Deslealtad y mezquindad pol¨ªtica

La propuesta del anteproyecto de la LOMCE en lo relativo a la ense?anza de las llamadas lenguas cooficiales es muy grave desde distintos puntos de vista.

Desde un punto de vista puramente constitucional, con un art¨ªculo 3.3 en que literalmente se lee que ¡°la riqueza de las distintas modalidades ling¨¹¨ªsticas de Espa?a es un patrimonio cultural que ser¨¢ objeto de especial respeto y protecci¨®n¡±, la deslealtad del actual planteamiento del proyecto de ley es flagrante: en absoluto puede considerarse especialmente respetuoso y menos a¨²n protector que se relegue a las lenguas cooficiales de diversas y amplias comunidades del Estado a una jerarqu¨ªa curricular residual, con efectos evidentes de debilitaci¨®n de su ya delicada salud social.

Si tomamos la perspectiva pol¨ªtica, se percibe un triste olor a mezquindad; la mezquindad, para empezar, de una propuesta legislativa de lamentable coherencia, con declaraciones anteriores del ministro como la c¨¦lebre de querer ¡°espa?olizar¡± a los ni?os catalanes o la de disponerse a aprobar ¡°con consenso o sin ¨¦l¡± su reforma educativa; por una parte, pues, algo tan mezquino como someter la educaci¨®n a objetivos nacionales: por qu¨¦ no reconocerlo, a objetivos de estricta formaci¨®n del esp¨ªritu nacional, puro arca¨ªsmo ideol¨®gico, por decirlo suavemente, y desde luego nada propio de una pedagog¨ªa democr¨¢tica. Y, adem¨¢s, con la prepotencia tan detestable en pol¨ªtica educativa de despreciar de entrada el consenso, cuando es sabido que la inmensa mayor¨ªa de la comunidad educativa se siente v¨ªctima de un vaiv¨¦n legislativo abusivo y falto de generosidad dialogante entre las fuerzas pol¨ªticas y entre estas y la ciudadan¨ªa. Y mezquindad, tambi¨¦n, por factores de oportunidad como retener el anuncio de este anteproyecto agresivo contra la tradici¨®n pedag¨®gica de la democracia en Catalu?a ¡ªsu pol¨ªtica de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica ampl¨ªsimamente consensuada durante d¨¦cadas y sus buenos resultados en el dominio de las dos lenguas, catalana y castellana¡ª hasta despu¨¦s de pasadas las elecciones catalanas; entre tanto, la presencia del PP en Catalu?a durante la campa?a simul¨® una hip¨®crita ¡ªpor lo que ahora se ve¡ª declaraci¨®n reiterada de amor a Catalunya y los catalanes. ?Amor mezquino? Ser¨ªa un ox¨ªmoron: en tal encuentro gana siempre la mezquindad.

?Y qu¨¦ decir desde la perspectiva cultural? Es incre¨ªble que todo un ministro del Gobierno de Espa?a sea capaz de demostrar su incultura con este ejercicio de ignorancia del valor y la necesidad de protecci¨®n de las otras lenguas que la propia Constituci¨®n tuvo la decencia de considerar literalmente ¡°patrimonio cultural¡± de toda Espa?a. Por lo visto, la idea de patrimonio cultural que habita en la cabeza de un ministro que dice de s¨ª mismo que primero habla y despu¨¦s piensa es de una altura perfectamente descriptible. En t¨¦rminos puramente culturales, lo razonable ser¨ªa, por mera sensibilidad hacia este patrimonio, que no solo no se rebajara el tratamiento curricular de las lenguas cooficiales en su propio territorio, sino que se programase curricularmente por todo el territorio espa?ol el conocimiento preciso y extenso de tal patrimonio y se informara seriamente de su uso real, de su plena dignidad y de sus grandes valores literarios. ?Cu¨¢nta de la incomprensi¨®n que tanto aliment¨® el PP en su campa?a general contra el Estatut ¡ªla que sentimos hoy los catalanes al viajar por Espa?a¡ª se debe a la falta de informaci¨®n escolar sobre nuestro pluralismo ling¨¹¨ªstico que, sin duda alguna, cualquier pa¨ªs culto del mundo, cualquier ministro culto, promover¨ªa con entusiasmo? Pero parece mucho pedir a quienes invocan la Constituci¨®n sectariamente ¡ªsolo para lo que les conviene¡ª, a quienes practican pol¨ªticas de mezquindad, a quienes, vergonzosamente incultos, desprecian cuanto ignoran.

Joan Manuel del Pozo es profesor de Filosof¨ªa de la Universitat de Girona y fue consejero de Educaci¨®n y Universidades de la Generalitat (2006).