Corralito sin fin en L¡¯Aldea
Los ahorros de m¨¢s de 250 socios de la cooperativa contin¨²an congelados Un grupo de afectados se personar¨¢ en el proceso mercantil
El d¨ªa 1 de diciembre de 2011, Jordi Gas, vecino de L'Aldea (Baix Ebre), acudi¨® a primera hora a la secci¨®n de cr¨¦dito de la cooperativa agr¨ªcola local. Necesitaba extraer unos mil euros de la cuenta de su empresa para liquidar facturas pendientes. Sin embargo, Gas, que se dedica a la ingenier¨ªa, no pudo acceder a su dinero. Lo mismo les ocurri¨® al resto de clientes de la secci¨®n de cr¨¦dito que se acercaron ese d¨ªa a la oficina.
En solo unas horas un rumor se extendi¨® por el municipio, de 4.300 habitantes: los 1.190 titulares de dep¨®sitos de la cooperativa local estaban bloqueados y la mayor¨ªa de vecinos se hab¨ªa quedado solo con los pocos euros que guardaban en su cartera. Ya ha transcurrido un a?o, pero la sombra alargada del corralito sigue instalada en L'Aldea. ¡°Tengo miles de euros congelados¡±, explica Gas. Los afectados exigen responsabilidades al ex gerente, a la antigua junta rectora, a Bankia y a la Generalitat.
La entidad se encuentra en pleno concurso de acreedores, tiene una deuda de siete millones de euros y siguen bloqueados 4,7 millones depositados entre 250 y 300 cuentas. Son los ahorros conseguidos durante toda una vida dedicada a la agricultura o las ganancias de peque?os contratistas, empresarios e industriales. No hay fecha para la recuperaci¨®n de su dinero. Ellos son muy pesimistas. Entre las irregularidades detectadas en la gesti¨®n de la cooperativa se encuentran facturas falsificadas, hipotecas arriesgadas y activos financieros pignorados para pagar inversiones, como los dos millones gastados en hacer reformas en su sistema de riego.
Tras la debacle, la nueva presidenta de la cooperativa, Montse Llosa, est¨¢ decidida a llevar adelante la hist¨®rica entidad con la producci¨®n de verduras y hortalizas y reduciendo costes. El problema es que por el momento el negocio no es rentable.
La entidad se encuentra en pleno concurso de acreedores
Llosa asegura que lo primordial es animar a los payeses a que lleven a la cooperativa su cosecha, adem¨¢s de buscar clientes. En 2011 la entidad registr¨® 1,5 millones de p¨¦rdidas. Hace unas semanas acudieron a las instalaciones los responsables de una empresa que suministra a las bases del ej¨¦rcito norteamericano. ¡°No hay acuerdo, fue una primera toma de contacto¡±, matiza la presidenta de la cooperativa. El ex gerente, a quien acusan del desfalco en las cuentas y contra quien se ha iniciado un proceso judicial, impugn¨® el informe del administrador concursal. Llosa prev¨¦ presentar el plan de viabilidad el pr¨®ximo a?o y en poco m¨¢s de un mes se deber¨ªa redactar el convenio. En ¨¦l habr¨ªa que acordar las quitas, es decir, pactar con los acreedores las reducciones de la deuda. Pese al optimismo de la presidenta de la cooperativa, la mayor¨ªa de afectados se sienten ninguneados y olvidados. Adem¨¢s, est¨¢n divididos. Por un lado, los afectados de mayor edad conservan una pizca de ilusi¨®n al ver que la cooperativa sigue abierta, mientras que los m¨¢s j¨®venes, viendo peligrar su dinero, piden que se clausure.
¡°Mantienen la cooperativa abierta para tenernos callados y entretenidos, pero en su intento de reflotarla peligra mi patrimonio, no puedo permitir que una nueva junta juegue con ¨¦l, tengo mucho dinero all¨ª y si no me lo devuelven no puedo contratar abogados para defenderme¡±, explica Ramon Albesa, de 40 a?os.
Albesa, propietario de una granja de pollos, apuesta por la liquidaci¨®n. ¡°La entidad ha quebrado, tiene que ser liquidada, pero no se deciden por ello porque tienen miedo del titular de la prensa. A la Generalitat le interesa que no hagamos ruido¡±, sentencia.
Otro de los afectados, el empresario Javier Garc¨ªa, quien incluso realiz¨® una huelga de hambre de 15 d¨ªas, remarca que Llosa es ex dirigente de Uni¨® de Pagesos y ex concejal de CiU. ¡°La junta es de CiU, han entrado para lavarle la cara a la Generalitat, el 90% de la junta no est¨¢ afectada¡±, dice Garc¨ªa, quien especifica que tiene ¡°miles y miles de euros congelados¡±. Ten¨ªa la cuenta de su empresa y sus finanzas depositadas en la secci¨®n de cr¨¦dito de L¡¯Aldea. Este empresario, que realiz¨® las instalaciones de riego de la entidad, ha perdido la esperanza de cobrar. ¡°Est¨¢n regando con mi dinero, esto es un funeral y cuanto antes se entierre el muerto antes dejaremos de sufrir¡±, sentencia Garc¨ªa. Gas, al frente de un grupo de afectados, anuncia que contratar¨¢n a un abogado para personarse en el procedimiento mercantil.
A su vez, la presidenta de la cooperativa cree que los afectados podr¨¢n recuperar su dinero despu¨¦s de realizar la quita, pero en un plazo de ¡°15 o 20 a?os¡±. Esta perspectiva intranquiliza todav¨ªa m¨¢s a los socios. ¡°Los que tienen entre 65 y 70 ya no ver¨¢n un duro de sus ahorros, se me revuelve el est¨®mago. La Generalitat debe ayudarnos, ?por qu¨¦ no nos salvan tambi¨¦n a nosotros?¡±, se pregunta Garc¨ªa. Mientras tanto, el corralito parece no tener fin en L¡¯Aldea.
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