¡°Los j¨®venes sienten que no les damos soluciones¡±
analiza la actualidad de su sindicato
Pregunta. ?Hay que revisar el modelo de huelga general?
Respuesta. Las huelgas siempre sirven, aunque con connotaciones distintas seg¨²n las circunstancias laborales y sociales. El 14-N ha sido una huelga convincente, sentida y necesitada.
P. ?Y quienes no pueden ir?
R. Creo que est¨¢n en huelga aunque no puedan faltar a su puesto de trabajo. Recibimos 700 denuncias por presiones de empresas el d¨ªa antes. La gente sent¨ªa que hab¨ªa que hacer huelga. Si no pod¨ªan, iban a las manifestaciones.
P. Hubo grupos que corearon consignas contra ustedes. ?Siente el desapego de los j¨®venes?
R. No. Veo desaire de los j¨®venes hacia la sociedad. No entienden por qu¨¦ no tienen un empleo fijo y no pueden irse de casa a una edad razonable. Se rebelan contra todas las instituciones, pero durante el transcurso de la manifestaci¨®n yo no lo percib¨ª. Sienten que la clase pol¨ªtica y los sindicatos no les damos soluciones, aunque nosotros no podemos hacerlo. Yo no puedo legislar, solo presentar propuestas. Entiendo que nos mezclen a todos, aunque creo que en el ¨²ltimo a?o el tema se va invirtiendo. No nos dejan al margen. Lo que yo interpreto es que no quieren que sean solo los sindicatos. Deben reconocer que hemos estado bastante solos. Se nos pueden plantear errores, pero tambi¨¦n era verdad que hasta hace poco no hab¨ªa movilizados profesores, ni alumnos ni 15-M. En la ¨²ltima huelga de educaci¨®n, por ejemplo, convocaron los padres y los alumnos con los sindicatos, porque los profesores est¨¢n afiliados. Los colectivos quieren asumir protagonismo frente a los agravios que sufren, y eso me parece fenomenal.
P. ?Qu¨¦ responder¨ªa si un joven le pregunta ¡°?Qu¨¦ has hecho por m¨ª?¡±.
R. Se han instalado todas la figuras de la precariedad, con becarios y aprendices. Se apela a un tiempo en el que la gente se quedaba fija en la empresa para toda la vida, pero eso ya no funciona. En la cabeza de la gente joven no entra el concepto de contrato estable. En su l¨®gica est¨¢ trabajar unas horas a la semana, unos cuantos d¨ªas al mes. Le dir¨ªa a ese joven que lo que hemos hecho es protestar, reivindicar, exigir, plantear la estabilidad. Pero la crisis se ha instalado y est¨¢ sirviendo como excusa. El PP y los empresarios hubieran hecho lo mismo sin crisis.
P. ?Los recortes en Sanidad supondr¨¢n p¨¦rdida de empleos?
R. La cifra inmediata que manejamos es de entre 2.500 y 5.000 personas, en funci¨®n del nivel de privatizaci¨®n.
P. ?Cu¨¢nto influy¨® la presi¨®n social en el cambio de rumbo en La Princesa?
R. El 100%. Me pregunto por qu¨¦ ahora s¨ª es posible compatibilizar la atenci¨®n a mayores con el mantenimiento de urgencias y hace unas semanas no. Es un planteamiento ideol¨®gico. Todo tiene que ser privado. Para el PP la sanidad es una oportunidad de negocio porque el urbanismo ya no lo es.
P. ?Qu¨¦ tal la sinton¨ªa con el presidente Ignacio Gonz¨¢lez?
R. Ha habido un cambio importante en las formas. Su primera reuni¨®n fue con los sindicatos y los empresarios. No cuenta con nosotros, pero s¨ª nos cuenta lo que va a hacer. Se agradece aunque estamos en desacuerdo con las medidas.
P. Lleva al frente de UGT desde 1996. ?Repetir¨¢?
R. Estoy en la media baja de duraci¨®n de los secretarios generales de UGT.
P. ?Despu¨¦s de 16 a?os?
R. Digamos que es una organizaci¨®n estable. C¨¢ndido [M¨¦ndez, secretario general de UGT] lleva m¨¢s de 17 a?os; y el resto, un tiempo parecido. Tomar¨¦ mi decisi¨®n a final de a?o.
P. Si volviera atr¨¢s, ?mantendr¨ªa ahora el puesto y el sueldo en el Consejo de Administraci¨®n de Caja Madrid?
R. Queremos estar para que se escuche la voz de los trabajadores. Las dietas tienen un car¨¢cter finalista, se destinan a personal para atender a los trabajadores. Est¨¢bamos all¨ª mostrando nuestro desacuerdo con su desaparici¨®n y con la p¨¦rdida de su componente social, 250 millones de euros en el caso de la Fundaci¨®n Caja Madrid.
P. Y en el momento actual, ?seguir¨ªa cobrando?
R. Probablemente nos lo replantear¨ªamos, pero, cuando est¨¢bamos, las circunstancias eran otras. ?Hasta qu¨¦ punto tiene sentido que sea solo el sindicato el que no cobre?
P. Si uno no cobra, quiz¨¢ tiene m¨¢s credibilidad para exig¨ªrselo a los dem¨¢s.
R. Desde la certeza de que no iban a dejar de cobrarlo, es discutible. Pero hemos sido uno m¨¢s, y hemos cobrado menos que el resto por hacer lo mismo.
P. Hicieron un ERE en verano por el recorte regional de subvenciones. Vuelve a haber menos fondos para los sindicatos. ?Llegar¨¢n m¨¢s despidos?
R. El ERE se plante¨® porque las subvenciones desaparecieron. Ahora est¨¢n acabando programas concertados con la Comunidad de Madrid. Solo prescindiremos de personas con las n¨®minas suscritas a un programa concreto cuando estemos seguros de que no se va a hacer. De momento, los estamos manteniendo.
P. ?Cree que se mantendr¨¢n con los presupuestos m¨¢s restrictivos de la historia?
R. No ser¨¢ un n¨²mero importante. El ERE fue la decisi¨®n m¨¢s dura de mi mandato, aunque lo cerramos con condiciones diferenciadoras. Fue pactado y con compromiso de buscar trabajo a los que pudi¨¦ramos. Hemos recuperado a dos o tres y estamos hablando con empresas. No va a haber otro ERE.
P. ?Ni m¨¢s despidos?
R. Habr¨¢ menos trabajadores si no podemos mantener los programas.
P. Eso son despidos.
R. Finalizaciones de contrato.
P. Gente que va al paro.
R. Quiero seguir esperando. Digamos que el Gobierno regional est¨¢ en fase de repensar cosas, como en el hospital de la Princesa.
P. ?Nadie se ha sorprendido porque una empresa del presidente de los empresarios gestione la cafeter¨ªa de UGT Madrid?
R. Est¨¢ ah¨ª desde hace m¨¢s de 20 a?os, antes de que Arturo [Fern¨¢ndez, presidente de la Confederaci¨®n Empresarial de Madrid] llegara al cargo. Reconozco que no gusta nada, pero hay un contrato. He tenido peticiones para echarle cuando ha hecho declaraciones beligerantes contra los derechos de los trabajadores. Tendr¨ªa que romper un contrato, pagar una indemnizaci¨®n. Tambi¨¦n son trabajadores.
P. ?Conoce sus condiciones laborales?
R. Son peores que las de la UGT, pero cumplen con el convenio del sector. En caso contrario nos lo dir¨ªan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.