Memoria sonora de un catalizador de sue?os
Dos a?os despu¨¦s de su muerte, una antolog¨ªa celebra el legado de Mario Pacheco
Mario Pacheco nos dej¨® el 26 de noviembre de 2010. Pero su obra, tanto visual como sonora, sigue circulando. Ayer se inauguraba en Palma de Mallorca una exposici¨®n suya titulada Fotograf¨ªas. Y se acaba de lanzar un triple disco, Nuevos Medios: 30 aniversario 1982-2012, que ofrece una panor¨¢mica fresca de un cat¨¢logo que abarcaba mucho m¨¢s que jazz y j¨®venes flamencos.
En el texto de presentaci¨®n del nuevo recopilatorio, el cr¨ªtico Pedro Calvo sit¨²a a Pacheco en la ¨®rbita de otros disqueros visionarios: el alem¨¢n Manfred Eicher (sello ECM), el ingl¨¦s Tony Wilson (Factory) y el estadounidense Joe Boyd (Hannibal). Mario distribuy¨® los discos de los tres en Espa?a pero estableci¨® una particular complicidad con Boyd, otro superviviente esc¨¦ptico del hippismo de los sesenta.
Pacheco y Boyd desarrollaron el concepto Shongai, una amalgama de Ketama con el tocador de kora Toumani Diabate y el contrabajista Danny Thompson. El fen¨®meno de la world music nos ha acostumbrado a tales congregaciones multiculturales pero, recuerden, no eran habituales en los ochenta, y menos si hablamos de un hermanamiento en igualdad de condiciones. Y a punto estuvo de ir a m¨¢s: Toumani quer¨ªa casar al guapo Josemi Carmona con una de sus hermanas, residente en Mali.
Nuevos Medios comenz¨® grabando pop, como era inevitable en 1982. A pesar de los excesos de sintetizadores, tuvieron grandes aciertos en esa l¨ªnea, con grupos del calibre de Golpes Bajos o La Mode. Nunca renunciar¨ªa Mario a esa vertiente pero su curiosidad personal le llev¨® hac¨ªa el flamenco, entonces tan menospreciado. De rebote, eso tambi¨¦n le acerc¨® a los m¨²sicos de jazz, comenzando por los que acompa?aban a Paco de Luc¨ªa.
Mar¨ªa Pacheco, hija ¨²nica de Mario, no recuerda haber o¨ªdo a su padre estableciendo jerarqu¨ªas: ¡°Le gustaban todas las m¨²sicas. El acercamiento al flamenco s¨ª fue una obsesi¨®n de mi madre, Cucha S¨¢lazar, que intuy¨® all¨ª un mundo a descubrir. Deb¨ªan formar una pareja ex¨®tica, dos modernos visitando tablaos¡±. Efectivamente, hab¨ªa muchos talentos que quer¨ªan expresarse. De alguna manera, eso les enganch¨®. Mar¨ªa recuerda como algo normal el coincidir con flamencos: ¡°Iba con mi padre al estudio de Madrid donde grababa Camar¨®n. Me llamaba la atenci¨®n su barba; como era un buenazo, me dejaba jugar con ella y luego ¨ªbamos a comprar chuches¡±.
Conviene recordar que, hasta los ochenta, el flamenco se grababa sin muchos miramientos: un elep¨¦ se pod¨ªa hacer en unas pocas horas, a veces empezando a horas despiadadamente tempranas. Pacheco adjudic¨® presupuestos c¨®modos a los artistas, alentando la exploraci¨®n de arreglos y la b¨²squeda de un repertorio original. Sab¨ªa igualmente cu¨¢ndo hab¨ªa que dejar de exprimir, aunque el disco resultante se quedara en ocho o nueve cortes.
Tambi¨¦n fue heterodoxa su forma de hacer negocio. No firmaba contratos de larga duraci¨®n, una generosidad que permiti¨® a grupos como Ketama o La Barber¨ªa del Sur saltar limpiamente de Nuevos Medios a multinacionales. Asum¨ªa que lo suyo no era el invertir grandes cantidades para llegar al gran p¨²blico; cre¨ªa, adem¨¢s, que no resultaba divertido trabajar con artistas que pretend¨ªan hacer algo muy comercial.
Esencialmente, Mario estaba convencido de la prioridad de facilitar la creaci¨®n de arte, algo que no se cuantificaba en discos de oro. Posiblemente, entender¨ªa el bajo perfil mantenido por Nuevos Medios en los ¨²ltimos dos a?os. Casi toda la m¨²sica de producci¨®n propia se ha digitalizado y est¨¢ disponible en plataformas como iTunes o Spotify. En versi¨®n f¨ªsica, Karonte distribuye los discos. Para asombro de Mar¨ªa, hay referencias que se van agotando: ¡°Hemos vuelto a fabricar t¨ªtulos en CD de Las Migas, Mora¨ªto, Pata Negra o Shongai¡±.
El siguiente paso es una p¨¢gina web a la altura de las circunstancias. ¡°Tenemos dos personas en la oficina de Madrid pero necesitamos canalizar autom¨¢ticamente asuntos como los derechos de sincronizaci¨®n o las licencias para pel¨ªculas y obras de teatro. Por ejemplo, hay repertorio nuestro en el musical Galicia can¨ªbal¡±. M¨¢s all¨¢, todo est¨¢ en el aire: ¡°Si Mario siguiera con nosotros, estar¨ªa igual, plante¨¢ndose qu¨¦ hacer, si volver a editar vinilos o centrarse en lo digital. No hay industria que haya sufrido transformaciones tan brutales como la musical¡±.
La publicaci¨®n de Nuevos Medios: 30 aniversario 1982-2012 pretende recordar que el tesoro sigue all¨ª, al alcance de estudiosos y oyentes curiosos: ¡°Hemos pretendido evitar los, dir¨ªamos, grandes ¨¦xitos. Se han secuenciado de tal manera que queden iluminados los rincones menos visibles del cat¨¢logo, grupos como Karakatamba o Willi Gim¨¦nez y Chanela¡±.
El proyecto Nuevos Medios fue una rareza en Espa?a: pocas compa?¨ªas mantuvieron una trayectoria tan larga, construy¨¦ndose una est¨¦tica propia. De hecho, Pacheco sospechaba que su labor se entend¨ªa mejor fuera que dentro de su pa¨ªs. Y puede que estuviera en lo cierto. Resulta significativo que su nombre aparezca en la Wikipedia en ingl¨¦s y en la alemana; no hay una entrada equivalente en espa?ol.
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