Un Ferrari por mil euros
El patrimonio de Nupel se vende por poco m¨¢s de la d¨¦cima parte del precio de salida en la subasta de liquidaci¨®n de la principal empresa de Jorge Dorribo
En los juzgados de Lugo hab¨ªa prendido el rumor de que ayer, a la subasta de los bienes de Nupel, iba a presentarse un jeque ¨¢rabe. As¨ª que la decepci¨®n se adue?¨® de los m¨¢s ilusos cuando, pasadas las diez de la ma?ana, abrieron las puertas de la sala del Mercantil y entre el medio centenar de asistentes no entr¨® ning¨²n se?or tocado con keffiyeh. No es probable que el mandatario asistiese a la puja de inc¨®gnito. Seguramente el equ¨ªvoco vino del nombre oriental de uno de los postores que previamente hab¨ªan tenido que inscribirse y aportar un 30% del precio de salida de los bienes pretendidos como aval. Pero ese hombre de presencia algo m¨¢s ex¨®tica que el resto no se llev¨® el yate despampanante que se subastaba con un precio de ganga, un valor de salida de 400.000 euros, sino algunos de los coches m¨¢s discretos del parque m¨®vil de Jorge Dorribo, cada uno de ellos por 3.000 euros, despu¨¦s de que alg¨²n lucense le arrebatase en la puja un Mitsubishi Lancer.
La liquidaci¨®n del patrimonio que cuando estall¨® la Operaci¨®n Campe¨®n estaba a nombre de Laboratorios Asociados Nupel, la firma matriz del rompecabezas empresarial de Jorge Dorribo, no fue un acontecimiento para tirar cohetes. Fuentes vinculadas al juzgado Mercantil y de Instrucci¨®n n¨²mero 2 comentaban que se esperaba m¨¢s ¨¦xito en la recaudaci¨®n. Sumando todos los lotes, el precio de salida era de 6,9 millones, y sin embargo lo vendido apenas alcanz¨® los 750.000 euros.
Coches de alta gama quedaron sin pretendiente o se adjudicaron por 1.000 euros mientras que uno de los veh¨ªculos de transporte DAF que usaba la empresa farmac¨¦utica provoc¨® la m¨¢s re?ida de las pujas y alcanz¨® el precio m¨¢s alto (28.500) entre los autom¨®viles que se ofrec¨ªan. ¡°No lo entiendo, estos no eran subasteros profesionales¡±, lamentaba una de las personas que participaron en el proceso concursal de Nupel, ¡°se pelearon por un cami¨®n y dejaron escapar grandes oportunidades¡±.
Entre los 18 veh¨ªculos que se pusieron a subasta, pr¨¢cticamente todos con matr¨ªculas en las que el tr¨ªo de letras empezaba por F o por G, hab¨ªa un Bentley tasado en 90.000 euros y no sujeto a leasing que se llev¨® un satisfecho postor solo por 10.000. Pero el mayor atractivo de este chollo no era ni la marca ni el precio ni la total ausencia de ataduras econ¨®micas. Lo mejor era que el autom¨®vil se hallaba, y se halla, perfectamente localizado en una de las naves del pol¨ªgono de O Ceao que el cabecilla de la trama que obtuvo subvenciones millonarias del Igape usaba de aparcamiento. Porque eso no suced¨ªa con todos los coches que ayer se subastaron.
Algunos autos con muy buena pinta no encontraron novio porque, seg¨²n la documentaci¨®n aportada por el juzgado, est¨¢n en paradero desconocido, o algo que casi es lo mismo: en Camer¨²n. Entre los esfumados hab¨ªa un Maserati tasado para la subasta en 90.000 y otros coches que nadie quiso porque, como dijo uno de los subasteros habituales de los juzgados de Lugo, ¡°comprarlos es como tirar el dinero: puedes encontrarlos alg¨²n d¨ªa o tener que darlos por perdidos despu¨¦s de haberlos pagado¡±.
En Camer¨²n, quiz¨¢s recordando aquellos a?os de humo en los que Dorribo siempre parec¨ªa estar a punto de comerse el planeta, sigue estacionado sin fecha, supuestamente, un Toyota Land Cruiser de placa espa?ola. Autoridades de Camer¨²n hab¨ªan viajado a Galicia y el due?o de Nupel, en compa?¨ªa del exfutbolista Jacques Songo'o y el exconselleiro Fernando Blanco, volaron all¨¢ en un avi¨®n fletado para negociar la construcci¨®n de un parque e¨®lico. Ahora, lo m¨¢s tangible de aquella aventura es el todoterreno, y el juzgado Mercantil tendr¨¢ que buscarle un comprador dispuesto a abonar por ¨¦l una cantidad simb¨®lica. Todos los bienes de Nupel cuya subasta qued¨® desierta entrar¨¢n en un procedimiento de venta directa.
Entre estos lotes por los que nadie mostr¨® inter¨¦s est¨¢n el grueso de las 29 patentes y registros sanitarios que Jorge Dorribo fue comprando aqu¨ª y all¨¢ (buena parte cuando quedaban obsoletos para los pa¨ªses ricos) y que lleg¨® a valorar en un informe en casi cinco millones de euros. Despu¨¦s de que una marca farmac¨¦utica se qued¨® con unas pocas patentes, el resto fueron subastadas por 300.000 euros, un precio de salida que no lleg¨® a ninguna parte. Las referencias de las que tanto presum¨ªa el due?o de Nupel se han convertido en el mayor de los muertos del juzgado, al igual que una maquinaria (la del laboratorio de la r¨²a Carpinteiros de O Ceao y la del envasado unidosis) que sal¨ªa con un precio de tres millones y nadie dese¨® llevarse a casa. Entre tanto aparato espec¨ªfico del sector farmac¨¦utico (alguno, seg¨²n el informe policial del registro, jam¨¢s hab¨ªa sido desembalado), lo ¨²nico que encontr¨® hogar, por 2.000 euros, fue una carretilla elevadora, que tanto vale para un roto como para un descosido.
Un representante de la divisi¨®n inmobiliaria de Novacaixagalicia se hizo sin rivales con todas las naves, cinco en total, que ten¨ªa Nupel. Su precio era de dos millones y la entidad bancaria con la que Dorribo se hab¨ªa hipotecado para comprarlas las rescat¨® por unos 600.000 euros. El suntuoso yate Beteneau, amarrado en Vilagarc¨ªa, con el que el emprendedor deslumbraba a los incautos, al no presentarse a la subasta el imaginado jeque tuvo un mediocre destino porque fue recuperado, 10.000 euros mediante, por la compa?¨ªa de leasing que lo hab¨ªa financiado. Las dos motos de agua se despacharon por 300, un 10% de su valor de salida y, salvo un Porsche, todos los coches actualmente retenidos por el juzgado de Andorra (y adem¨¢s obtenidos por Dorribo mediante leasing), se colocaron a precio de risa. No solo es que est¨¦n pendientes de las diligencias del pa¨ªs vecino, ¡°es que a lo mejor vas a buscarlos y no quedan ni los ejes¡±, dec¨ªa un participante en la subasta. De esta manera, un Ferrari valorado en 95.000 euros fue vendido por 1.000, y un ¡°Porche amarillo turbo cabrio¡±, seg¨²n la alegre definici¨®n que le dio la justicia, se devalu¨® de 60.000 a 2.000, pero al menos alguien se lo llev¨® puesto.
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