Esc¨¢ndalos poco saludables

Entre los numerosos efectos colaterales de la convocatoria anticipada de elecciones, hay uno con especial relevancia: la comisi¨®n de investigaci¨®n prevista en el Parlament que deb¨ªa investigar los esc¨¢ndalos sanitarios ha quedado abortada. Los parlamentarios (y la ciudadan¨ªa) se quedar¨¢n sin escuchar las comparecencias del consejero de Salud, Boi Ruiz, de su antecesora en el cargo, la socialista Marina Geli, o del diputado de CiU y ex alcalde de Lloret de Mar, Xavier Crespo. Todos los partidos, salvo CiU, votaron a favor de su creaci¨®n. Todos, menos el partido de Artur Mas y el PSC ¡ªque s¨ª la apoya¡ª llevan en sus programas volver a instituirla.

De todos los casos de irregularidades destapados durante el ¨²ltimo a?o, solo uno ha tenido consecuencias visibles: Josep Prat dimiti¨® de la presidencia del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS) el pasado junio tras conocerse numerosas irregularidades en su gesti¨®n al frente de Innova, empresa del Ayuntamiento de Reus, y que se hab¨ªa lucrado con un contrato con la Generalitat.

Otro caso, el Sant Pau, ha llegado a los tribunales, despu¨¦s de que una radi¨®loga del centro presentase una querella en la que pone en tela de juicio varios grandes contratos y detalla un c¨²mulo de sobresueldos, pagos irregulares y favores pol¨ªticos. La resoluci¨®n se espera larga, tras la imputaci¨®n de varios altos cargos del hospital.

El resto de irregularidades no han provocado por el momento reacciones contundentes por parte de los ¨®rganos de control ni de sus propios partidos. El caso m¨¢s llamativo es el de Xavier Crespo, que cobr¨® junto a su mujer m¨¢s de 200.000 euros de forma irregular entre 2000 y 2005 y recibi¨® un sueldo opaco mientras era alcalde de Lloret de Mar, seg¨²n un informe elaborado por auditores de la Sindicatura de Cuentas en 2006. Crespo, que ha recibido en todo momento el apoyo p¨²blico de su partido e incluso de altos cargos del PSC, repite en la lista de CiU para estas elecciones como n¨²mero 4 por Girona.

Para Josep Vendrell, diputado de ICV, la suerte que corra la malograda comisi¨®n depender¨¢ de los resultados electorales. ¡°Si CiU obtiene mayor¨ªa absoluta, no renacer¨¢¡±, afirma. Los convergentes han obviado este punto en las 148 p¨¢ginas de su programa electoral, aunque s¨ª proponen ¡°una mayor transparencia¡± en la sanidad p¨²blica.

El PSC, el partido que impuls¨® la comisi¨®n de investigaci¨®n, tampoco la menciona en su programa, aunque su portavoz, Jaume Collboni, asegura que la formaci¨®n ¡°volver¨¢ a plantear¡± la necesidad de que el Parlament investigue el c¨²mulo de esc¨¢ndalos. A esta petici¨®n se suman ERC, el PP e ICV, que s¨ª se refieren directamente a la corrupci¨®n sanitaria. ERC habla de ¡°falta de transparencia¡± y critica que ¡°la voz y los intereses de las entidades proveedoras¡± prevalezcan ante los ciudadanos. Los republicanos se comprometen a exigir ¡°responsabilidades pol¨ªticas, econ¨®micas¡± e incluso penales.

ICV, por su parte, propone aprobar un c¨®digo ¨¦tico que asegure la transparencia y publicidad de todos los contratos del sector sanitario y que garantice una vigilancia estrecha del r¨¦gimen de incompatibilidades.

La comisi¨®n gener¨® expectativas entre amplios sectores sociales que esperaban una investigaci¨®n profunda que pudiese derivar en la asunci¨®n de responsabilidades. Sin embargo, nadie ha respondido hasta ahora por los esc¨¢ndalos, salvo una peque?a revista local de la provincia de Girona, Caf¨¨AmbLlet, condenada a pagar 10.000 euros por faltar al honor de un gestor sanitario.