¨®n de activos. Su objetivo: cerrar la legislatura con unos ingresos por desinversiones por valor de 1.850 millones de euros.
No lo ha logrado, pero no por falta de voluntad. La crisis, su mejor argumento para privatizar, se ha convertido tambi¨¦n en el peor enemigo para conseguirlo. Las dificultades para encontrar financiaci¨®n y la valoraci¨®n de los activos han dificultado la venta de patrimonio.
No ha sido hasta el ¨²ltimo suspiro del mandato, una vez convocadas ya las elecciones anticipadas, que el ejecutivo ha conseguido cerrar la que part¨ªa como la mayor operaci¨®n. La privatizaci¨®n de la gesti¨®n de Aguas Ter-Llobregat es el s¨ªmbolo del camino emprendido por el ejecutivo nacionalista. Durante los pr¨®ximos 50 a?os ser¨¢ Acciona la compa?¨ªa encargada de gestionar la empresa p¨²blica responsable de la gesti¨®n y el saneamiento del agua que consumen casi cinco millones de catalanes. La operaci¨®n supondr¨¢ para los hogares un incremento de la tarifa de un 14%, mientras que la Generalitat se asegurar¨¢ unos ingresos de 1.000 millones de euros mientras dure la concesi¨®n.
Pese a que esos recursos los ingresar¨¢ en el pr¨®ximo medio siglo, la Generalitat podr¨¢ contabilizarlos en su conjunto durante este a?o, lo que supone reducir de un plumazo casi medio punto de d¨¦ficit. Tambi¨¦n contribuir¨¢ a ello la privatizaci¨®n de los t¨²neles de Vallvidrera y Cad¨ª, que aportar¨¢n otros 430 millones de euros a caja. Econom¨ªa negocia con Abertis su adjudicaci¨®n tras haber fracasado en el concurso abierto inicialmente. No era la primera vez que Mas-Colell se daba de bruces con la realidad: antes ya hab¨ªa quedado hu¨¦rfana la venta de los activos de ICF Equipaments ¡ªcomisar¨ªas y escuelas¡ª y solo hab¨ªa conseguido colocar tres edificios del lote de 26 inmuebles de oficinas que son propiedad de la Administraci¨®n.
En paralelo a las privatizaciones, el Ejecutivo tambi¨¦n ha puesto en marcha un plan de racionalizaci¨®n del sector p¨²blico de la Generalitat, con el objetivo de reducir entre un 20% y un 25% su gasto. Hasta el momento solo han desaparecido siete entidades y la concentraci¨®n m¨¢s importante se ha producido en torno a las empresas que se encargaban de construir edificios p¨²blicos. Infraestructures.cat se ha comido las antiguas Gisa, Regsa y Regsega.
La peor parte de esa reestructuraci¨®n se la llevar¨¢n los empleados de esos entes y empresas p¨²blicos. Los planes del gobierno cuentan con desprenderse de 1.500 trabajadores en 2012 y hasta ahora solo se han materializado 173 despidos en el Incas¨°l. Algunas sentencias han paralizado extinciones de contratos pero la reforma laboral est¨¢ ahora del lado de Mas.
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